Polémica instalada: ¿Menos horas, más vida?

El senador José Oviedo presentó un proyecto de ley en la Cámara Alta que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, una tendencia que, según el legislador, ya se implementa en el 70% de los países del mundo. La propuesta, basada en recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), apunta a mejorar la productividad y la calidad de vida de los trabajadores.

Oviedo argumentó que los países con jornadas laborales más cortas tienden a ser más productivos y registran mayores índices de Producto Interno Bruto (PIB) per cápita. Como ejemplo, mencionó que naciones de América Latina, como Ecuador y Chile, han adoptado estas medidas con éxito. “La recomendación es que trabajemos menos en Paraguay para que los trabajadores tengan una mejor calidad de vida y las empresas obtengan mayores ganancias porque un trabajador descansado produce más”, explicó el legislador.

Debate entre legisladores

La propuesta ha generado posturas divididas tanto en el Congreso, como en el sector industrial. Oviedo reconoció que algunos senadores, como Enrique Pettengill, se han mostrado en contra, principalmente debido a sus vínculos con el sector empresarial. Según Pettengill, la jornada laboral ya incluye una hora de descanso, algo que Oviedo desmintió: “No es así como él dice. Hay que ponerse en el lugar de las personas que hacen trabajo físico intenso, como quienes asfaltan calles bajo el sol o trabajan en fábricas sin aire acondicionado”.

El senador también destacó que, aunque algunos colegas proponen aumentar las horas laborales, este proyecto responde a una “tendencia mundial” y, aunque no se apruebe en esta ocasión, eventualmente será adoptado por el país. “Si no es en este periodo, será en el siguiente. Es el camino que están tomando las economías modernas”, añadió.

Un cambio necesario para la clase trabajadora

Oviedo insistió en que reducir la carga horaria beneficiará tanto a los trabajadores como a las empresas. “Muchos empresarios aún no han analizado a fondo los casos de éxito en países con economías similares a la nuestra”, señaló. También subrayó que la propuesta busca humanizar las condiciones laborales, especialmente para quienes realizan trabajos demandantes en términos físicos.

Finalmente, el senador reiteró su compromiso con la iniciativa, afirmando que, aunque no obtenga los votos necesarios ahora, seguirá impulsando proyectos en beneficio de la clase trabajadora. “Muchísimas propuestas hemos presentado. Algunas quedan como registro, pero no desistiremos de luchar por cambios significativos para nuestro país”.

El proyecto se encuentra en análisis en la Cámara Alta y promete ser un tema de intenso debate en las próximas semanas.