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Economía

Carta de inversionista de Citymarket al mercado bursátil

La figura del náufrago que prepara su pedido de auxilio y lo lanza en una botella al mar esperando que alguien lo reciba es la imagen de la esperanza, la esperanza de ser salvado pero más aun, la de haber hecho todo a su alcance por matar los demonios del arrepentimiento que sabe, lo perseguirán más adelante por no haber hecho lo suficiente.

“Esta carta abierta tiene ese objetivo, apelar a la sabiduría colectiva para presentar este caso y entender que se pudo haber hecho distinto”, señala un inversor  que apostó por títulos de alto riesgo de Citymarket a través de la Bolsa de Asunción y que hoy no sabe y si o cuando recuperará su capital que supera G. 100 millones.

Así como nuestro inversor, quien prefiere permanecer ánonimo, pero quien sabemos quien es en El Nacional, existen otros que están en zozobra, aguardando el descenlace que tendrá la convocatoria de acreederos a la que llamó la cadena de minimercado, que entre parentesís, también dejó colgados a unos 1.000 colaboradores  y un tendal de heridos entre proveedores, bancos  y otros compromisos, con deudas cercanas a US$  20 millones.

En su caso, hubo un manejo poco ético o de mala fe, por decir lo menos, de la casa de bolsa que le ofreció la inversión, según se desprende del relato.

“Hay algo que deje de hacer que podría haber cambiado el desenlace? Hay algo que se puede hacer ahora?. Lanzó mi botella al mar de Internet sabiendo que un comentario entendido puede hacer la diferencia entre permanecer como náufrago eternamente o ser rescatado – sea de la isla o por lo menos de los años de rumiar sobre las acciones no tomadas”, sigue el escrito.

Sigue comentando que ahorra todos los meses parte de su salario para invertir, así como recomiendan el manual de finanzas personales.  “Mis inversiones son en su mayor parte conservadoras. CDA con montos cubiertos por el fondo de garantía y bonos emitidos por la Bolsa de Valores de Asunción.

Llamada

Recibo una llamada de la casa de bolsa con la que tengo un bono para avisarme que el emisor realizó un “rescate anticipado” – básicamente significa que la operación finaliza y te devuelven el capital antes del vencimiento pactado.

Me explica que la razón fue que consiguieron una mejor tasa con un banco local por lo que le convenía cancelar el bono pero que en las “próximas semanas” estarían saliendo con otra emisión de reemplazo con menores tasas y me consultó si estaría interesado para no cortar el flujo original de intereses, le indique que me anoté, y que me mantenga al tanto, sigue relatando nuestro inversor.

¿Dónde está mi capital?

Las “próximas semanas” originales se convirtieron en meses, la preocupación se veía apaciguada por el cumplimiento del pago de los intereses del bono original en fecha con pequeñas variaciones.

Todas las consultas sobre el estado de la operación a la casa de bolsa retornaban con que “el proceso de emisión estaba retrasado” , al cuarto mes, la preocupación por no tener ninguna documentación sobre el estado y situación de mi capital original iba en aumento.

Luego de 4 meses, al consultarles nuevamente sobre el estado de la emisión me pasan finalmente el prospecto de la emisión y la calificación, ambas con mucha variación, entre las más alarmantes , la calificación empeoró considerablemente y las condiciones pasaron de una garantía de fideicomiso a una quirográfica (básicamente sin garantía alguna ), expliqué a la casa de bolsa que esas no eran las condiciones originales y que me parecía muy riesgoso , por lo que prefería retirarme de la inversión , y pedí que me explique cuál sería el procedimiento.

En ese momento me indican que no es posible retirarme porque que la operación ya se realizó en pre colocación y lo que faltaba es negociar la en la bolsa y que la opción que me quedaba era vender ese bono una vez negociado.

Pánico

De allí en adelante empieza la etapa del pánico , ¿Qué pasó?, ¿Cómo llegué a esto?; ¿Cómo se puede efectuar una operación sin estar yo en conocimiento de la calificación o de las condiciones de la emisión?.

El punto más preocupante en ese momento era que no estaba en control de mi capital ni tenia comprobante alguno del estado del mismo, más que una llamada telefónica 4 meses atrás.

Paso uno;  conseguir documentación respaldatoria: Mediante llamadas que llegaron a ser diarias a la casa de bolsa en junio finalmente me hacen entrega del comprobante de la operación.

Seis meses después tengo el primer documento oficial en dónde aparece mi capital , pero para hacerme entrega de la misma me hacen firmar no uno si no tres documentos distintos de descargo de responsabilidad, otra señal de alarma.

¿Seré yo el problema?

Cómo inversor siempre es bueno ser precavido sin entrar en paranoia, por lo que me pregunte, será esto un problema de comunicación?, Hay algo que yo estoy interpretando de una forma y la casa de bolsa de otra?, Me habré expresado mal en algo y se mal interpretó?.

Luego de varias noches sin poder dormir bien, redacte en un mail la visión desde mi punto de vista de todo el proceso para presentarla a la casa de bolsa y pedirles tener la misma historia desde su punto de vista , transcribo el mail en su totalidad obviando nombres y referencias personales.

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Respuestas

Luego de enviar el mail hago una llamada telefónica a la casa de bolsa donde en resumen de la conversación es:
El cronograma de hechos que describo es correcto. Ellos tuvieron que haberme dado un certificado en donde dice que tienen un pagaré en su poder por mi capital , y que puede que se les haya pasado hacerme llegar el certificado (nunca recibí ni pagaré ni certificado).

El día que recibí la llamada se cerró la operación, efectivamente sin haber sido informado de las condiciones de la emisión ni calificación y sin tener yo el control de mi capital para poder hacer nada al respecto (La operación de pre colocación se realizó el día en que se redimió el capital por lo que ese día se devolvió al emisor mi capital ).

A la pregunta de cómo puede ser que se haya efectuado la inversión sin yo haber sido informado sobre la calificación y las condiciones, luego de insistir sobre ese punto por 25 minutos, lo más cercano a una respuesta que obtuve es que yo invertía en la compañía y no en su calificación o en su prospecto.

Alternativa: Vender por debajo del valor

La salida que me dieron fue que si yo no me sentía a gusto con mantener los bonos podían venderlos, una vez que se ubique toda la emisión primaria , les indique que no pretendía esperar y pedí que la vendan por debajo del precio de venta del mercado primario al 98% del valor para que sean los primeros en ser ubicados.

La casa de bolsa ubicó alrededor de mil millones al 100% mientras que mi orden de venta al 98% del valor nunca se ejecutó. Gracias a que la bolsa de valores cuenta con un panel en donde se pueden visualizar los movimientos en tiempo real, monitoree diariamente la venta de los bonos, desde que les pedí que vendan.

Entonces contacté con  otras 4 casas de bolsa para ofrecer los bonos por debajo del valor de las del mercado primario, ninguna de ellas estaba dispuesta a ofrecer esos bonos a sus clientes.

Seis meses después de la emisión sin haber encontrado ninguna salida la empresa emisora de los bonos se presenta a convocatoria de acreedores.

Las preguntas que me hago cada noche desde mi isla de inversor náufrago son: Hubo algo que estaba en mis manos hacer y no hice para evitar este final?; Además del error de contestar “anótame” en esa primera llamada, en que partes de esta historia falle?;  Hay algo que se pueda hacer hoy?

Estoy seguro que alguien en algún lugar tiene el conocimiento, la experiencia o la capacidad técnica de dar alguna respuesta efectiva a estas preguntas, para ello habilite el twitter @sos_inversor, finaliza

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