Paraguay suspende cooperación con la DEA, vital para lucha antidroga

La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay ha decidido suspender su cooperación con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, a pesar del creciente problema del tráfico de cocaína en el país. Según el periódico The Washington Post, la decisión, tomada a nivel político por el gobierno paraguayo, fue comunicada esta semana a la Administración para el Control de Drogas (DEA) y entrará en vigor a principios del próximo año.

El medio estadounidense destaca que esta medida representa un golpe significativo a los esfuerzos de los Estados Unidos para frenar el crimen organizado en Paraguay, un país que se ha convertido en un punto clave en el tráfico de cocaína hacia mercados internacionales. La suspensión de la colaboración pone en peligro investigaciones cruciales, incluyendo una de alto perfil relacionada con Sebastián Marset, un narcotraficante prófugo vinculado al financiamiento de equipos de fútbol profesional en Sudamérica y que, en ocasiones, figuró en las alineaciones titulares.

De acuerdo con un funcionario de la Senad, la decisión provino de las altas esferas del gobierno central y se presentó como una medida política. Aunque la DEA fue informada de la suspensión, la cooperación se había mantenido hasta este punto como una herramienta fundamental en la lucha contra el narcotráfico. La medida genera incertidumbre respecto al futuro de varias investigaciones clave que podrían verse afectadas por la falta de apoyo estadounidense.

El presidente de Paraguay, quien aún no ha emitido una declaración oficial al respecto, se enfrenta a crecientes presiones internas y externas sobre el manejo del narcotráfico en el país. Expertos en seguridad internacional alertan que esta suspensión podría complicar aún más los esfuerzos por frenar el auge de las organizaciones criminales que operan en la región.

Mientras tanto, la DEA sigue comprometida con el seguimiento de las operaciones de narcotraficantes en Paraguay, pero la falta de cooperación formal con la Senad podría ralentizar los avances en diversas investigaciones y generar un vacío de poder en la lucha contra el tráfico de drogas.

Este desarrollo marca un nuevo capítulo en la relación de Paraguay con Estados Unidos en materia de seguridad y narcotráfico, y pone en evidencia las tensiones políticas internas que pueden influir en las políticas de seguridad en la región.