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Pbro. Dr. Villagra: “La Semana Santa es para repensar las metas en base a la voluntad de Dios”

La Semana Santa representa en nuestro país un tiempo de reflexión y reencuentro de las familias porque se recuerda la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesucristo. El Pbro. Dr. César Nery Villagra Cantero considera que, para los cristianos, estos días no deben ser tomados como unas “minivacaciones” para realizar actividades de ocio, sino que deben ser para repensar las metas, objetivos y anhelos, pero de acuerdo a la voluntad de Dios.

En entrevista con El Nacional, el padre Villagra Cantero realizó un análisis sobre la importancia de la Semana Santa, la pasión y resurrección de Jesucristo, además también de la explicación de Santísima Trinidad, la celebración del Domingo de Pascuas y la incidencia de la Iglesia en las actividades litúrgicas.

¿Cómo impactó la vida de Jesucristo en la historia?

Y la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo cambiaron la historia. En primer lugar, la humanidad, desde el punto de vista de la localización histórica, siempre habla de antes de Cristo y después de Cristo. Incidió, fundamentalmente, yo creo que en todo el mundo, a pesar de que en Oriente, pueden tener otras mediciones, pero estamos todos de acuerdo en que la medición del tiempo se da antes de Cristo y después de Cristo. Es como que divide la historia. Divide la historia antes de él y después de él. Eso en primer lugar.

Y en segundo lugar, recogió a tantos seguidores y seguidoras, lo que suscita inmediatamente la pregunta, ¿pero quién es este que suscitó tantos seguidores que hasta hoy la gente le sigue y entrega su vida por él? Y lucha y dedica todas sus energías, sus fuerzas vitales por él. Entonces nos da esta gran interrogante. No puede ser un hombre ordinario, sino que es extraordinario. Lo que nosotros decimos es un Dios hecho hombre, que viene justamente a compartir nuestra realidad. Viene a unirnos a Dios, a llevarnos a Dios, a sacarnos de este estado de miseria que el pecado ha producido.

¿Por qué es importante la Semana Santa?

La Semana Santa es importante sobre todo para los creyentes, para los cristianos, para los católicos, principalmente porque recordamos lo más importante de nuestra fe, es decir, la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Y esto nos remonta a los orígenes de nuestra fe y sobre todo al acto redentor de Jesús que vino para dar su vida por nosotros. Y por eso, nosotros, derramó su sangre en la cruz, de tal manera que Dios, su Padre, vea con beneplácito esta acción y mediante eso, nos salvemos. Básicamente, esa es la razón fundamental.

Jesucristo como “hijo de Dios” y la explicación de la Santísima Trinidad

Sí, él es hijo de Dios, un título, digamos, que él recibe en cuanto que él emerge, por decirlo así, es engendrado, es la palabra correcta, teología del Padre. Y entonces, entre el Hijo y el Padre, después se engendra el Espíritu Santo. Por lo tanto, Dios, que sigue siendo uno, es también al mismo tiempo trino, es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por lo tanto, cada miembro de la Trinidad Santísima es verdadero Dios. Por eso de Jesús, en el creonicero Constantino Politano decimos, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien fue creado todas las cosas. Es decir, él es verdaderamente Dios, pero forma también una sola unidad. Es la misma naturaleza que el Hijo, es la naturaleza del Espíritu Santo, es la naturaleza del Padre.

Es como una flor, yo se lo decía a la gente, que tiene tres elementos, tres elementos fundamentales, sin los cuales no sería lo que es, y que no se pueden separar, pero son tres, y forman una sola realidad. Imagínate una rosa, una flor, tiene tres elementos fundamentales, color, olor y forma. ¿Vos podés quitar uno de esos elementos? No, no podés. ¿Por qué los tres son inherentes? Tiene color, olor y forma. Entonces, son tres, pero en realidad son una sola entidad, que es la flor, la rosa.

Así también, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y eso es una analogía, y toda analogía tiene sus límites. Padre, Hijo y Espíritu Santo son tres personas distintas, pero uno solo y verdadero Dios. Entonces, cada uno cumple dentro de esta sociedad perfecta, que es la Trinidad, un rol determinado. El Padre cumple la función de la creación, por decirlo así. El Hijo de la redención y el Espíritu Santo, la santificación.

