Habló el soberano

Las elecciones generales del 30 de abril se realizaron con un alto nivel de participación ciudadana, de acuerdo con lo expresado por autoridades del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), con el 63 % de sufragio por parte del electorado. El colorado Santiago Peña, quien se alzó con la victoria, es quien ahora necesita un voto de confianza y sobre todo apoyo de todos aquellos que no lo votaron en los comicios. Será una materia pendiente para el jefe de Estado en espera.

Un variado menú de propuestas fue presentado por los distintos candidatos a la presidencia. Entre los proyectos del presidente electo figuran, por ejemplo, las guarderías gratis para todas las madres que buscan trabajar y tener un lugar digno donde dejar a sus niños. En cuanto a seguridad, afirmó que combatiría directamente las adicciones, soluciones habitacionales, asistencia económica través de Tekoporã Mbarete para familias de escasos recursos, afianzar las relaciones diplomáticas con los demás Estados, entre otros.

Así también menciona la reducción del costo del combustible que impacta directamente en el bolsillo de la ciudadanía y en forma indirecta a través de la canasta básica familiar.

Mientras que el candidato⁹ opositor por la Concertación Nacional, Efraín Alegre, proponía una lucha frontal a la corrupción, acceso a internet, y en cuanto a salud “Pohã gratis” para todos. En cuanto a la energía que Paraguay dispone de las hidroeléctricas, la promesa fue reducir el costo para el sector industrial a fin de atraer inversionistas. Entre otras, también proponía tolerancia cero a la violencia contra la mujer y mayor seguridad.

En tanto que el candidato por Cruzada Nacional, Paraguayo Cubas, quien quedó en tercer lugar con los votos obtenidos, anunciaba jna reforma constitucional asumiendo los tres poderes del Estado, una reforma para la elección de ministros de la Corte. Uno de sus proyectos más polémicos fue la legalización del cultivo y consumo de la marihuana. Otro punto de su plan de gobierno fue la reducción de los altos salarios de los congresistas y eliminar los privilegios con que cuentan, además de plantear salud grauita y de calidad para todos. Y también fue cuestionado al anunciar que todas las mujeres debían dar a luz de forma natural en los hospitales públicos, descartando asi la vía de las cirugías. A esto le agregó la obligatoriedad de dar de amamantar por dos años a los hijos, sin el menor impedimento por parte del empresariado.

Todas estas propuestas fueron analizadas por el pueblo que busca un Paraguay mejor a la hora de votar y optaron por las del partido oficialista, que presentó un cambio de la mano de un tecnócrata dejando de postular a un político de cuadro y escuela doctrinaria como lo hacía años atrás.

A pesar de que la candidatura del presidente electo, en principio fue cuestionada y rechazada hasta por un sector de los colorados, finalmente prosperó y ganó la batalla electoral. Este hecho se dio luego de anteponer la bandera republicana a los intereses particulares percibiendo una posible intervención de un país extranjero.

Mientras que, en la oposición, la intención de Alegre de presentar una propuesta moderna como alternativa para incluir a todos los sectores independientes, no fue suficiente. Podría considerarse una fuga dentro de su mismo partido que no acepta su liderazgo y no lo apoyó.

Y la duda aún está en el sector político que apoya a Cubas debido a que no se aclara si es un sector antisistema o no.

Como custodio y contralor de los más de 42 % de votos que dio la jefatura presidencial a Santiago y más aún de aquellos que no lo hicieron, el pueblo paraguayo debe estar en alerta para hacer cumplir las promesas electorales y guiar al país por el conducto correspondiente para lograr el nivel de desarrollo y servicios públicos de calidad, anhelado por todos.