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Opinión

Taça Libertadores Do Brasil

POR Tomás Cortez
Escritor.

UNO

El Negro anotó tres goles, en cada una, hubo jugadas magistrales. El primero, pase largo, bombeado, a Pelé, quien la recibió en el borde del área, rodeado de dos defensas. Entonces, hizo fácil lo difícil: un sombrero a Manga; el segundo, vino un centro desde la izquierda y el 10 hizo el salto imposible, rodeado de rivales más grandes, como en la final del Mundial de México 70; el tercero, le robó el balón al lateral, en el área, y luego de driblear al arquero, este lo derribó. Todo en menos de 20 minutos. Fue hace 61 años, Santos y Botafogo jugaban la semifinal de la Libertadores. El encuentro de ida, en Santos, había terminado empatado. La vuelta fue en Rio, los cariocas tenían un equipazo: Garrincha, Zagalo, Nilton Santos, Quarentinha y Manga, entre otros. El equipo paulista tenía a Pelé, con eso bastó. Terminó 0-4 a favor de los visitantes.

Diez años más tarde, el Fogão, volvió a clasificar a la segunda fase de la Libertadores. Entre sus estrellas, estaban: Jairzinho, Marinho Chagas, Dirceu, Brito y el lobo Fischer. Era el favorito. Sin embargo, perdió clamorosamente ante Colo Colo, (que debió ser campeón ese año); el Maracaná fue testigo de aquella noche aciaga, un 1-2, que debió terminar 1-3. También está, en el pretérito, el partido en Asunción, ante Cerro Porteño (el crack Saturnino Arrúa estaba lesionado). Los brasileños ganaban 2-0, sin sobresaltos. Corría el minuto ochenta; en los siguientes cuatro minutos, todo cambió. El encuentro acabó 3-2 a favor del equipo azulgrana. Botafogo terminó último en su grupo.

El año pasado quedó en ridículo al perder el Brasileirao en las últimas jornadas. Lo había liderado, por más de 30 fechas. En el fútbol, el factor psicológico es fundamental, tanto como el físico, la técnica o lo táctico. Hicieron los ajustes necesarios. Trajeron a Barboza, defensa central, argentino, envidiable juego aéreo y un físico que intimida. Dio tumbos por distintos equipos de poca monta y logró encontrar su lugar en Rio. Luiz Enrique, el excelente delantero, que volvió del Betis español, donde no era tenido en cuenta. A Jefferson Savarino lo compraron de la infladísima MLS. A esos se suman: Igor Jesus, Thiago Almada (campeón del mundo con Argentina) y Vitinho. Creo que los campeones -siempre- tienen un punto referencial. Hace 3 años, Flamengo, dio un recital, en el Amalfitani, con una goleada histórica. Por su parte, el Fogão hizo los 45 minutos, más perfectos, que se recuerden en una Copa Libertadores. Lo apabulló al Peñarol, que vivía, en un estado onírico. Esta clase de torneos, siempre dan la chance a equipos -con pasado glorioso y presente grisáceo- para que puedan avanzar. El año pasado, a Olimpia le sucedió lo mismo. Ambos, eliminaron a un Mengão, sin identidad propia y funesto en defensa. Fluminense, el 2023 y ahora el Botafogo, los devolvieron al mundo real. Hay muchas similitudes entre el Tricolor y la Estrella Solitaria: Posesión, juego a un toque y presión alta. Más aún, con los jugadores virtuosos que posee.

DOS

El Galo tenía un cuadrazo en 1981. Clásicos eran sus encuentros con el Fla. Las estrellas eran: Reinaldo, Eder, Toninho Cerezo, Palinha y Luizinho. Hubo un tercer match, para definir quien pasaba a la segunda fase de la Libertadores. Un 21 de agosto se jugó el partido del escándalo, el Atlético sufrió la expulsión de seis jugadores, está en Youtube, la ignomiosa actuación del réferi. El Rubro Negro pasó a la siguiente etapa y ganó, lógicamente, la Copa.

El 2013, contó con Ronaldinho. Eran los últimos pasos, del genio. La primera fase, el Galo demostró su gran nivel, junto con los destellos del Diez. Sin embargo, en los cuartos de final y semifinales, bajó su nivel, ostensiblemente. Sin ánimos de equivocarme, si Independiente Santa Fe, Olimpia o Newell’s hubieran salido campeones, no hubiera sido injusto. En absoluto, los cuatro estaban a un mismo nivel. El Atlético Minero se clasificó para la final y salió Campeón, por medio de la tanda de penales.

