La Navidad a través de dos continentes: del pesebre paraguayo al Belén europeo

La tradición de recrear el nacimiento de Jesús ha sido un símbolo profundamente arraigado en diversas culturas, cada una aportando su visión única sobre este evento histórico. Mientras que en Paraguay los pesebres reflejan una tradición íntima y sencilla influenciada por las misiones jesuíticas y franciscanas, en Europa, el belenismo se ha convertido en una expresión artística detallada y monumental, especialmente en países como Italia y España.

Desde El Nacional, conversamos con Miguel Vargas, un compatriota que ha convertido su pasión por los pesebres y la colección de figuras, hasta plasmarlo en el arte belenista como una experiencia trascendental. Vargas es el encargado de crear cada año el Belén que se presenta en Mercadillo Navideño de El Corte Inglés, uno de los centros comerciales más importantes de España. Se trata de una exposición que se estila mucho en dicho continente, especialmente países como Alemania, Bélgica e Italia.

Este trabajo, admirado por miles de visitantes, no solo refleja la rica tradición europea, sino que también abre un puente cultural con las raíces de los pesebres tradicionales de Paraguay.

¿Cuál es la diferencia entre el Pesebre y la recreación de Belén?

El entrevistado nos explicó que, los pesebres en Paraguay tienen sus raíces en la evangelización de los jesuitas, quienes adaptaron elementos culturales locales para transmitir el mensaje cristiano. Este tipo de representación se caracteriza por el uso de materiales naturales como barro, madera y el popular “ka’avove’i”, además de incluir figuras rústicas que capturan la esencia de la vida rural. En muchos hogares paraguayos, el pesebre se enriquece con detalles personalizados que reflejan la vida cotidiana de las familias.

La anunciación. Foto: Miguel Vargas.

Por otro lado, en Europa, la tradición del Belén surgió en 1223, cuando San Francisco de Asís presentó la primera representación viviente del nacimiento de Cristo en la región italiana de Greccio. Este evento marcó el inicio de una tradición que evolucionó hacia el uso de figuras escultóricas. Según registros históricos, el primer Belén con figuras, y no con personas vivas, se realizó en 1252 en Alemania.

“En el siglo XVIII, el arte del Belén alcanzó su apogeo en Nápoles, donde artesanos crearon escenas detalladas con figuras exquisitamente decoradas, que incluían no solo a los personajes bíblicos, sino también escenas de la vida cotidiana de la época. Este estilo napolitano llegó a España gracias al Rey Carlos III, quien trajo consigo su pasión por los belenes cuando asumió el trono. La Corte madrileña se convirtió en un referente del belenismo, con elaborados montajes que incluían cientos de figuras y paisajes minuciosamente diseñados”, detalló.

La carpintería de San José. Foto: Miguel Vargas.

Mientras que en Paraguay el pesebre tiene un carácter más devocional y familiar, en Europa el belén es un compendio de arte, tradición y espectáculo. En España, por ejemplo, los belenes son protagonistas de ferias navideñas y eventos culturales, donde se integran elementos arquitectónicos, paisajísticos y decorativos. Muchos de estos montajes incluyen efectos de luces y sonidos que buscan transportar al espectador a la época del nacimiento de Jesús.

“El proceso de incorporación fue gracias a la dedicación y la pasión que tengo de coleccionar figuras de talleres desaparecidos en la actualidad. Me presenté de forma independiente a enseñar fotos de los nacimientos que montaba en mi casa y llevé 3-4 figuras más bonitas y poco vistas. Se quedaron maravillados y decidieron darme la oportunidad sin ser conocido o tener un prestigio, ya que los montajes de belenes en sitios públicos son adjudicados a las Asociaciones de Belenistas que cuentan con una trayectoria y son especialistas en montajes de belenes. Yo era solo un loco que coleccionaba figuras de Belén y que montaba en su casa. El Corte Inglés hizo realidad el sueño que yo tenía de que mi colección alguna vez fuese admirada por mucha gente”, destacó con entusiasmo.

Recreación de Belén. Foto: Miguel Vargas.

Una tradición que cumple 800 años

En este 2024, la celebración del 800 aniversario del primer Belén realizado por San Francisco de Asís ha cobrado un significado especial. Estas representaciones, ya sean simples o complejas, comparten un mensaje común: unir a las personas a través de la bondad, la generosidad y el amor que encierra la Navidad.

Recreación de Belén. Foto: Miguel Vargas.

El contraste entre el pesebre paraguayo y el Belén europeo no solo destaca las diferencias culturales, sino también la diversidad de interpretaciones de un mismo mensaje espiritual. Ambas tradiciones, aunque distintas en forma, comparten un profundo sentido de comunidad y fe, recordando que la esencia de la Navidad trasciende fronteras.

Respecto a su pasión, el compatriota explicó que se trata de un pasatiempo que pudo reflejarlo a una actividad admirada por miles de personas, al tiempo de instar a los demás a perseguir sus sueños.

“Me gusta pintar y restaurar figuras, es algo innato en mí, no he estudiado ni nada, solo me apasiona. Mi mensaje es que siempre hagan lo que les apasiona y les dicta el corazón y que no hay mayor recompensa que hacer lo que te gusta y que por sobre todo sea admirado y valorado por los demás”, concluyó el entrevistado.

Miguel Vargas se define como un artista innato y apasionado. Foto: Gentileza.