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Nuevo accidente en autódromo abre debate sobre seguridad

Un nuevo accidente registrado en el Autódromo Rubén Dumot, conocido anteriormente como Aratirí, ha reavivado la discusión sobre las condiciones de seguridad en esta emblemática pista de carreras. Durante la disputa de la última fecha del Campeonato de Pista del Club de Automovilismo del Paraguay (CAV), se produjo un impacto significativo, aunque, afortunadamente, las tripulaciones involucradas resultaron ilesas.

Antecedente trágico

Este incidente ocurre en un contexto de luto reciente, tras el fallecimiento del piloto Carlos De Oliveira en un accidente ocurrido en la misma pista. Este suceso trágico, junto con otros episodios, ha puesto en evidencia la necesidad de replantear las medidas de seguridad del circuito.

La actual infraestructura, incluyendo los muros de contención de cemento, ha sido objeto de críticas por parte de pilotos, equipos y aficionados. Muchos señalan que estos sistemas no absorben adecuadamente la energía de los impactos, incrementando los riesgos para los conductores y sus vehículos.

Propuestas de mejora

Voces del automovilismo local proponen una alternativa clara: sustituir los muros de cemento por barreras de goma o cubiertas de caucho recicladas, una solución económica y accesible que ya se utiliza en competencias internacionales como la Fórmula 1. Estas barreras no solo absorben mejor los impactos, reduciendo la gravedad de los accidentes, sino que también aprovechan materiales disponibles en abundancia en el país, como cubiertas en desuso.

El costo de implementación podría reducirse involucrando a voluntarios y fomentando alianzas con empresas que donen o reciclen neumáticos. Además, la creación de estas barreras podría generar empleo temporal para su instalación, fortaleciendo el compromiso de la comunidad con la seguridad en el deporte.

Llamado a la acción

El automovilismo es una pasión para miles de paraguayos, pero también implica riesgos que no deben ser minimizados. La seguridad de los pilotos, equipos y espectadores debe ser prioritaria. El reciente accidente sin víctimas debería ser una advertencia y una oportunidad para tomar medidas antes de lamentar nuevas tragedias.

Es momento de que las autoridades deportivas y gubernamentales, junto con el sector privado y la sociedad civil, unan esfuerzos para mejorar las condiciones del Autódromo Rubén Dumot. Solo así se garantizará que esta histórica pista siga siendo un lugar de competencia y emoción, pero también de seguridad para todos.

Por el futuro del automovilismo nacional, el debate debe traducirse en acciones concretas y urgentes.

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