Este año, contrataron a Gabriel Milito, de gran campaña con Argentinos Jrs. Ganaron el Estadual y comenzó con todo el Brasileirao. Su filosofía era de presión constante, posesión y ataque. El Atlético se maneja a nivel europeo, instalaciones de primera y avión privado. Tiene una base, el líder es Hulk. Esa es una ventaja de los equipos grandes del Brasil, pueden mantener su plantilla, sin problemas. Junior Alonso, dejó Rusia y volvió a Belo Horizonte; Bataglia es un pilar en la defensa; Everson es uno de los mejores del continente; Scarpa un exquisito, al igual que Zaracho (está volviendo de una lesión). Fausto Vera, el volante argentino, encontró su lugar en el equipo, Hulk y Paulinho son los delanteros temibles. Por último, está Deyverson, una especie de Jhon Kennedy del Galo. Imprevisible, tribunero y capaz de inquietar a toda una defensa. Aplastó a River en la ida. El domingo 10, define la Copa Brasil, ante un renacido Fla. Está en décimo lugar, en el Brasileirao. Entonces, cae la pregunta de madura.

– ¿Es el Brasileirao más difícil que la Copa Libertadores?

TRES

Unos periodistas y youtubers, argentinos a la cabeza, pide un cambio de formato. En lo que respecta, al tema económico se hacen los boludos. El aporte de los auspiciantes y los derechos televisivos, es por la influencia y presencia de los teams brasileños, quienes modificaron todo el universo monetario. De ahí, que el premio haya subido a 23 millones de dólares para el Campeón y 7 millones de dólares para el Subcampeón. El PBI del país-continente es de 3,7 billones de dólares. Es la mayor economía de América del Sur. La Conmebol estima los ingresos en 862 millones, por derechos de televisación del Torneo Continental. En tanto, que los acuerdos comerciales superarían los 300 millones de dólares.

– ¿Es necesario otra explicación?

Es cierto, que es difícil competir, si no imposible.

– ¿Pero qué hacemos?

– ¿Una Copa Libertadores sin brasileños?

– ¿Sacarles los cupos que tienen?

Es ridículo por donde se mire. Desde hace más de 30 años que los países del continente, imitaron el nefasto Torneo Argentino (Apertura y Clausura) y sus inentendibles promedios. Todo hecho, para que los grandes -en cada país- no desciendan. Con Chiqui Tapia, al frente, todo empeoró, al crear un torneo de 30 equipos y sin descenso. Le quitó seriedad y competitividad al campeonato. Lo volvió mediocre. Ahí están los resultados: River, nunca jugó ante un rival de fuste. Cuando lo hizo, fue eliminado. Ojo, también, se equivocó en las compras que hizo. Si bien, muchos resaltan la billetera de los clubes brasucas, lo más importante es el proyecto. El Botafogo contrató a un técnico portugués de nivel: Arthur Jorge, que llevó al Braga -equipo chico- a clasificar a la Champions League. Mientras tanto, Flamengo, gastó ingentes cantidades de dinero; sin embargo, desde hace 2 años fracasa, rotundamente, en el torneo. Palmeiras, a partir del 2020, sostiene al técnico Abel Ferreira. El Verdao tiene una identidad indiscutible; Fortaleza, está a punto de clasificar a la Copa del 2025, con Vojvoda, que los dirige desde 2021. Trajeron a técnicos de nivel, como Milito, Zubeldía y Ramón Díaz. El Brasileirao es uno de los torneos más importantes del mundo. Lo coloco detrás de la Premier y la Liga. Encima, es mucho más complicado, por la geografía, distancias y variedad de climas. Tienes 20 equipos que pelean siempre por algo. Doce clubes pelean por clasificar a la Libertadores o Sudamericana. Los cuatro restantes por ir a la Copa, de segundo orden, y no descender. Con un aditamento, que no sucede en ningún lado, tiene 4 descensos directos.

Entonces, excluir a los equipos brasileños o disminuir el cupo, no dará oportunidades a los demás de ganar, si posiblemente de llegar a la final, pero no de ganarla. Debemos mejorar los torneos, hacerlos más competitivos. En la Champions League vemos, que los campeones de los últimos 10 años son el Manchester City, Liverpool, Real Madrid, Barcelona, Bayern Munich y Chelsea. Esto es, los equipos grandes y poderosos. La última vez que un equipo, de Europa del Este, ganó la Orejona fue la Estrella Roja en 1991. Y a eso avanza la Libertadores. La Sudamericana es distinta, ahí está Racing, que es favorito para ganarla. Tal como lo hizo en su momento LDU o Independiente del Valle. Creo que, por ahí, está el camino.

Mientras tanto, los argentinos se van a tener que bancar una final brasileña en el Monumental. Confirmando el dicho del país-continente.

– Alegría nao tem fim.

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