El primer oro femenino de Paraguay en los Juegos Odesur

POR Miqueas Cicorio

Año 1994. Juegos Odesur. Valencia, Venezuela. Allí, una joven taekwondista sorprendía a propios y extraños al convertirse en la primera mujer en ganar una medalla de oro para Paraguay en el mencionado certamen. Ella es Rocío Viveros.

“En aquellos Juegos fuimos tres medallistas de oro: Ramón Jiménez Gaona (lanzamiento de disco), Édgar Baumann (lanzamiento de jabalina) y yo. Para el país fue una gran sorpresa que trajo mucha alegría. Por tal razón, el recibimiento fue grato y reconfortante. El haber logrado eso en un deporte tan competitivo como el taekwondo fue una hermosa experiencia. En ese momento no fui Rocío, sino Paraguay. Es algo que nunca se olvida”, cuenta a El Nacional quien –hasta ahora– es la única paraguaya en ganar un oro en los deportes individuales de los Juegos Odesur.

Rocío se inició en el taekwondo gracias a su padre, Julio Viveros, exfutbolista que tiempo después incursionó en las artes marciales y, tras graduarse en cinturón negro, abrió su propia academia en el barrio Terminal de Asunción. Las primeras alumnas fueron Rocío y su hermana, Paola. En aquella época, Rocío tenía apenas siete años.

“Desde los ocho comencé a competir en todos los torneos que había. A los 13, ya integraba la selección. En ese entonces no existían las divisiones como ahora, por lo que compartía con los adultos en las competencias olímpicas”, revela Rocío.

Los éxitos llegaron con el correr de los años. El oro conseguido en Venezuela no fue el único. También obtuvo dos preseas doradas en un campeonato nacional de taekwondo que se llevó a cabo en Colorado, Estados Unidos. Asimismo, se destacan las medallas de plata que ganó en el III Mundial Chung Do Kwan (Buenos Aires, Argentina) y en el III Campeonato Sudamericano de Taekwondo (Guayaquil, Ecuador). Ambas en 1995. Dos años después, en el IV Campeonato Sudamericano de Taekwondo que se celebró en nuestro país, se alzó con una de bronce así como lo hizo en los Juegos Odesur de 1998 (Cuenca, Ecuador). Además, Rocío fue campeona nacional entre 1987 y 2004, año en el que decidió dejar el deporte.

“No teníamos apoyo. Estaba frustrada. Comencé a trabajar y en el 2003 me casé. Entrenaba y no pasaba nada. Lastimosamente, en nuestra época no pudimos llegar a una Olimpiada. No porque no estuviésemos preparados, sino por las trabas y la falta de apoyo”, explica la multicampeona guaraní sobre su retiro del taekwondo.

Si bien es consciente de que en el presente los deportistas tienen mayor respaldo, considera que el taekwondo nacional necesita elevar su nivel de cara a los Juegos Suramericanos que se realizarán el próximo año en Asunción: “Hoy se cuenta con una leve esperanza, ya que el Comité Olímpico Paraguayo estaría reclutando un equipo a través de un clasificatorio para los Juegos Odesur 2022. Esto da un poco de ilusión a quienes quieren representar al país. Anteriormente, el taekwondo era de las disciplinas que más medallas traía de los Sudamericanos y Panamericanos. Esperemos que, como en los años que yo competía, Paraguay se luzca y tenga un equipo completo de teakwondistas. Para ello, deberían comenzar el plan ya”.

Por último, Rocío dejó un mensaje para los jóvenes que dudan en practicar las artes marciales. “Que la gasolina no sea la motivación, pues es algo que va y viene. Un día podemos estar motivados y otro no. Las cosas se hacen con disciplina. Mientras uno busca motivación, no se avanza. Creen un plan de acción y comprométanse a hacer eso que quieren. No esperen que les digan cosas bonitas, solo háganlo”, finalizó.