Pasuco sí pero luisón, no

POR Alberto Yanosky

Director EIISA (Estructura Interdisciplinaria de Investigación Integral Socio-Ambiental) – UNAE.

Llama la atención a mucha gente el andar, la forma de moverse, de uno de los cánidos más lindos que tenemos en nuestra fauna, el aguará guasú o Chrysocyon brachyurus como lo conocemos científicamente. Ese andar de este gran zorro se denomina pasuco, porque mueve simultáneamente las dos patas del mismo lado; si bien el andar pasuco es referencia directa a los caballos, quienes conocen de caballos y ver caminar al aguará guasú, reconocen ese raro andar y forma de moverse. Este gran cánido pertenece al grupo de los perros, zorros y lobos, es el cánido de mayor tamaño de Sudamérica. Y hay una fuerte creencia popular de asociarlo con el mito del luisón o lobizón, y luisõ
en guaraní. Y hago referencia a esta “versión” guaraní ya que, en la mitología guaraní es uno de los siete monstruos, y en particular es el séptimo hijo de Tau y Keraná; criatura mitad hombre y mitad cánido (bestia), cuya figura guarda muchas similitudes con la leyenda europea del hombre lobo o lobizón. Por ello, y por otras cuestiones relacionadas con depredación de animales domésticos, el aguará guasú es perseguido y matado en muchas ocasiones en el campo.

Es un zorro extremadamente inofensivo para los humanos y para el ganado, que está siendo desplazado por la ocupación de su hábitat y sus poblaciones están siendo diezmadas por la cacería, la matanza sin sentido y la transformación de su hábitat. Es una especie con problemas de conservación por ello, y se la encuentra catalogada (en apéndide II) en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna Flora Silvestres (CITES).

Zorro: Foto: Tatiana Galluppi.

El aguará guasú prefiere los pastizales, las praderas y los humedales, si bien ingresan al bosque o a las selvas, en lo particular lo he visto ingresar a comer frutas de la palma pindó dentro de los bosques. Si bien es un carnívoro incorpora frutas en su dieta, de hecho, hay una planta solanácea en Brasil conocida como “lobeira” haciendo referencia a que prefiere esta fruta. Come también pequeños vertebrados como anfibios, reptiles, aves y mamíferos que habitan los pastizales. Es muy llamativo verlo saltar en los pastizales cuando está cazando un ratón. Descubre los nidos de las aves que anidan en el suelo y depredan sus huevos y pichones. Tiene un pelaje largo y muy tupido, rojizo o anaranjado que lo hace visible en los pastizales, el vientre y la cola son más claros mientras tienen zonas negruzcas en el hocico, extremidades y la espalda. Esa melena o crin es eréctil por lo que, en momentos de agresión, el aguará guasú puede parecer más grande de lo que es. Tiene orejas llamativamente grandes por lo que pareciera que el oír es una gran estrategia en los pastizales, si bien parece también que facilitar irradiar el calor para reducir la temperatura corporal.

Son muy buenos caminadores, de hábitos crepusculares, pasan ocultos durante el día; sus huellas son muy particulares, porque además de dejar marcadas las grandes uñas, tienen las almohadillas de los dos dedos medios unidos. Se comunican entre sí con unos aullidos roncos y de bajo tono, que es muy característico cuando el animal está en la zona.

He tenido la oportunidad de ser testigo de matanzas y debí asumir la crianza de varios de sus hermosos cachorros totalmente negros, los que se criaron con mis hijas cuando eran niñas. Llama la atención la coloración negra de los cachorros cuando sus padres tienen una llamativa coloración rojiza con una crin (que le da el nombre en inglés, de lobo crinado o lobo de crin, maned wolf). Si bien en español rara vez hacemos referencia al lobo de crin, el nombre en español más usado es aguará guazú o aguara guasu, por la traducción correcta al español sería “zorro grande” haciendo referencia al tamaño que alcanza este cánido.

Cada vez se lo ve menos, todavía existen animales en la región oriental y se suelen ver estos hermosos animales atropellados en las rutas, en particular en la Transchaco, pero es un habitante de los pastizales y humedales del Bajo Chaco, como así también en los pastizales y humedales del sur de la región oriental. Se han difundido inclusive algunas fotos de aguará guasú en sistemas productivos de arrozales. Fue un animal muy abundante en las áreas abiertas y sabanas del norte de la región oriental en zonas del Cerrado de Concepción.

Tenemos una inmensa responsabilidad de conservar su hábitat, mejorar la gestión de las áreas protegidas y enfocarnos en priorizar a la especie y sus poblaciones. Mucha de la información que manejamos viene del exterior.

Agradezco a Tatiana Galluppi por señalarme a esta especie para compartir experiencias y sus fotos.