Cultura
Domingo Rivarola, un hito en la sociología paraguaya

Domingo Rivarola. Cortesía
En la noche del pasado jueves 30 de enero, en el Centro Cultural Carlos Colombino de la Manzana de la Rivera, se llevó a cabo la primera conmemoración del Día de la Sociología Paraguaya, establecido según la Ley N° 7366, promulgada el 7 de noviembre de 2024. El evento fue organizado por la Asociación Paraguaya de Sociología (APS) que, precisamente, tiene como presidente honorario a Domingo M. Rivarola. En la ocasión se lo recordó reiteradamente. Horas después, en la madrugada del 31, Rivarola fallecía en su casa.
Un inicio y una nueva etapa en la sociología paraguaya
En 1964, Domingo Rivarola y otros intelectuales, como Guillermo Heisecke, fundan el Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos (CPES) y él comienza a editar la Revista Paraguaya de Sociología (RPS). Cuentan con un plantel de investigadores para llevar a cabo estas tareas y se vinculan al mundo exterior, especialmente a través del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), nexo de redes de conocimiento, capacitación y encuentros internacionales de Ciencias Sociales (CCSS). Seis décadas después, estas dinámicas se mantienen, un incuestionable logro tanto en Paraguay como en América Latina e, incluso, a nivel global.

Página del segundo número de la Revista Paraguaya de Sociología (enero-abril 1965), dirigida por Domingo Rivarola y Enrique Chase, y publicada por el Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos. Cortesía
Se dan pasos ineludibles en la conformación de un giro clave de consolidación de la sociología. Se dispone de un centro de estudios e investigación, de una revista y de la profesionalización de la ciencia. Esta línea tiene un componente adicional clave que se consolida: datos empíricos que estaban produciéndose en el mismo Estado y principalmente en la Dirección de Estadísticas del entonces Ministerio de Hacienda, con los censos nacionales de Población y Vivienda de 1950 y 1962.
A diferencia de experiencias regionales cercanas como Buenos Aires, Montevideo o Santiago de Chile, la sociología emerge en Paraguay en un centro privado y no en una universidad pública, y no podía esperarse otra cosa con el régimen autoritario de entonces. Es más, el proceso continúa con la apertura de la carrera en la Universidad Católica (UC) Nuestra Señora de la Asunción en 1972. También, en los papeles, se establece la carrera de Sociología y Ciencia Política en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FDyCS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Pero, recién en el 2003 –o más de 30 años después– se abrirá la carrera en la mencionada facultad, a través de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas (ECSyP).
Sobre las vicisitudes de aquellos años ya existen algunos textos, especialmente considerando la vinculación del CPES con CLACSO como nexo de oxígeno del mundo dinámico de las CCSS en la región. Los oficios del sociólogo (1950-1980), de Lorena Soler, demuestra esa compleja relación del CPES, tanto con el mundo exterior como con el Estado, cuyo mayor logro fue la tolerancia con unos márgenes siempre grises entre lo permitido y lo no permitido.

Sociólogos. Tomás Palau, Roberto Céspedes, Guillermo Heisecke y Domingo M Rivarola. Cortesía
Las áreas del CPES comienzan con dos claves: la educación y la cuestión rural. La primera es pivote incuestionable en todos los discursos sobre desarrollo y modernización. Paraguay entonces era un país rural y recién cruzaría el umbral urbano, con los estándares vigentes, en 1992. Está casi demás mencionar la importancia y la pervivencia de la cultura rural en las mismas ciudades. Otros temas son las migraciones y la pobreza, aunque estaban disimuladas con expresiones como mejoramiento de condiciones de vida e incorporación de sectores más rezagados o más oportunidades a éstos para su integración-modernización. Entre otros, más adelante, se incorporarán las relaciones internacionales, la cuestión del bilingüismo –con el aporte de Grazziella Corvalán, la otra presidenta honoraria de la APS– y la cuestión de género, consolidada en la década de 1980.
1989 y después
Con la apertura política de 1989, el CPES pasa a la intervención social, más en asesorías que en gestión. Esto es formación acumulada, pero sin la experiencia del manejo de la administración cotidiana. Rivarola, dada su especialización, lo hace en el ámbito educativo y en el impulso a la Reforma Educativa que se implementa desde 1992. Y lo hace desde distintos espacios institucionales, cumpliendo un rol relevante a cabalidad. Sobre este proceso, existe una bibliografía creciente que está presente y disponible.
El análisis político de Rivarola se expresa tempranamente con la difusión en la edición sabatina del diario Última Hora de lo que en 1991 publica como libro, Una sociedad conservadora ante los desafíos de la modernidad, con prólogo de Augusto Roa Bastos, obra sobre la cual, muy recientemente (2022-2023) ha escrito Rodolfo Elías [1]. También hay otros seminarios relevantes que ya integran un estudio acabado del CPES y de ese lapso inaugural y clave que hoy se aleja, lamentablemente, más en su contenido que en el tiempo.

