Fiesta democrática con sabor agridulce

En la semana vivimos una fiesta democrática. En estos días de múltiples actos eleccionarios, concretados en el Día D, o como dice la gente, el día de las votaciones, hemos sido partícipes de un momento en que todos los movimientos y partidos políticos del país congregaron a la ciudadanía a fin de depositar sus votos a favor de los postulantes de su confianza. Fue un día de una gran fiesta cívica, que presentó la oferta de postulantes para varios cargos electorales; se colocó delante del elector un abanico tan amplio de posibilidades que en varios momentos se pudo observar las dificultades que se plantearon para hacer el click exactamente donde corresponde, ya que, en algunos casos, había que marcar en la máquina la identificación de once candidaturas. Las dificultades que se plantearon ponen en evidencia que se requería no solo entendimiento de la tecnología, sino también el manejo del tiempo para la tarea. En varios casos, se tuvo que recurrir a la ayuda de terceras personas para este acto personalísimo y secreto del depósito del voto.

Esta previa nos anuncia las elecciones generales en abril, y nos alerta que hay que destinar programas pedagógicos de entrenamiento para que los ciudadanos puedan acercarse a estas máquinas sin temor y con agilidad, de modo a no tomar tanto tiempo que pueda alterar el ritmo, a fin de que nadie pierda la paciencia y termine retirándose sin votar. Y es bueno que esta fase previa de las elecciones generales se haya realizado en este tiempo, ya que la posibilidad del ingreso de nuevas personas en el escenario de las autoridades nacionales y especialmente en la silla presidencial, se produce en vísperas del inicio de un nuevo año, con nuevas ilusiones, nuevos proyectos y nuevas esperanzas de que el año que viene será mejor. Uno de los candidatos presidenciales repite sin pausa “Patria o mafia”, y el otro repite también incansable y enfáticamente “Vamos a estar mejor”. Nada específico en ninguna de estas dos repetidas consignas. Otros hablan de innovación y promesas de transparencia sin corrupción.

El otro punto destacable en el marco de estas elecciones internas es la función de las redes y la publicidad de los medios respecto al lobby de los candidatos y candidatas, quienes aparecieron con maquillajes impecables, con un discurso bien recitado sobre sus compromisos y las políticas públicas que impulsarían si fueran elegidos. Solo sabremos más tarde, en el ejercicio de sus funciones, si su discurso respondía a un deseo verdadero o a simple marketing. Algunos plantearon propuestas atractivas, pero la mayoría de ellas genéricas, sin explicación del cómo lo harían.

Al mismo tiempo en que se planteaban las innovaciones en políticas públicas por parte de los futuros parlamentarios y parlamentarias principalmente, se sintió la indignación de la sociedad en general por  los repetidos delitos de abuso sexual contra los niños y las niñas, el último mencionado tuvo como protagonista central a una niña indígena, que terminó en su muerte a causa del abuso sexual de un paraguayo no indígena, trayendo a luz también la persistencia de la trata de adolescentes llevadas al exterior para la prostitución.

En este tiempo surgió también con mucha fuerza la problemática de la violencia en las redes respecto a la libertad de pensamiento y de expresión, que tuvo como protagonista a la prestigiosa comunicadora Menchi Barriocanal, quien recibió amenazas con mensajes de incitación a la violencia, lo que obligó a la periodista a presentar una denuncia sobre dicha agresión sufrida por la manifestación de sus ideas sobre una cuestión de interés general, cual es la educación. Este proceso trajo como resultado una resolución judicial, que constituye un precedente de relevancia, con la adopción oportuna de una medida cautelar para prevenir este tipo de actos de violencia, perpetrados en violación de los derechos a la libertad de pensamiento y de expresión reconocidos en la Constitución Nacional y en la normativa internacional. Espero que todos los postulantes a las elecciones nacionales coloquen en sus compromisos la prevención de estas situaciones que sufrimos a diario, ya que en la responsabilidad para la construcción de políticas públicas participan los tres poderes del Estado y la sociedad civil.

Los hechos antijurídicos mencionados ponen en evidencia la importancia del conocimiento y la puesta en práctica de los derechos humanos, y varios analistas opinaron que no basta con cumplir con las formas democráticas, ya que mientras se violen impunemente los derechos humanos, no tendremos un Estado de derecho. No se escuchó, efectivamente, invocación de los candidatos respecto al cumplimiento de los derechos humanos en su forma amplia, si bien las promesas se centraron sobre reivindicaciones importantes como el bienestar económico para todos y todas. Algunos hablaron de política de empleo, otros hablaron de la seguridad de inversión, otros sobre la justicia tributaria, la lucha contra la mafia, pero pocos se manifestaron sobre política pública de tierra para todos y todas, ni sobre la recuperación de las tierras mal habidas.

Acabamos, en este contexto, de disfrutar de una fiesta en el sentido de la buena práctica de las formas democráticas. Ahora nos esperan las nacionales que serán las definitivas, y seguramente se inicia el periodo de intensas negociaciones en el marco de un panorama difuso, en el  que se tiene la impresión de que los postulantes elegidos no están dando la confianza suficiente a la ciudadanía, quedando en el espejo  el reflejo de un escenario complejo con sabor agridulce, que esperamos se vaya disipando para abrir un nuevo tiempo hacia una sociedad libre e igualitaria, “para que nadie quede atrás” en el año 2023.¡Feliz Navidad con paz, amor y fantasía! ¡Feliz Año Nuevo!