Gobierno dice que lucha antidrogas con EE. UU. seguirá a través de la Policía

La reciente decisión de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de suspender la cooperación con la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos ha generado una serie de reacciones y comunicados oficiales. Mientras The Washington Post calificó la medida como un golpe significativo a los esfuerzos estadounidenses para combatir el narcotráfico en el país, el Ministerio del Interior de Paraguay emitió un comunicado asegurando que los lazos entre ambos países se mantendrán firmes en otras áreas de colaboración.

De acuerdo con el comunicado, Paraguay y Estados Unidos “intensificarán la cooperación en el combate contra el narcotráfico” mediante el trabajo conjunto de la Unidad de Investigación Sensible (SIU) y la Policía Nacional. Además, se destacó que esta cooperación se enmarca dentro de un plan estratégico amplio que busca fortalecer las capacidades de las fuerzas policiales, equiparlas mejor y aumentar el número de efectivos para enfrentar los delitos transnacionales.

Sin embargo, la decisión de la Senad de interrumpir su colaboración con la DEA, que entrará en vigor a principios del próximo año, sigue siendo motivo de debate. Según The Washington Post, la medida fue tomada a nivel político por el gobierno central y podría afectar investigaciones clave, como la búsqueda de Sebastián Marset, un narcotraficante prófugo vinculado al financiamiento de equipos de fútbol profesional y a una red de tráfico internacional de cocaína.

El expresidente Mario Abdo Benítez expresó su preocupación por esta decisión, calificándola como un “gran retroceso” para el país. Abdo recordó el éxito de operativos conjuntos como A Ultranza Py, que desmantelaron redes de narcotráfico y lavado de dinero durante su gobierno, e instó a las autoridades actuales a reconsiderar esta postura.

La aparente contradicción entre el anuncio de la Senad y el comunicado del Ministerio del Interior genera interrogantes sobre la dirección que tomará Paraguay en su lucha contra el narcotráfico. Por un lado, se refuerzan los lazos con Estados Unidos a través de la Policía Nacional; por otro, se desvincula de una colaboración histórica con la DEA, considerada clave para el combate al crimen organizado en la región.

Esta situación deja en evidencia tensiones internas en las políticas de seguridad del país y plantea dudas sobre cómo estas decisiones impactarán en la lucha contra el narcotráfico en un momento crítico para Paraguay y la región.