Dos ediciones de Una sociedad conservadora ante los desafíos de la modernidad, de Domingo Rivarola (Ediciones y Arte, 1991 y Flacso, 1994). Portal Guaraní
Sociología, arte, cultura
Se puede o suele pensar que la sociología está llena o inundada de números de cuadros estadísticos, e indudablemente, en muchos casos se llegaría esto, especialmente cuando el sesgo economicista es hegemónico. Sin embargo, ni siempre es así ni se llega a ese nivel. Otras narrativas como la sociología histórica o la sociología de la literatura tienen otros enfoques, sin que necesariamente prescindan de datos cuantitativos.
Domingo Rivarola nace en 1931 en Tobatí (Cordillera), en 1959 es doctor en Bioquímica, en 1973 es Licenciado en Filosofía, se hace sociólogo autodidacta como toda su generación y obtendrá en 1998 un doctorado en Filosofía. Quizás uno de sus aspectos menos conocidos es su vinculación con el arte y la cultura, léase escultura y poesía, manos y palabras escritas. Hace escultura y su compañero es Gustavo Beckelman (1963-2017), con quien expone conjuntamente en la galería de arte Casa Mayor en el 2013. Por otra parte, Alcándara editora, a finales de 1987, publica su poemario Fragmentos, en el que, por ejemplo, dice: “Un día / se cruzaron nuestras vidas / cuando eras todavía / una muchacha / cualquiera / y yo, / solo un tímido / forastero”.

Domingo Rivarola y Gustavo Beckelmann durante su exposición en Casa Mayor y portada del volumen poético Fragmentos. Cortesía
Ausencia física
Lo importante es el legado en términos de espacios de formación y de debate y de producción de conocimientos. Lo logrado ya es parte de lo cotidiano y por eso pasa desapercibido o es insuficientemente valorado, porque muchas personas creen o no se detienen a pensar en el avance que ha significado. Lo cual se podría explicar, parcialmente, por las urgencias de los desafíos presentes.
El logro del Día de la Sociología Paraguaya es incuestionable y se agranda a medida que se retrocede en el tiempo. Cuando se abre la carrera, en 1972, la sociología era desconocida o, vista desde el régimen, una rebelde afición orientada a crear problemas o una forma encubierta de la subversión de entonces. A partir de 1989, así como el Estado “descubre” la existencia de pobres, también lo hace con carreras necesarias para el tratamiento de la cuestión, como la sociología o el trabajo social. Casi demás está decir que la sociología no se limita exclusivamente a esta intervención, al igual que el trabajo social.
Por esta razón, del estigma al reconocimiento y a la legitimidad estatal se halla más de medio siglo y hasta una nueva época. A este logro contribuyeron Domingo Rivarola y el CPES aunque, desde luego, no sean los únicos.
Notas
[1] Rodolfo Elías (2022/2023). “La tensión entre la tradición y la modernidad en latransición democrática post stronista en Paraguay: Aportes de Domingo Rivarola”, Revista Paraguaya de Sociología, Año 58, Nº 159/160 (2022/2023), pp. 7-20.
* Roberto Céspedes R. es sociólogo con formación en Historia, investigador y docente universitario, con publicaciones diversas ([email protected])
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thomas whigham
2 de febrero de 2025 at 07:27
Domingo Rivarola llevó una vida ejemplar, muy productiva y positiva. Siempre fue muy acogedor conmigo cuando, como joven investigador, recién comenzaba a aprender sobre Paraguay. Nunca olvidaré sus muchas bondades. Siempre consideraré al CPES como un lugar de iluminación cuando la dictadura sumió en la oscuridad tantas cosas en el país. Estoy muy agradecido. Thomas Whigham