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Opinión

El clima está cambiando, también nosotros deberíamos cambiar

El lunes pasado 20 de marzo un grupo de investigadores y académicos lanzábamos una nueva iniciativa para el Paraguay. Se trata de ARAPY, “hub” de ciencias climáticas. Las ciencias climáticas abordadas por especialistas quienes se comprometen a trabajar inter y multidisciplinarmente para abordar una temática que nos comienza a preocupar o nos debería comenzar a preocupar, el cambio y la variabilidad climáticos. Hemos decidido llamar “hub” y disculpen con el anglicismo, pero este término refiere a intercambiador, centro logístico, centro de conexión, concentrador o nodo, muchas acepciones similares que engloba un término para el cual todavía no hemos decidido cómo llamarlo. Y para no perder tiempo en una denominación, preferimos avanzar ya que todos sabemos qué buscamos hasta tanto tengamos un término más aceptable. El evento contó con varias autoridades, académicos, y miembros de la sociedad civil y nos acompañó la Embajada Británica, misión diplomática que confió el puntapié inicial en este grupo.

Nacemos en respuesta a una problemática que tiene que ver el cambio en el clima y sus consecuencias, y para sumarnos en el futuro cercano a una red internacional cuya traducción al español sería algo así como “Alianza para la Investigación en Adaptación” que viene del inglés Adaptation Research Alliance, ARA por sus siglas. Y el término ara es un término que nos identifica muchísimo por su significado en guaraní, que refiere al día o al clima, los días de la semana y las estaciones comienzan con “ara”, combinada hace referencia a diferentes condiciones del “cielo” como las palabras trueno (arasunu) o relámpago (aratiri, aravera), también nos refiere a los guacamayos, por lo que agregándole el sufijo “py” que denota Paraguay y nos obliga a pronunciarlo diferentemente, nos queda ARAPY, sumando dos vocablos que además denotan “mundo, planeta”, y qué mejor nombre para que Paraguay se sume a la Alianza para la Investigación en Adaptación con un nombre tan propio.

Pero qué es adaptación, y esta palabra la escuchamos asociada a veces a mitigación, como dos estrategias que el planeta debe abordar para hacer frente a los cambios climáticos. Sin bien mitigar significan acciones para poder descontaminar la atmósfera y reducir la emisión de los contaminantes que causan el cambio climático (gases de efecto invernadero), la adaptación busca llevar a cabo acciones que reduzcan los riesgos, la vulnerabilidad de los sistemas tanto humanos como naturales a los cambios que se suceden en el clima, tratando de que los impactos negativos puedan reducirse o estar bien preparados para enfrentarlos y aprovechar los efectos beneficiosos. Sin embargo, estas acciones que muchas veces están primadas por decisiones políticas deben estar basadas en evidencias, basadas en conocimiento validado. Por eso, lo que se busca es contribuir con un enfoque orientado a la acción para la investigación de la adaptación y que esta investigación pueda satisfacer las necesidades actuales. La comunidad de investigadores deberían estar movilizada y conectada con gobiernos tanto nacionales como subnacionales, comunidades y grupos vulnerables en la primera línea del cambio climático, y estos académicos deberíamos apostar por la investigación diseñada a través de una colaboración equitativa, centrada en los usuarios y en la generación de soluciones.

Los compromisos paraguayos ante la Convención de Cambio Climático están elaborados participativamente e debidamente socializados e informados; sin embargo, en dichos compromisos, estado actual de las emisiones, vulnerabilidad del país y compromisos, necesitamos responder una gran cantidad de interrogantes y acompañar al país en la toma de decisiones basadas en evidencias. Por eso, este grupo, tiene el compromiso de acelerar y escalar las inversiones en investigación orientada a la acción que aborde las necesidades apremiantes de conocimiento para la adaptación y la resiliencia de los más vulnerables. Adherimos a ciertos principios como (a) nos impulsan las necesidades, investigación orientada a soluciones y con un impacto positivo en la vida de las personas en riesgo por el cambio climático, (b) no haremos investigación en aislamiento, sino que la investigación será transdisciplinaria y coproducida con los usuarios, (c) enfatiza el impacto social, (d) crea capacidad y empodera a los actores a largo plazo, (e ) debemos abordar las desigualdades estructurales que conducen a una mayor vulnerabilidad y una menor capacidad de adaptación de las personas en riesgo, y (f) aprendemos haciendo, la acción de adaptación se basa en la evidencia y buscamos que cada vez sea más efectiva.

ARAPY, Hub de Ciencias Climáticas ya nació, ahora tenemos el desafío de traer a más investigadores que nos permitan fortalecer los sectores ya identificados, como recursos hídricos, salud y epidemiología, energía, transporte, biodiversidad y ecosistemas, infraestructura y ciudades resilientes, producción agropecuaria, seguridad alimentaria, forestal, y servicios climáticos con temas transversales como la gestión de los riesgos naturales, la comunicación y educación, las cuestiones de género, inclusión e interculturalidad.

Necesitamos más apoyo en estos sectores y seguramente liderazgo en muchos otros sectores que no hemos todavía considerados. Necesitamos crearle una gobernanza pertinente, participativa e inclusiva, en la cual todos podamos contribuir y sentirnos partes, y asegurar los recursos financieros y logísticos para poder hacer frente a los desafíos que nos autoimponemos y que como país necesitamos. Si crees que puedes acompañarnos, contáctanos, que con gusto te sumamos. El clima está cambiando y nuestros sistemas humanos y los sistemas naturales necesitan de nuestro conocimiento para que las decisiones que tomemos sean las mejores en base a la evidencia que disponemos.

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