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“Primavera económica” no llega a todos

Billetes de cien mil guaraníes. Foto: Gentileza.

Billetes de cien mil guaraníes. Foto: Gentileza.

La estabilidad monetaria, el crecimiento de la economía nacional y el alcance del grado de inversión, factores que perfilan una “primavera económica”, no se sienten en el bolsillo de los paraguayos. Si bien no hay crisis de liquidez, hay una percepción de falta de dinero.

En los últimos meses, el debate económico en el país ha girado en torno a la percepción de una supuesta “primavera económica”, con ciertos sectores resaltando indicadores favorables como la estabilidad monetaria y el reciente logro del grado de inversión. Sin embargo, para el economista Víctor Pavón, esta percepción no es del todo precisa. Según Pavón, la economía paraguaya enfrenta varios desafíos que impiden hablar de una verdadera bonanza, entre ellos la falta de liquidez que muchos ciudadanos y empresas perciben en sus transacciones diarias.

En una entrevista exclusiva con El Nacional, Pavón desmenuza las razones detrás de este fenómeno, explicando que, aunque técnicamente no hay una crisis de liquidez en el sistema financiero, sí existe una percepción de falta de dinero circulante. ¿Qué está pasando realmente? ¿Por qué, a pesar de la estabilidad monetaria, no sentimos que el dinero fluya como antes?

“En este momento, no hay problemas de liquidez en el sentido técnico. Liquidez significa que una inversión puede convertirse rápidamente en efectivo, y en Paraguay eso sigue siendo posible. Sin embargo, lo que muchos están percibiendo es una reducción en el movimiento de dinero circulante, lo cual no implica falta de liquidez per se, pero genera la sensación de que hay menos dinero disponible para gastar o invertir”, detalló.

Pavón explica que este fenómeno tiene una causa multifactorial, pero uno de los principales detonantes es la creciente demanda global de dólares. “Estamos expuestos al incremento de los precios internacionales debido a la alta demanda de dólares, especialmente en países emergentes como el nuestro. Para obtener dólares, necesitamos más guaraníes, lo que presiona la cotización de nuestra moneda. Esto se traduce en un costo de vida más alto, afectando el poder adquisitivo de la población”, acotó.

Impacto del tipo de cambio en el consumo diario

El tipo de cambio actual, con el dólar rondando los G. 7.800, ha encendido alarmas, especialmente para las familias y las pequeñas empresas que dependen de productos importados. Según Pavón, la depreciación del guaraní frente al dólar tiene un impacto directo en los precios de productos de la canasta básica y en las tasas de interés de los préstamos en moneda extranjera.

“Cuando el dólar sube, automáticamente necesitamos más guaraníes para acceder a la misma cantidad de bienes y servicios que antes. Esto afecta desde la industria hasta la canasta familiar”, señala el economista. Además, la sequía que ha azotado al país en los últimos meses ha encarecido el transporte, tanto fluvial como terrestre, lo que también se refleja en el costo de los productos.

El problema se agrava aún más cuando se considera el ingreso de divisas al país. “El bajo precio que se paga por nuestros commodities en el mercado internacional ha reducido el flujo de dólares hacia Paraguay, afectando aún más el poder adquisitivo del guaraní. Sin embargo, estos son fenómenos temporales que responden a la oferta y la demanda en el mercado global”, comenta Pavón.

Otro aspecto que preocupa a Pavón es el manejo de la deuda estatal. Actualmente, la deuda pública de Paraguay se sitúa cerca del 40% del PIB, un umbral que, según Pavón, no debe ser superado. “Estamos en un punto límite. No podemos permitirnos elevar la deuda sin tener una fuente real de recursos para pagarla. Si la deuda se maneja a través de más deuda, caeremos en un ciclo peligroso de bicicleteo financiero que podría desestabilizar nuestra economía”, advierte.

Una de las principales preocupaciones del economista es la posibilidad de recurrir a la emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal. “Emitir dinero sin que haya un crecimiento paralelo de la economía es una receta para la inflación. Afortunadamente, el gobierno ha descartado el aumento de impuestos, lo cual es positivo. De hecho, deberíamos buscar reducir los impuestos y eliminar el Impuesto a la Renta Personal (IRP), que solo carga más a la clase media.”

¿Es posible una “primavera económica”?

El término “primavera económica” ha sido utilizado por algunos analistas para describir la situación actual de Paraguay, resaltando la estabilidad monetaria y el grado de inversión alcanzado recientemente. Sin embargo, Pavón es escéptico ante esta visión optimista. Para él, la idea de una primavera económica es engañosa y podría llevar a políticas económicas equivocadas.

“Los que hablan de primavera económica suelen sostener que una inflación moderada es beneficiosa para la economía, lo cual es una falacia”, critica Pavón. “La política monetaria actual se centra en la estabilidad de precios, pero algunos proponen flexibilizarla para estimular el crecimiento. Esto sería un error gravísimo, ya que incumpliríamos con las metas de inflación, cuya principal función es preservar el poder adquisitivo de nuestra moneda.”

El fortalecimiento del dólar frente al guaraní ha generado un impacto significativo en la economía paraguaya, afectando tanto a los ciudadanos como a las pequeñas empresas. “El dólar es una moneda de referencia a nivel global, y su apreciación encarece los bienes importados y los préstamos en moneda extranjera”, explica Pavón.

Para mitigar los efectos de esta apreciación, Paraguay ha recurrido a sus reservas internacionales, buscando contener el alza del dólar. Sin embargo, Pavón advierte que esta estrategia tiene un límite. “No podemos depender indefinidamente de nuestras reservas para estabilizar el dólar. Necesitamos reformas estructurales que reduzcan el tamaño del Estado y permitan un mayor crecimiento económico”, dijo.

¿Hacia dónde va Paraguay?

A pesar de los desafíos actuales, el experto sí se muestra optimista sobre el futuro de Paraguay, destacando el potencial del país para seguir creciendo. “Tenemos un activo estratégico en el grado de inversión, que abre las puertas a nuevas inversiones extranjeras. Si mantenemos la estabilidad monetaria y fiscal, y fortalecemos nuestra seguridad, podríamos atraer capital que nos permita crecer a tasas superiores al 7% anual, algo indispensable para enfrentar cualquier shock externo”, sostiene.

Para Pavón, el crecimiento económico debe basarse en la libertad económica y en una menor intervención estatal. “El capital necesita seguridad y rentabilidad, pero también necesita libertad. El Estado debe mantenerse al margen de la creación de empleos y la elevación de salarios. Si queremos sacar a la gente de la pobreza y aumentar los ingresos, debemos confiar en el sector privado”, sostuvo.

A medida que Paraguay navega por un entorno económico desafiante, la percepción de una “primavera económica” se enfrenta a la dura realidad de una economía expuesta a shocks externos y a una demanda constante de dólares. Si bien la estabilidad monetaria y el grado de inversión son logros importantes, el economista destaca que aún queda mucho por hacer para asegurar un crecimiento sostenible.

El futuro del país dependerá de la capacidad de implementar reformas estructurales, reducir el tamaño del Estado y atraer inversiones que fomenten el crecimiento económico. En palabras de Pavón, “solo a través de la libertad económica, el trabajo y la inversión podremos alcanzar el verdadero potencial de Paraguay.”

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