Connect with us

Economía

Estiman que sequía mermará negocios por USD 1.500 millones

Sequía. Foto referencial: Gentileza.

Sequía. Foto referencial: Gentileza.

De acuerdo a los principales gremios relacionados con el agronegocio, como la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y la Asociación Rural del Paraguay (ARP), la prolongada sequía podría mermar en al menos USD 1.500 millones los negocios en el país por la menor producción.

La sequía en Paraguay tiene un impacto significativo en la agricultura, especialmente en el cultivo de soja, que es uno de los principales productos de exportación del país y un pilar fundamental de nuestra economía.

El agronegocio tiene un peso del 30% en el PIB paraguayo.

La falta de lluvias afecta directamente el crecimiento de la soja, reduciendo el rendimiento por hectárea. Esto se debe a que la soja requiere una cantidad adecuada de agua en etapas clave de su desarrollo, como la floración y el llenado de granos.

En casos severos, la sequía puede provocar la pérdida total de cultivos, especialmente en zonas donde no se cuenta con sistemas de riego complementario, cómo de hecho ya se está dando, en promedio el sector habla de una caída de rendimiento de entre 30 y 40% respecto a la zafra anterior.

Efecto contagio

La disminución en la producción de soja impacta negativamente en los ingresos de los productores agrícolas, muchos de los cuales dependen exclusivamente de este cultivo.

A nivel macroeconómico, la reducción en la producción de soja afecta las exportaciones, lo que a su vez reduce los ingresos de divisas para el país. Paraguay es uno de los mayores exportadores mundiales de soja, por lo que una caída en la producción tiene repercusiones globales.

Los agricultores están obligados a invertir en sistemas de riego o en la compra de agua para mantener sus cultivos, lo que incrementa los costos de producción. Además, la sequía favorece la aparición de plagas y enfermedades, lo que requiere un mayor uso de pesticidas y fungicidas, aumentando aún más los gastos.

La sequía no solo afecta a los productores directos, sino también a otros eslabones de la cadena de valor, como transportistas, acopiadores, procesadores y exportadores.

La reducción en la oferta de soja puede generar un aumento en los precios internacionales, lo que afecta a los compradores y a la industria alimentaria global.

Más consecuencias

La sequía prolongada lleva a la degradación del suelo, reduciendo su fertilidad y capacidad productiva a largo plazo. Esto también afecta a los ecosistemas circundantes, impactando la biodiversidad y los recursos hídricos.

La disminución de ingresos en el sector agrícola puede generar desempleo y migración rural hacia las ciudades, aumentando la presión sobre los servicios urbanos. Los pequeños productores son los más vulnerables, ya que tienen menos recursos para enfrentar las pérdidas y adaptarse a las condiciones climáticas adversas.

Adaptación

Ante la recurrencia de sequías, muchos productores están adoptando prácticas agrícolas más sostenibles, como la siembra directa, la rotación de cultivos y el uso de variedades de soja más resistentes a la sequía. Sin embargo, la falta de infraestructura y recursos limita la capacidad de muchos agricultores para implementar estas medidas.

En otras palabras, la sequía en Paraguay tiene un impacto multidimensional en la agricultura de soja, afectando no solo la producción y la economía, sino también el medio ambiente y la sociedad. La adaptación a estos desafíos requiere inversión en tecnología, infraestructura y políticas públicas que fomenten la resiliencia del sector agrícola, según los expertos.

Apoyo estatal

Ante la sequía que está afectando al sector productivo del país, el Banco Central del Paraguay (BCP) ha dispuesto la vigencia de medidas transitorias de apoyo al sector productivo, que buscarán mitigar los efectos económicos generados por las condiciones climáticas adversas relacionadas con el fenómeno “La Niña”.

Con la emisión de la Resolución N.º 13, Acta N.º 4, de fecha 24 de enero de 2025, se permitirá la renovación, refinanciación o reestructuración de préstamos, incluyendo intereses devengados, sin afectar de forma negativa la calificación crediticia de los productores y facilitando con ello el acceso a mejores condiciones financieras para superar este ciclo adverso.

Las medidas también incluyen la exigencia de un análisis financiero individualizado en los casos de mayores riesgos, asegurando la viabilidad de las operaciones y protegiendo la estabilidad del sistema financiero.

Estas disposiciones reflejan la responsabilidad del BCP de velar por la solvencia del sistema financiero, garantizando el acceso a financiamiento en condiciones adecuadas para los sectores más vulnerables y protegiendo los intereses de los agentes económicos.

La banca matriz seguirá monitoreando el desarrollo de la situación climática y su efecto en los diferentes sectores económicos y, en caso de ser necesario, dispondrá medidas adicionales para mitigar eventuales efectos negativos que puedan surgir hacia adelante.

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!