Pesebres: El sello inconfundible de Areguá

Fin de año es siempre festejo, la casa adornada, las luces. Y en Paraguay es sin duda pesebre en el mejor lugar de la casa y eso lleva, por lo general el sello de una ciudad: Areguá.

Decir Areguá es decir artesanía en barro por excelencia. Cualquiera que visite esta ciudad difícilmente pueda obviar el recorrer sus calles y sus galerías de artesanos donde la explosión de colores, formas, texturas y precios accesibles contagia.

Y como cada época de Navidad, una expo feria en el paseo central de la avenida Mariscal Estigarribia, desde la iglesia de la Candelaria,  muestra lo mejor del arte en barro de sus pobladores, traducido en pesebres de variadas formas, colores y tamaños.

Mirian Barrientos, una de las artesanas de ésta ciudad, contó a El Nacional como fue éste año atípico para el rubro de la artesanía en barro. “La pandemia puedo decir que no afectó a la ciudad de Areguá en lo económico, porque no dejamos de vender. Como no nos centramos solo en hacer pesebres, sino fabricamos todo tipo de adornos, planteras y demás, la venta nunca paró y gracias a eso pudimos sortear las dificultades. Claro que mermaron los ingresos, pero no dejamos de tenerlos”, indicó.

Doña Mirian pinta pesebres desde los 9 años, pues toda la familia se dedica a la artesanía desde hace décadas. Señaló que éste año bajó mucho la producción de pesebres por la pandemia y las dudas que había sobre si hacer o no la tradicional expo feria. “Pero los adornos de pared, planteras, sapos y otros artículos decorativos para la casa y el jardín, no pararon en cuanto a producción, tanto que hubo escasez de barro y se encareció”, explicó.

Hechos a mano

Los pesebres paraguayos hechos a mano por Mirian, son todo un sello en ese universo de creatividad sin límites que caracteriza a los artesanos de Areguá. Sus piezas, de diversos tamaños y graciosas formas, son siempre requeridas por clientes locales y los que vienen del extranjero.

“Este año veo que se está revalorizando el pesebre, sobre todo por las nuevas generaciones de familias que vienen a visitar nuestra expo. En éstos días mucha gente está saliendo a buscar pesebres para armar en sus casas, cosa que estaba ya mermando en los últimos años y creo que es porque la pandemia hizo a mucha gente revalorizar la familia, la unión familiar que representa el pesebre”, sostuvo.

Si bien éste año solo la mitad de los más de 300 artesanos de la ciudad exponen sus trabajos, debido a que no se produjo mucho en cuanto a piezas de pesebres, aún con crisis económica doña Mirian afirma que las ventas son buenas y agradece esa preferencia permanente de la gente por ir a buscar buena artesanía a la ciudad que mira al Lago Ypacaraí.

Reparación de pesebres

Susana López es otra de las aregueñas que vive de la venta de artesanías en barro. También presente en la expo feria, señaló a El Nacional que si bien las ventas no pararon en todo el año, lograron salvar solo lo muy esencial. “No alcanza tampoco para pagar cuentas por ejemplo, pero sí tuvimos ventas todo este año, vendimos planteras, adornos de pared, de jardín”, insistió.

Resaltó que si bien en éste tiempo se buscan mucho los pesebres, ya no es que se buscan pesebres nuevos, sino más bien piezas para completar lo que falta, lo que se rompió. “También hay cada vez más gente que pide que se le reparen las piezas rotas, y hacemos porque también nos deja algo de dinero. Por ejemplo, un juego de pesebre grande, que cuesta por los 1.5 millones o más, se puede reparar por 150 mil. Entonces conviene más mandar a reparar”, explicó.

Susana enfatizó que como todo trabajador por cuenta propia, los artesanos de Areguá se volcaron este año a fabricar lo que tiene salida, lo que se vende seguro. “Y eso son las panteras, los adornos de pared, de jardín”, dijo.