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Economía

Cambio climático puede pasar factura a nuestra economía agrodependiente

Alberto Yanosky.

Alberto Yanosky.

Si bien Paraguay es un país bendecido en cuanto a los recursos naturales es particularmente vulnerable a los impactos de la variabilidad del cambio climático. El calentamiento global genera fuertes desequilibrios en el clima y Paraguay lo ha venido sintiendo, siendo esta fuerte sequía una muestra de ese impacto que hoy constituye una amenaza para la economía nacional.

Desarrollo en Democracia (DENDE) abordó sobre la situación ambiental, teniendo en cuenta que Paraguay es un país muy dependiente del clima y del agua. Durante el debate, especialistas del área hicieron énfasis en las oportunidades y amenazas para el modelo de desarrollo del país, remarcando la necesidad de escuchar las alertas y las advertencias respecto a los efectos del cambio climático; así como llevar adelante las acciones de mitigación y adaptación.

Del espacio semanal participaron el biólogo y especialista en conservación de la biodiversidad, Alberto Yanosky; el doctor en Ciencias Ambientales, Norman Breuer, y Ulises Lovera, director nacional de Cambio Climático; con la moderación de Yan Speranza y el análisis inicial de Alberto Acosta Garbarino, titular de DENDE.

Las advertencias científicas hoy muestran con evidencias que los cambios que se dan en el clima constituyen un problema serio con un impacto muy significativo, lo que genera la necesidad de contar con políticas públicas definidas y acciones concretas al respecto, para así llevar adelante una agenda coordinada entre los diferentes actores para ir encontrando el equilibrio que permita un desarrollo sustentable.

Emisiones Globales

A nivel mundial unos 7 países, son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien Paraguay ha contribuido poco y nada con este problema se ve fuertemente afectado por los impactos de los problemas climáticos.

“La agricultura sufre en forma directa estos embates, mientras que la ganadería lo siente un poco después, generando un fuerte impacto en la economía”, remarcó Norman Breuer e insistió en la necesidad de contar con planes definidos y estudios más profundos sobre el suelo, el agua, así como también mencionó como ejemplo explorar sobre la posibilidad de un seguro agrícola voluntario o un plan nacional de riego.

Por su parte Ulises Lovera, director nacional de cambio climático, sostuvo que Paraguay ha definido como prioridad la adaptación. Para el efecto, cuenta con un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático que fue actualizado recientemente estableciendo Planes de Adaptacion en siete sectores, con 25 objetivos y 50 líneas de acción, con lo que se busca ser resilientes a los cambios climáticos.

Remarcó que se cuenta con una hoja de ruta y existen marcados avances en cuanto a la prioridad que se le está dando al tema desde el Gobierno nacional, aunque puntualizó que en materia de recursos destinados aún existe un fuerte rezago.

Alberto Yanosky aseveró que se necesita una visión territorial, donde se clasifiquen los tipos de zonas y su biodiversidad y a partir de ahí definir las acciones. Además, refirió que el marco legal ya existe, pero está costando implementarlo, por lo cual el objetivo debe ser la fiscalización y el cumplimiento de la ley.

Impacto local

Entretanto, Alberto Acosta Garbarino, titular de DENDE, recordó que el motor de la economía paraguaya es el sector agropecuario, donde nuestro país produce alimentos para abastecer a más de 80 millones de personas. Agregó que Paraguay no es ajeno al cambio climático y que esto es una enorme amenaza para la economía nacional, que es muy dependiente del clima.

“Como decíamos en varios espacios que tenemos, Paraguay tiene una economía clima-dependiente. Yo le agregaría inclusive agua-dependiente, porque del agua depende la agricultura, la ganadería, la producción de energía de Itaipú y Yacyretá, y que los ríos que nos llevan al mar, el río Paraguay y el río Paraná, sean navegables. Y este cambio climático es una amenaza que no podemos desconocer… Paraguay tiene que ver cómo se adapta y cómo mitiga el impacto de este cambio climático”, destacó Acosta Garbarino.

Finalmente, Yan Speranza, refirió que el sector privado es absolutamente clave, no solo porque gran parte de las tierras está en manos del sector privado sino porque lo necesita, ya que los mercados van a empezar a privilegiar a las economías verdes y entonces esta es una gran oportunidad para el país. También manifestó que la institucionalidad tiene que fortalecerse y lograr una mayor relevancia política, con mayores asignaciones de recursos para el sector ambiental.

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