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Permiso del menor: ¿Qué hacer cuando una de las partes se resiste a firmar?

Uno de los momentos más tristes que puede vivir un niño de padres separados es cuando, lleno de ilusión por un viaje al extranjero, uno de sus progenitores se niega a autorizarlo, ya sea por desacuerdos o por estar en conflicto con el otro.

Aunque existen diversas razones por las cuales uno de los padres puede negarse a otorgar el consentimiento, afortunadamente es posible acudir a la justicia para que el menor pueda realizar el tan anhelado viaje planificado.

En ese contexto, desde El Nacional, conversamos con la abogada Valeria Vega, profesional con amplia experiencia en el ámbito de la niñez, quien nos pudo despejar algunas dudas al respecto.

Si bien todos los profesionales recomiendan el diálogo como primera opción, cuando esta vía se agota, es posible recurrir a la Corte. El interesado debe acudir al Palacio de Justicia, acompañado por un abogado, para iniciar la solicitud correspondiente.

Posteriormente, se recurre al Juzgado de la Niñez y Adolescencia de la zona correspondiente, donde se solicita formalmente la venia. Por lo general, se trata de un proceso lento, pero de acuerdo al juez, se tiene en cuenta la fecha de viaje para acelerar el proceso.

“Cuando alguien planea un viaje con su hijo, y uno de los padres se opone, le recomendamos que solicite una venia judicial, de preferencia, un mes antes de la fecha del viaje”, explicó la abogada.

El niño no es un objeto, pero lamentablemente hay progenitores que no comprenden este aspecto y lo utilizan como herramienta de represalia ante ciertas circunstancias. Al respecto, la entrevistada explicó que, a pesar de la separación, los padres deben seguir garantizando el mismo estilo de vida para el menor.

“En estos casos, los niños no deberían de sufrir en su normal desenvolvimiento de vida, si bien es cierto que la ley obliga a ambos padres a seguir proporcionándoles el mismo estilo de vida al que estaban acostumbrados antes de la separación o conflicto de la pareja. Hay casos donde el capricho de uno de los progenitores obstaculiza la posibilidad del niño de realizar un viaje, ya sea de vacaciones, de salud o de relacionarse con familiares que viven en el extranjero, imposibilitando que pueda establecer lazos afectivos”, lamentó.

Es importante recordar que el Congreso Nacional está estudiando un proyecto de ley que busca agilizar y fortalecer el proceso de Autorización de Viaje al Exterior de Niños, Niñas y Adolescentes —comúnmente conocido como “Permiso del menor”—, especialmente en las zonas fronterizas del país.

Esta iniciativa, encabezada por el Ministerio de la Niñez, busca garantizar la seguridad y protección de niños, niñas y adolescentes que cruzan las fronteras por diferentes razones. La clave de este proyecto radica en la digitalización del permiso, permitiendo su emisión y control a través de códigos y plataformas seguras. De esta manera, se elimina la necesidad de documentos físicos, reduciendo el riesgo de falsificaciones y agilizando el proceso para las familias.

“En nuestra actual legislación los procesos son un poco lentos, dependiendo en qué juzgado se tramita el juicio, además de que muchos de los que solicitan estos permisos de visita no cumplen con los horarios ni días de visita, o el progenitor que debe de facilitar el relacionamiento lo impide de todas las formas posibles, creando otros tipos penales, como ser el desacato a una orden judicial, pasando a instancias penales. En cuanto a la restitución internacional, también existe mucha morosidad y normalmente es a causa de los demás problemas que tienen en común los padres”, opinó Vega sobre el proyecto.

En ese contexto, explicó que también las autoridades paraguayas han acatado las órdenes de presentar al niño, niña o adolescente ante la autoridad competente. No obstante, cabe mencionar que los permisos, en muchos casos, evitan una separación total y garantiza la seguridad y el arraigo del menor en su país de origen.

“Existe un alto porcentaje de padres que solicitan la venia judicial con fines de radicación, dejando ya establecido la forma en la que se va a relacionar con el progenitor que no conviva, además hay casos de mujeres de nacionalidad paraguaya que vuelven con sus hijos por el permiso temporal que le otorga el padre de 90 días y una vez que finalice el periodo inicia una radicación para el niño a fin de regularizar la situación del niño en el país”, explicó la profesional.

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