Fulgencio Yegros: un estratega de la revolución paraguaya

En la histórica noche del 14 de mayo de 1811, los recordados patriotas salieron desde la casa de los Martínez Sáenz, hoy conocida como la Casa de la Independencia, a través de un histórico callejón hacia los cuarteles de la Ribera y la Plaza de Armas, dispuestos a luchar por la libertad para dar nacimiento a un nuevo país, buscando liberarlo del dominio imperialista de la Corona española.

Aquella gesta memorable, acompañada con entusiasmo por el pueblo en la plaza, que acabó de lograrse tras la rendición del gobernador español Bernardo de Velazco, en la madrugada del 15 de mayo, inició un largo proceso político, con muchas dificultades y vicisitudes, hasta lograr que la emancipación sea reconocida por los países vecinos varios años después.

En este plan y proceso para tomar las riendas del Paraguay, la figura del prócer Fulgencio Yegros fue fundamental, destacan varios historiadores. Incluso muchos lo llaman el Padre de la Patria. Otros, lo consideran el Padre de la Revolución paraguaya.

“La independencia nacional tuvo nombres claves; sin embargo, el más destacado: Fulgencio Yegros. Aunque no participó del golpe de mayo de 1811, fue el artífice del movimiento que debía derrocar a Velasco”, escribió en su momento, el historiador Fabián Chamorro. A criterio de Chamorro, el prócer más influyente en todo el proceso de independencia fue Yegros. “Fue el estratega”, refirió.

Yegro fue hijo de terratenientes que manejaban las milicias, porque en el Paraguay no existían los ejércitos. Eran los vecinos y habitantes los que formaban parte de esas milicias desde los 15 años hasta los 55 años, y eran encabezados por los terratenientes que eran los oficiales, por eso que Yegros era un gran oficial y un gran estratega, refieren los expertos en historia.

Fue uno de los oficiales de alta graduación que sí pensaba en un Paraguay libre, e intentó hacer una revolución, pero no se dio de esa manera, debido a que el proceso de independencia del Paraguay no fue tan sangriento como lo fue en otros países, coinciden varios escritores e historiadores.

Fulgencio Yegros nació en Quyquyhó en 1780. Fue nieto del gobernador interino del Paraguay Don Fulgencio de Yegros y Ledesma. Fue un militar y político. Formaba parte de una familia de élite criolla, luchó contra las invasiones inglesas al Río de la Plata (1806-1807). También mandó una de las milicias que se opusieron a las tropas bonaerenses que, encabezadas por Manuel Belgrano, intentaron unir a Paraguay a la sublevación contra los españoles a partir de 1810. Yegros participó en la derrota de los rioplatenses en las batallas de Paraguarí (19 de enero de 1811) y Tacuarí (9 de marzo de 1811). Sin embargo, en una entrevista posterior a este último combate, Belgrano le ganó para la causa de la independencia, señalan los historiadores.

Yegros se rebeló entonces contra el gobierno virreinal español, y formó parte de la Junta que proclamó la independencia de Paraguay el 14 de mayo de 1811, encabezada en principio por el gobernador español, Bernardo de Velazco. El 17 de junio siguiente se eligió una Junta Gubernativa presidida por Yegros y compuesta asimismo por José Gaspar Rodríguez de Francia y Pedro Juan Caballero, entre otros. Después de que se proclamara la República el 12 de octubre de 1813, Yegros fue elegido por el Congreso como Cónsul de la República junto a José Gaspar Rodríguez de Francia hasta que, en octubre de 1814, este último fue designado dictador supremo. Se vio implicado en una conspiración para derrocar a Francia en 1820, por lo que fue arrestado, torturado y fusilado en Asunción al año siguiente.

“Yegros fue acusado de participar de un complot para asesinar a Francia. Para evitar el mismo destino, Pedro Juan Caballero se suicidó en su celda. En 1835 fue ajusticiado Vicente Ignacio Iturbe. El recuerdo para los padres de esta nación que llamamos Paraguay”, señaló Chamorro.

Entre los próceres de mayo figuran nombres como el de Fulgencio y Antonio Tomás Yegros, Vicente Ignacio Iturbe, Mauricio José Troche, Pedro Juan Caballero, Juana María de Lara, José Gaspar Rodríguez de Francia, Mariano Antonio Molas, Fernando de la Mora y Francisco Javier Bogarín.