Vía libre para aumento de dietas

En una reciente conferencia de prensa, el presidente de la República, Santiago Peña, optó por no condenar de manera directa la propuesta de aumento en las dietas parlamentarias que se discute en el Congreso. Ante la consulta insistente de los medios, Peña se limitó a señalar que este incremento no será incluido en el presupuesto actual y que su gobierno recomienda no aprobarlo.

“Siempre les pido apoyo para aprobar proyectos y ellos me respaldan”, expresó el mandatario al justificar su postura de no emitir críticas hacia el Poder Legislativo. Peña subrayó que no puede descalificar “las aspiraciones genuinas” de otro poder del Estado y que mantiene una postura de gratitud hacia los legisladores por la aprobación de más de 50 leyes en los últimos meses.

Propuesta polémica en el Congreso

En el Senado, trascendió que los legisladores planean eliminar el cupo de combustible de 5.000.000 de guaraníes, pero reasignar esos fondos para aumentar sus gastos de representación. De aprobarse esta iniciativa, los congresistas pasarían a ganar entre G. 32 y 37 millones mensuales, lo que ha generado indignación ciudadana.

El presidente reconoció la frustración de la ciudadanía frente a estas noticias y admitió que los cuestionamientos son válidos, especialmente ante la falta de mejoras tangibles en servicios públicos. Sin embargo, defendió su enfoque de trabajo, mencionando iniciativas como la Ley del Servicio Civil como un esfuerzo para responder a las demandas sociales.

Un presupuesto en debate

Peña recordó que el tratamiento del presupuesto nacional inició el 1 de septiembre y que, tras meses de discusiones en la Comisión Bicameral y la Cámara de Diputados, se logró su aprobación. Según el mandatario, cualquier intento de modificar las asignaciones presupuestarias debe ser analizado con cuidado para no contradecir las prioridades del Ejecutivo.

“Estoy abierto a conversar para que los intereses del Poder Legislativo no vayan en contra de los del Ejecutivo”, concluyó Peña, sin cerrar la puerta al diálogo con los senadores sobre este tema sensible.

Críticas públicas y presión social

La propuesta de los legisladores ha sido fuertemente cuestionada por diversos sectores de la sociedad, que exigen mayor austeridad y transparencia en el manejo de los fondos públicos. La opinión pública parece alinearse con el rechazo hacia cualquier aumento salarial que no sea justificado con resultados concretos en beneficio de la ciudadanía.

El silencio de Peña frente a una condena explícita del aumento plantea interrogantes sobre el equilibrio entre su relación con el Congreso y las demandas de la población, que sigue esperando señales de cambio en la gestión de los recursos del Estado.