Las primeras fiestas tras la separación de los padres: ¿cómo afrontar estas fechas?

Hoy en día, una situación muy recurrente es la vida de niños con padres separados, ya sea por la elevada tasa de divorcios o por la sencilla razón de una división familiar entre los progenitores. Para muchos, estas serán las primeras fiestas en esta situación.

Desde El Nacional conversamos con la Lic. Belén Espínola, profesional en Psicología Infantil y Educación Emocional, a fin de consultar sobre los principales consejos profesionales para que los menores de edad afronten de la mejor manera posible estas fechas tan importantes.

“Realmente sí es un desafío para la familia el tema de la separación de los padres, principalmente para los hijos porque quedan ahí en el medio y tienen que repartirse entre dos casas. Lo ideal es hacerlo de una manera fraterna”, destacó al respecto la profesional.

En ese contexto, Espínola destacó que de por sí hay roces entre los padres y uno debe encontrar un equilibrio y madurez suficiente para diferenciar el problema de no querer enfrentar a la otra persona y cómo repercute eso en su hijo.

“Cuando hay una separación, en la mayoría de los padres generalmente se genera una resistencia en la comunicación con la otra persona, en la relación respetuosa, en la relación asertiva, porque terminan peleados, no se quieren hablar, no se quieren ver, es como muy compleja la experiencia. Ahí hay que tomar conciencia de que esa experiencia está generando algo en el hijo y no es algo lindo, no es algo bueno, al contrario, puede generar muchas dificultades a nivel emocional que después se van a trasladar al ámbito conductual, entonces por eso insisto en hacerlo desde una manera fraterna”, remarcó.

Yo sé que no te quiero ni mirar, pero voy a abordar respetuosamente contigo este proceso porque ambos somos padres del niño.”

Asimismo, la profesional, destacó que la madurez emocional de las partes adultas es clave para que los menores de edad no pasen por situaciones traumáticas.

“Esta cuestión de no comunicarse, de no entablar un equipo, genera un conflicto que se puede sortear o se podría evitar si hay madurez emocional de las partes adultas, primero eso, tomar conciencia de que si yo luego estoy todo el tiempo peleándome con el papá de mi hijo, le genero un conflicto a mi pobre criatura, que no tiene la culpa. No tiene por qué pasar por eso, al final es un problema de la pareja”, explicó.

Asimismo, recomendó conversar con el niño de manera anticipada, organizarlo entre adultos y explicar al menor en dónde pasará la cena de Navidad y en dónde la cena de Año Nuevo, pues, no es recomendable imponerle la situación que para él sea desagradable y mucho menos, no hacerle saber dónde estará el día de mañana, ya que tiene todo el derecho de conocer con anticipación sus actividades a futuro.

“El conjunto de ser posible se le avisa al niño y se acuerda entre las partes, desde una cuestión fraterna, respetuosa, más relajada y positiva. Normalizar eso, es normal y es la experiencia que le toca al niño vivir, no es mala siempre y cuando las partes adultas la puedan llevar en armonía”, sentenció.