Alerta por incremento de la prostitución en el Centro de Medellín

En medio de las calles céntricas de zonas aledañas a la Plaza Botero, El Raudal y Carabobo, cada vez son más las mujeres que llegan a sus aceras a ofrecer servicios sexuales a los transeúntes que pasan por allí. La situación no es nueva pero está en incremento, sobre todo con las trabajadoras venezolanas, con el agravante de que ya hay más niñas en situación de explotación sexual.

La alerta la generó el Centro de Consultoría de Conflicto Urbano C3, que es una corporación que analiza la situación de paz y conflicto en Medellín. “Según nuestro análisis ha crecido aproximadamente un 20 %. Digamos, de 100 prostitutas que había venezolanas hace 4-3 años, hoy hay 120, más o menos lo que los datos cuantitativos nos están arrojando a nosotros”, explicó Luis Guillermo Pardo, director de este centro de consultoría y quien además es el director del Observatorio de Paz y Conflicto del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid.

Las dificultades económicas con las que llegan a territorio colombiano han generado que muchas de las mujeres del país vecino opten por la prostitución ante la dificultad de no encontrar un trabajo ni ingreso fijo para sus familias.

El agravante, según esta corporación, es que las mujeres y los cobros son controlados por las llamadas Convivir, un grupo ilegal que impera en la capital antioqueña y que controla el microtráfico y que realiza extorsiones a comerciantes y vendedores informales.

Además, ahora la llamada La Oficina (comúnmente conocida como La oficina de Envigado) está controlando la prostitución como no lo hacía en años anteriores. Ese control quedó en evidencia con este aumento de venezolanas en este oficio pues, según C3, se generó un conflicto con las prostitutas paisas, por lo que las Convivir establecieron unas tarifas para ambas, con una tarifa menor para las extranjeras.

“Si alguna (paisa) cobra por la media hora 20 mil, esta (venezolana) cobra 16 mil”, dijo Pardo.

Sin embargo, lo más preocupante ha sido el crecimiento de menores de edad, principalmente niñas, que son utilizadas para servicios sexuales y son víctimas de explotación. La virginidad es la atracción de los clientes. “A veces se paga mucho más por una niña virgen que por una mujer prepago”, agregó Pardo.

De acuerdo con Pardo, todo esto va de la mano del llamado turismo sexual y de drogas que hay en la capital antioqueña, en donde principalmente ciudadanos extranjeros buscan a estas mujeres.

“Es muy triste, me fui para Plaza Botero y es absolutamente notorio los grupos de mujeres y de menores de edad que son vendidas, que son utilizadas por las Convivir para ser comercializadas con extranjeros. Es más, muchas de estas mujeres son usadas para atrapar extranjeros, robarles, saquearlos, incluso en alguno casos se exceden en la escopolamina o el licor adulterado, les vacían las tarjetas y ya ha habido casos de extranjeros muertos”, detalló.

Pardo criticó la situación que, para él, es cada vez más problemática. “Hay un desgobierno”, dijo, pues considera que no hay suficiente atención por parte de la Alcaldía ni la Policía con relación a este aumento en la prostitución que también sucede en zonas como el Parque Lleras, en El Poblado.

¿Qué dice la institucionalidad?

Este diario buscó a la Personería de Medellín y a la administración municipal para conocer otros aspectos de esta situación en la ciudad pero no obtuvo respuesta para obtener declaraciones. Sin embargo, desde la Alcaldía han informado que se realizan algunos programas dirigidos a personas en ejercicio de la prostitución.

En agosto del año pasado, por ejemplo, se anunció la apertura de un oferta institucional a 500 hombres y mujeres mayores de 18 años en artes y oficios, cursos de informática y manualidades, motivándolos para que busquen otras alternativas de vida.

Para este cuatrienio, la Administración Municipal informó que espera beneficiar a 2.000 hombres y mujeres mayores de 18 años que están en ejercicio o contexto de prostitución y que inicien un proceso en el proyecto que les permita mejorar su condición de vida y acceder a oportunidades académicas o laborales.

Para atender los casos de explotación sexual infantil, la ciudad cuenta con la Casa Vida 1, ubicada cerca del Centro Comercial Villanueva, en el Centro de la ciudad. Esta es una institución de la Alcaldía de Medellín enfocada en atender niños, niñas y adolescentes en riesgo de vulneración de sus derechos.

Allí reciben, según informó la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, una formación básica y secundaria hasta el grado noveno bajo modelo educativo no tradicional. Una vez alcanzan dicho grado, transitan para culminar sus estudios en la Institución Educativa Héctor Abad Gómez, cerca de la tradicional Placita de Flórez de la capital antioqueña.

Fuente: El Tiempo.