Bukele tiene “una necesidad de marketearse” al decir que combatirá caos en Haití, según especialista

En un escenario en que la violencia y el caos se han apoderado de las calles de Haití, la propuesta del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de intervenir para restaurar el orden ha llamado la atención del mundo. Con un mensaje claro y directo a través de sus redes sociales, el mandatario salvadoreño aseguró: “Podemos arreglarlo”, e hizo referencia a su exitoso manejo de la criminalidad en su país mediante el uso de medidas de seguridad extremas, incluidas las controvertidas megacárceles.

La declaración del presidente reelegido de El Salvador llega en un momento crítico para Haití tras el escape masivo de prisioneros y un aumento sin precedentes en los actos de violencia, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad y el impacto de la implementación de un plan Bukele en el país caribeño.

Para analizar qué tan viable sería la aplicación de las medidas de Nayib Bukele como apoyo a combatir el caos en Haití y el papel de la comunidad internacional, La República entrevistó al internacionalista Alonso Cárdenas.

¿Cuál es el objetivo de Bukele con apoyar a Haití a combatir la violencia?

El mandatario salvadoreño, aclamado por transformar a El Salvador de uno de los países más peligrosos de América Latina a uno de los más seguros, sugiere que el éxito de su estrategia podría replicarse en Haití. Sin embargo, insiste en que cualquier intervención requiere una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento haitiano y financiamiento completo de la misión. Bukele enfrenta el reto de adaptar su metodología a un contexto haitiano complicado por la figura de Jimmy ‘Barbecue’ Chérizier y la reciente dimisión del primer ministro, Ariel Henry. Pero, más allá de ello, ¿cuál es el interés de fondo del mandatario con su apoyo?

“El objetivo de Bukele es clarísimo, de posicionarse a nivel regional, inclusive a nivel internacional, como un líder que es capaz de enfrentar lo que parece imposible de resolver; es decir; en El Salvador pasaron los Gobiernos, los años y las décadas, y el problema de la inseguridad no se resolvió hasta que llegó él, ‘resolvió’ y lo mismo podemos decir de Haití. Ha intervenido Naciones Unidas, se ha mandado a los cascos azules, ya se mandó muchísimo dinero por parte de la cooperación internacional y el país está peor que nunca”, respondió el internacionalista Alonso Cárdenas.

Siguiendo la línea, para Cárdenas, el pensamiento de Bukele sería el siguiente: “Yo estoy en la capacidad de hacer lo que no pudieron los cascos azules, toda la cooperación internacional y las grandes potencias”. Se trataría de un mensaje “casi marketero” con el que busca “posicionarse”.

Caos en Haití. Foto: La República.

¿Se necesita un plan Bukele para combatir el caos en Haití?

La experiencia de El Salvador, con una reducción drástica de la tasa de homicidios, ha impulsado a Bukele a aplicar sus propias alternativas. No obstante, para el politólogo Cárdenas, es más complejo de lo que parece. “La situación de Haití es muchísimo más grave, es un Estado fallido”, destacó en la entrevista.

“El enfoque del plan Bukele no sería tan útil en el mediano y largo plazo en Haití. Tal vez podría funcionar metiendo a todos a la cárcel, como hicieron con todos los jóvenes varones en El Salvador. El problema es que Haití ni siquiera tiene cárceles porque este proceso de implosión se agravó justamente por la huida masiva de personas privadas de la libertad sin ningún control. Entonces, se tendría que hacer una reingeniería total y absoluta del Estado haitiano, que tampoco tiene luz eléctrica ni servicio de agua de saneamiento; o sea, es el Estado fallido. Hay un vacío de poder muy grande y eso no se veía, por ejemplo, en El Salvador”, explicó Cárdenas.

¿Un supuesto canibalismo en Haití?

Bukele ha reaccionado con firmeza ante los informes de violencia extrema en Haití, incluido un supuesto caso de canibalismo que se viralizó en redes. Aunque el video resultó ser falso, el presidente salvadoreño utilizó el incidente para resaltar la gravedad de la crisis haitiana y la necesidad de una respuesta contundente.

Asimismo, Bukele compara la situación con la violencia de las pandillas en El Salvador y enfatiza su creencia en la capacidad de superar incluso los desafíos más inimaginables con estrategias firmes. “Es una necesidad de figurar, de marketearse del presidente”, señaló Cárdenas sobre Bukele y su difusión de un clip falso y alarmista.

“Los cuestionamientos a su gestión en El Salvador son cada vez mayores. Se habla de ejecuciones extrajudiciales, de que no hay respeto a los derechos humanos, que el debido proceso es prácticamente inexistente. Cada vez más instituciones internacionales evidencian los abusos y las torturas que se dan en estas megacárceles del presidente Bukele. Entonces, está tratando también de desviar un poco la atención de esas denuncias, cada vez mejor documentadas, y comete este tipo de deslices, como el supuesto canibalismo”, argumentó.

¿Cuál fue el papel de la comunidad internacional en medio del caos en Haití?

La dimisión de Ariel Henry representa un punto de inflexión para Haití y abrió la puerta a un Gobierno de transición en un intento por estabilizar el país. Esta introduce incertidumbre en un panorama ya complicado por la violencia de las pandillas y la influencia de criminales como Jimmy ‘Barbecue’ Chérizier. ¿Qué pasará ahora? ¿Cuál será el apoyo de la comunidad internacional?

“Naciones Unidas es el gran ausente que mandó una misión especial en Haití, donde también cascos azules es una megainversión de todo el complejo de organizaciones de derechos humanos de la sociedad civil internacional en Haití y la verdad no se vio ni un solo resultado. ¿Qué pasó con las intervenciones de las Naciones Unidas? ¿Qué pasó con todo el dinero que los donantes internacionales pusieron en un país bastante pequeño? No se ve absolutamente ningún resultado, sino todo lo contrario: un país que cada vez se hunde más”, expresó Alonso Cárdenas.

¿Cuáles podrían ser las alternativas para combatir el caos en Haití?

La crisis en Haití ha generado un llamado a la acción por parte de la comunidad internacional, incluida la reunión de emergencia de la Comunidad del Caribe (Caricom) y la evacuación del personal de la Unión Europea. Ahora toca pensar más en soluciones. Alonso Cárdenas comparte las posibles alternativas para combatir el caos y la violencia en la nación haitiana.

“La situación, la verdad, es muy complicada (…). Las bandas criminales que controlen del país deben ser enfrentadas, pero también hay un tema de necesidades básicas insatisfechas crítico. El Estado prácticamente ha implosionado. Primero, hay que pacificar, y para eso necesitas una fuerza multinacional e importante. Luego, se tendría que reconstruir las capacidades del Estado y también atender la emergencia humanitaria en el cortísimo plazo de los niños, las gestantes, las poblaciones vulnerables, etc. Pero también se espera apoyo de la comunidad internacional, la cual está bajo bastante estrés: hay varios frentes abiertos, como el de Ucrania, lo de Gaza o también lo de Sudán del Sur y Yemen. En fin, entonces cada vez hay menos recursos para atender este tipo de situaciones en otros países”, concluyó el internacionalista Cárdenas.

Fuente: La República.