Persiste morosidad bancaria a pesar de la recuperación económica

A pesar de la recuperación económica evidenciada desde el inicio del año, la morosidad bancaria experimentó un incremento durante el tercer trimestre, según revela el informe de Indicadores Financieros del Banco Central del Paraguay (BCP). Aunque la economía mostró señales positivas, reflejadas en el crecimiento de los créditos y depósitos en el sistema financiero, la morosidad persistió como un desafío, impulsada principalmente por el comercio al por menor y el consumo, que exhibieron las tasas más altas de los últimos meses.

De acuerdo con los datos del BCP, al cierre del tercer trimestre, la tasa general de morosidad en el sistema bancario se ubicó en un 3,41 %, representando un aumento de 0,29 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior. Resulta llamativo que septiembre marcara el quinto mes consecutivo con una tasa por encima del 3,4 %.

La consultora Mentu ofrece una perspectiva adicional al señalar que, a pesar de la mejora en los indicadores de corto plazo en los últimos meses, indicadores que deberían traducirse en una mayor capacidad de pago de los agentes económicos, la morosidad ha persistido. El análisis de las tasas de morosidad por segmentos de crédito refleja un comportamiento al alza, a excepción del sector agrícola, agrobusiness y otros sectores económicos. El comercio al por menor y el consumo se destacan como los segmentos con las tasas de morosidad más elevadas, alcanzando el 6 % y el 5,8 %, respectivamente.

Resulta notable que las variaciones positivas más significativas en la tasa de retrasos se registraron en la cartera dedicada a la venta y reparación de vehículos, con un aumento de 1,61 puntos porcentuales, así como en la construcción, que experimentó un incremento de 1,48 puntos porcentuales, y en el sector de servicios, con un aumento de 1,06 puntos porcentuales.

Los analistas advierten que la proximidad de las fechas de fin de año podría tener un impacto en la tasa de morosidad, considerando el mayor circulante para cumplir con compromisos. No obstante, esta situación también ofrece una oportunidad para diseñar herramientas que apoyen a los agentes económicos en el cumplimiento de sus obligaciones financieras. La atención se centra en estrategias que mitiguen los riesgos y fomenten una gestión más eficiente de las obligaciones financieras en un contexto económico en continua evolución.