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Nacionales

Las aves del Paraguay: notable reconocimiento al acervo natural

Frutero negro (hembra) - Sai hû (Tachyphonus rufus). Uno de los fruteros más fáciles de ver en los bordes de bosques semihúmedos y secos, además de sabanas arboladas. Siempre andan en pareja. Alberto Yanosky

Frutero negro (hembra) - Sai hû (Tachyphonus rufus). Uno de los fruteros más fáciles de ver en los bordes de bosques semihúmedos y secos, además de sabanas arboladas. Siempre andan en pareja. Alberto Yanosky

El Paraguay tiene alrededor de 720 especies de aves y este número ha ido cambiando a lo largo de los años gracias a la cantidad creciente de ornitólogos y ornitófilos; cada año sumamos profesionales del estudio de las aves quienes hacen de este campo técnico-científico su carrera profesional y su trabajo, como así también tenemos más gente que por placer, goce, curiosidad, entre otros motivos, hace de la observación de aves su actividad.

Esta actividad que también genera mucho conocimiento, se la conoce como bird-watching o birding (por sus términos en inglés). Hoy día tenemos aves que son bien comunes en las zonas urbanas, como el chogüi o celestino, la picui o palomita, el corochiré, y hasta los picaflores si disponemos de flores en nuestros jardines.

Suirirí real – Suiriri guasu (Tyrannus melancholicus). Siempre se encuentra en sitios visibles, comportamiento típico de las aves que utilizan perchas para cazar insectos. Es un importante controlador biológico. Es un ave migratoria, dado que se encuentra ausente durante el invierno, aunque nidifica en Paraguay durante la primavera del Hemisferio sur. Alberto Yanosky.

También aves que no son tan comunes, aunque su número está creciendo como los gua-a o guacamayos, los que vemos sobrevolar la ciudad y utilizar las palmeras y otros árboles en los cuales se alimentan y se protegen. Y no solo vemos el guacamayo royo o gua’a pyta, sino que también vemos uno que tiene diferentes y que es un híbrido entre los gua’a pyta y los hovy o azules, que se lo conoce como arlequín.

Seguramente estos gua’a se han escapado del cautiverio y hoy se han naturalizado en el área metropolitana. Sin embargo, publicaciones muy antiguas comentan que en la provincia de Formosa (norte de Argentina), los guacamayos que se veían a principio de siglo XX venían a comer a los palmares de Formosa, pero residían en Asunción. Estos gua’a son importantes y siempre descubro que muy pocos conocen el origen de uno de los departamentos más naturales del Paraguay, el Departamento Canindeyú (muy mal llamado por muchos). Es importante reconocer que una de estas aves majestuosas del Paraguay se llama Kaninde (+ saiju – amarillo) nos da canindeyú o el Kaninde saiju.

Pepitero gris – Havia tyvyta (Saltator coerulescens). Es uno de los fruteros más confiados después del Sai hovy (Thraupis sayaca). Su dieta no perdona brotes nuevos de plantas, flores, ni frutas a punto de madurar. Su trinar es muy característico en poblados y áreas verdes urbanas. Alberto Yanosky

La música paraguaya está llena de obras que honran la diversidad de aves, solo por mencionar Pájaro Campana, una canción que nos identifica tanto como Pájaro Chogüi o Chirikoe. Sin embargo, la diversidad de aves en esas más de 700 especies nos permite descubrir grupos diferentes que enriquecen llamativamente los recursos naturales del Paraguay. Los patos o los ype, que además dan el nombre a una localidad, Ype jhu (pato negro), quizás el más conocido y buscado sea el pato bragado, por su tamaño y por ser muy vistoso, además de ser un recurso genético muy importante, ya que es el ancestro del pato doméstico, hoy conocido en todo el mundo. Pero hay muchas especies más.

El ñandú, el tetéu o tero, las palomas, los ypeku o carpinteros son algunas de esas aves que enriquecen la cultura y la tradición y que, además, le han dado nombres a los lugares, como por ejemplo Yvy-Yau, que es el nombre género con el que se conoce a las dormilonas, unas aves nocturnas y crepusculares que suelen estar en los caminos cuando circulamos en horas de oscuridad. Hay muchas especies de Yvy-Yau, pero todos conocemos a la ciudad en el norte del Paraguay. La Paloma es otra localidad que tomó un nombre en español. Muchas aves nos recuerdan a aspectos de nuestra vida cotidiana, como el Tuyuyú Cuartelero, al cual lo asociamos con los colores de los militares. Al kabure lo asociamos con la suerte (por su silueta y la brujería), al urutaú con lo fantasmagórico (quizás más por su vocalización).

Catita chiriri – Tuî chyryry (Brotogeris chiriri). Su nombre representa la vocalización característica de esta especie “chiri..chiri..ri..”. Anda en pareja o en bandadas de varios individuos. Su marca identificatoria son sus cubiertas alares amarillas, notables en vuelo como también estando posadas. Se encuentra en diversos ambientes en la Región Oriental. Es común verlas alimentarse de los frutos del Amba’y (Cecropia adenopus), por lo que es considerada una eficiente dispersora de semillas de este árbol. Alberto Yanosky.

Lo cierto es que sean por geonimias (nombre de localidades) o por la música y la cultura y nuestras creencias, las aves no han pasado desapercibidas en nuestro quehacer cotidiano y han inspirado a artistas nacionales y extranjeros. El mayor reconocimiento que podemos darles a las aves es conservarlas, y recordar que cada espacio natural que desaparece, se lleva a todas estas aves tan arraigadas a la cultura y tradición paraguaya. Cada planta que pongamos que no sea nativa, no podrá jamás recuperar lo que se fue al remover la vegetación natural. Nos urge buscar ese tan difícil equilibrio entre lo natural, lo autóctono, lo bello y lo que nos dé bienestar y salud.

Yetapa grande – Jiperu (Gubernetes yetapa). Su tamaño y su característica cola la hace inconfundible entre los “tuguái jetapa”. Se la puede encontrar en sitios visibles cazando insectos en vuelo, frecuentemente en grupos. Está asociada a pastizales húmedos y esteros en la Región Oriental. Su presencia indica la calidad ambiental de estos ecosistemas. Alberto Yanosky.

Fuente:  Rebeca Irala

Guyra Paraguay. 2004. Lista comentada de las Aves del Paraguay. Asunción, Paraguay. 200 p.

Narosky, T. e Yzurieta, D. 2006. Guía para la identificación de las Aves del Paraguay. 1ra ed. Buenos Aires: Vázquez Mazzini Editores. 240 p.

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