Altos precios golpean a familias paraguayas

La llegada de las fiestas de fin de año, marcada por el aumento de la demanda de productos esenciales, encuentra a las familias paraguayas enfrentando un encarecimiento significativo de los productos de la canasta básica. Pese a los esfuerzos del Gobierno Nacional por mitigar el impacto de la suba del dólar, la inflación sigue siendo un tema preocupante, especialmente en alimentos, que representan un gasto crucial para los hogares.

Una campaña que no basta

El anuncio del Gobierno en alianza con gremios industriales y comerciales, como Capasu y Comampar, de implementar descuentos de hasta un 40 % en ciertos productos básicos fue inicialmente bien recibido. Sin embargo, los consumidores han expresado en redes sociales que los beneficios no son generalizados ni suficientes. Usuarios reportan en plataformas como X y Facebook que los descuentos publicitados son limitados a marcas específicas, mientras que otros productos muestran aumentos considerables.

“La leche, los fideos y la carne, que son básicos en mi hogar, están por las nubes. No hay bolsillo que aguante”, comentó una usuaria de Twitter. Estas quejas reflejan una creciente frustración de los consumidores, que sienten que la campaña de descuentos no compensa la suba de precios generalizada en los supermercados.

¿Qué está impulsando los aumentos?

Según el Banco Central del Paraguay (BCP), la inflación interanual se ubicó en 3,4 % en noviembre, pero con incrementos significativos en productos clave como carnes (7,8 %), lácteos y panificados. La suba del dólar es un factor clave, ya que afecta directamente el costo de los productos importados y los insumos utilizados en la producción local.

El aumento en el precio de la carne vacuna es particularmente alarmante, con cortes vacunos que subieron más del 7 %, mientras que las carnes de cerdo y pollo registraron incrementos del 4 % y 1,3 %, respectivamente. A esto se suma el impacto de fenómenos climáticos adversos, como la sequía, que encarecieron los costos de producción en los sectores agrícolas y ganaderos.

Por otro lado, el combustible, aunque ha mostrado cifras negativas interanuales, no ha logrado contrarrestar el alza en otros rubros debido a la inercia de los costos logísticos ya acumulados.

Fiestas de fin de año: un desafío para el bolsillo

Con la llegada de Navidad y Año Nuevo, la presión sobre los presupuestos familiares se intensifica. Productos como carne, pan dulce, frutas y bebidas alcohólicas, esenciales en las celebraciones, ya muestran aumentos significativos. La Cámara Paraguaya de Carnes señala que la alta demanda de cortes premium para las festividades también podría empujar los precios aún más en diciembre.

La percepción de la ciudadanía

La opinión pública en redes sociales refleja un sentimiento de desamparo. Muchos usuarios denuncian que las medidas del Gobierno no han tenido impacto real en sus bolsillos. “Hablan de descuentos, pero los precios en las góndolas siguen subiendo cada semana”, opinó otro usuario en un grupo comunitario de Facebook.

Las críticas también apuntan a la falta de controles efectivos. “Los supermercados suben los precios antes de aplicar los descuentos, ¿dónde está la Sedeco (Secretaría de Defensa del Consumidor)?”, reclamó un ciudadano.

Un panorama complejo

Mientras el Gobierno asegura que buscará extender las campañas de descuentos y evaluar su impacto, la realidad para las familias paraguayas se mantiene complicada. La inflación en alimentos, combinada con la incertidumbre económica y la presión de la temporada alta, plantea un desafío urgente para la administración actual.

Si bien las fiestas son tradicionalmente un momento de unión y celebración, para muchas familias, este año estarán marcadas por la necesidad de ajustar aún más sus presupuestos. Las promesas de descuentos temporales necesitan ir acompañadas de políticas sostenibles que garanticen estabilidad en los precios a largo plazo, especialmente en productos básicos.

En este contexto, la pregunta que muchos se hacen es si estas medidas serán suficientes o si solo representan un alivio pasajero en un problema de fondo que exige soluciones estructurales.