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Economía

Recesión económica se atornilló en hogares paraguayos

Imagen de referencia. Archivo

Imagen de referencia. Archivo

POR Alfredo Schramm
@elediTHOR

El Gobierno dio a conocer recientemente, a través del Banco Central del Paraguay (BCP) su reporte sobre las actividades económicas en la que señala una retracción de 0,5 %  del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022.

La economía del país se encogió en tres de los últimos 4 años, haciendo del actual Gobierno el de peor resultado en la era democrática en medio de inflación galopante (suba de precios), generación de empleos prácticamente estancada, retrasos en la cadena de pagos por parte de pequeñas y medianas empresas y sobreendeudamiento de la población, que se ve obligada a hacer malabares para llegar a fin de mes.

Si bien los indicadores macroeconómicos parecen no ser tan catastróficos, la realidad en las calles es mucho peor; visto la fuerte pérdida de poder adquisitivo de la población y las pocas oportunidades de empleos que se abrieron en los últimos meses, lo que hace que no haya el famoso “movimiento”, o en términos financieros, dinero circulante.

Negocios semivacíos y calles desoladas dan cuenta de que el consumo interno no logra levantar cabeza; incluso los sectores más básicos como el retail (supermercados) vienen remando con casi nulo crecimiento en cuanto a facturación. En este sector, en especial el contrabando, también afecta, entre paréntesis.

La suba constante de precios que se inició a mediados de 2021 y  que volvió a dar la cara este enero último (después de mostrar signos de estabilización) termina por destruir la capacidad de compra de gran parte de los hogares. Hay que tener en cuenta que el 50 % de la población se maneja en la informalidad, lo cual dice que las cifras oficiales distan de la realidad de la crítica situación de la billetera de los paraguayos.

“Antes vendía por un millón de guaraníes al mes, hoy apenas alcanzo G. 500 mil con suerte. Muchas personas incluso piden fiado para pagar fin de mes, algo que ya no se usaba”, comentó Mónica García, propietaria de un local gastronómico de clase media en el microcentro de Asunción.

“Cómo es que siendo joven, soltero y sin hijos me estoy yendo tan a la p… económicamente? Quiero saber esa gente que tiene 1 ó 2 hijos”, se preguntó un internauta con quien debatíamos sobre el tema.

Con la más fea

Esto hace que se recurra a préstamos, tarjetear o pedir auxilio a los usureros para poder al menos cubrir las necesidades más básicas como alimentación, movilidad y vivienda.

El sistema financiero registra récord de saldo de deudas con tarjetas de crédito (por encima de  USD 500 millones), mientras los retrasos en pagos de cuotas también se resienten, sobre todo en el rubro de compras a cuotas de electrodomésticos y muebles.

El sector de las medianas y pequeñas empresas, que emplea a más del 80 % de la Población Económicamente Activa (PEA) también sigue muy golpeado, miles de negocios cerraron y otros miles tambalean desde la llegada de la pandemia de covid-19, cuyo coletazo económico se sigue arrastrando hasta nuestros días.

De hecho, al actual Gobierno le tocó “bailar con la más fea”, pues se encontró con el covid, luego dos sequías que afectaron al agronegocio muy fuerte, la suba internacional de precios y las consecuencias de conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Tanto el Gobierno como organismos internacionales vaticinan un repunte económico para este año, pero las cifras macro no terminan de permear hasta la economía real de la gente. Dicha proyección de crecimiento de entre 3 % y 5 %, todavía no dio muestras ni de que esté en camino.

El dato positivo es que la pobreza no aumentó en los últimos años, a juzgar por los datos oficiales. El nivel de indigencia se frenó, como alegan, con un fuerte programa de ayuda social para los más vulnerables.

Sin embargo en las calles de Asunción se ven de manera cada vez más frecuente a compatriotas que se rebuscan en la basura para sobrevivir, una triste imagen de un país cuya brecha entre ricos y pobres no termina de reducirse.

Visión burbuja

A criterio del analista financiero, Rafael Ayala, “todos los que dicen que la economía estará mejor son banqueros, economistas mediáticos y ahora algunos políticos porque sus respectivos bienestares están basados en los negocios que hacen. No tienen visión integral a nivel país”, sostuvo al alertar tener mucho cuidado con las opiniones de estos sectores, a  través de su cuenta en Twitter.

El economista Pablo Herken, en conversación con la 970 AM, indicó que “en enero se movió más de lo que se esperaba en términos de turismo, fundamentalmente tanto al exterior como interno”.

Le llamó la atención la disparada del dólar que orilló la histórica cotización de G. 7.500; que hayan caído ostensiblemente las recaudaciones aduaneras y la suba de precios de la canasta básica familiar.

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