Destitución de Portillo, un duro mensaje para la politiquería y la prebenda

La destitución del político liberal Carlos Portillo de la Cámara de Diputados resultó una acción histórica en el estamento legislativo, ya que se constituyó en el primer diputado que pierde su investidura. Sus excolegas consideran que con esto se emite un fuerte mensaje a la clase política paraguaya, a fin de acabar con la prebenda y clientelismo que tanto perjudican al país.

“Hay una cuestión clara y lo que ocurrió es histórico. Hay que valorarlo. Pueden faltar más cosas pero es la primera vez que un diputado pierde su investidura por un hecho claro de corrupción”, declaró el legislador Sebastián Villarejo, del Partido Patria Querida (PPQ), en entrevista con El Nacional.

El parlamentario manifestó que esto representa un gran paso para dar comienzo al fin de la política de la prebenda y clientelismo. “Esos males sacan la dignidad al funcionario. Esa política que destruye la relación de la misma con la gente, debe acabarse”, afirmó.

A su criterio, este tipo de política en realidad es politiquería y está ligada a la muerte. En ese sentido, manifestó que en la actualidad queda totalmente en evidencia cómo la politiquería crea cargos y operadores, pero que no hospitales ni escuelas. “Por eso hoy estamos como estamos”, expresó.

Villarejo añadió que lo concretado en la Cámara Baja, con la destitución de Portillo, se logró dar un paso importante que no debe ser el último sino uno de los primeros. “A lo largo de estos años ya dimos varios pasos. La listas desbloqueadas, la Ley de Financiamiento, los gastos sociales de Itaipú. Son grandes pasos que nos llevan hacia un mejor país”, aseveró.

El diputado insistió que este método y viejo vicio de la clase política debe acabar, ya que solo muestra la miserabilidad del ser humano cuando se aprovecha de la necesidad de algún funcionario para sacarle dinero a fin de ofrecer un nombramiento, según indicó.

“Esta práctica, que es un secreto a voces, no se da en el Congreso nomás. Se da en las municipalidades y ministerios. No es propia de un color, definitivamente, sino de gente que no se merece ningún tipo de respeto”, arremetió.

Por último, Villarejo manifestó tener la esperanza de que a partir de esta serie de pasos se pueda arrancar un nuevo proceso que dignifique la función pública. “No podemos dejar de lado también que entre estos audios hay relacionamientos con la Justicia. Debemos también mejorar ahí. La Justicia no debe ser un producto que se venda, sino que debe estar al servicio justo de la ciudadanía”, culminó.