¿Por qué envidiaban y odiaban a Jesús siendo que él era el proclamado “Mesías”?

Bueno, yo sobre todo lo que puedo decir es que había envidia de la clase dirigencial, los sumos sacerdotes, los escribas, los fariseos, porque él se presentaba con una gran autoridad. Es interesante que Marcos, por ejemplo, en este sentido dice que él enseñaba con autoridad y no como los escribas. Entonces, cuando dice que enseñaba con autoridad, está queriendo decir que enseñaba con coherencia y también sus palabras estaban acompañadas de obras, de acciones concretas, de milagros, ¿verdad? Sin embargo, los escribas enseñaban, pero muchas veces ni siquiera cumplían lo que ellos predicaban.

Por lo tanto, había una incoherencia, Jesús era totalmente coherente y fue hasta el final coherente porque murió por lo que él predicaba. Entonces, en este sentido, suscitó una envidia y la gente decía, ¿de dónde este saca tanta sabiduría? Si es el hijo del carpintero, ¿de dónde ha salido este? ¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno? En ese sentido había una envidia, porque él no es un rabino de Jerusalén como los demás que haya estudiado en una escuela específica. No, él viene con una ciencia, con un conocimiento que es propio de Dios.

¿Por qué se celebra la Pascua el domingo?

Y nosotros celebramos la Pascua el domingo, porque es el domingo el día en que Jesús resucita. En el Apocalipsis 1:10 vamos a encontrar la expresión en latín “Dies domini”, que quiere decir en el día del Señor. Porque el domingo Él resucita, que sería lo que equivale al Sabbat de los judíos. De tal manera que con ese acto de resurrección comienza el día, el nuevo día, el primer día.

Y así inaugura, digamos, una nueva era, un nuevo tiempo que se basa básicamente en las enseñanzas de Jesús. Él trae un nuevo orden, un nuevo sistema, unas nuevas normas o leyes, por decirlo de alguna manera. Trae el sermón del monte. Es una superación ya, digamos, del antiguo Israel. Y ahora tenemos un nuevo Israel con Él, una nueva Jerusalén también que Él nos promete de nuevo, de manera que Él renueva todas las cosas. Hace nuevas todas las cosas para que nosotros podamos también entrar en ese camino que lleva a la patria definitiva.

Explicación sobre el rol de la Iglesia en Pascua

Y el rol de la iglesia es celebrar, recordar, presidir, estar al servicio de la gente que quiera confesarse, que quiera participar de los acontecimientos fundamentales, de la recordación de estos acontecimientos fundamentales de nuestra Pascua cristiana, de tal manera que cada vez más se vaya asociando e insertando a Jesucristo.

Entonces la iglesia cumple ese servicio, esa misión de predicar el reino, de presentar al reino. La iglesia no se confunde con el reino. El reino es superior, el reino es la meta a la que tenemos que llegar. Y la iglesia es la que nos ayuda a llegar hasta el reino.

¿Qué debería hacer un cristiano esta Semana Santa?

Y en la Semana Santa lo que todo creyente debe hacer es, pues, orar, cumplir con las prescripciones que plantea la Iglesia, hacer obra de caridad. Y sobre todo y principalmente yo creo que tiene que repensar sus objetivos, sus metas, sus anhelos y sus esperanzas. Porque ¿dónde ciframos nosotros nuestras esperanzas? ¿Dónde están nuestras metas? Porque si nuestras metas no son las metas que Dios nos propone por la vocación que cada uno tiene, entonces van a ser unas metas mundanas, diferentes de las de Dios. Entonces yo necesito centrar mis metas o coordinar mis metas con la voluntad de Dios. Si yo no obro según la voluntad de Dios, es un fracaso seguro.

Y esa es la máxima justicia, hacer la voluntad de Dios. De manera que los cristianos deberían no tomar (alcohol) esta Semana Santa, digamos, no es para unas mini vacaciones, sino más bien para poder tener un recogimiento.

Es una vez al año, en la casa, en la familia, rezar, orar, compartir, hacer abstinencia, hacer penitencia. De tal manera que poco a poco se vaya modelando conforme con Cristo, que es nuestra imagen fundamental, es la imagen de Dios, el Dios invisible. Es la imagen visible del Dios invisible. Y nosotros tenemos que asimilarnos a Cristo de tal manera que también de esa manera nos asimilemos a Dios.

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