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Nacionales

Producción basada en naturaleza, conservación y desarrollo

Transformación de productos del bosque y también del jardín. Foto: Gentileza.

Transformación de productos del bosque y también del jardín. Foto: Gentileza.

POR Alberto Yanosky
Biólogo y conservacionista.

En diferentes ocasiones hemos hablado sobre el rol que cumple la naturaleza en proveernos productos para nuestra vestimenta, seguridad, salud y alimentación. También hemos hablado del rol de la ciencia y la investigación en la conservación de la naturaleza. Hemos abordado en algo la importancia que tiene la naturaleza en brindarnos oportunidades de negocios y aportes económicos para mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, verlo todo junto en una sola iniciativa y mucho más, no es necesariamente común.

Estuve la semana pasada en el Chaco con esa sensación de satisfacción por estar en un ambiente tan cálido a mis recuerdos, formación profesional y creación de mi familia, y lo hice acompañando a una colega para analizar cuáles oportunidades de conservar naturaleza existen en el Paraguay, en particular el Chaco y se me ocurrió que sería oportuno visitar un emprendimiento como Tucosfactory de la mano de su promotora,  Aeline Friessen. Esta empresa, que ya conocía desde hace algunos años, tiene como misión hacer que podamos disfrutar de los sabores silvestres del Chaco, a través de sus mermeladas, cafés, condimentos y harinas.

Visita a Tucosfactory y recepción de su emprendedora, Aeline Friessen. Foto: Gentileza.

Productos como el algarrobo, el molle negro, la tuna, el mistol, son productos nativos que se transforman para llegar a nuestras mesas y darnos la oportunidad de probar estos servicios que nos da la naturaleza, pero a su vez de dar oportunidades de trabajo a las mujeres indígenas de la región, haciendo que se valore lo nativo, lo tradicional.

Un aspecto que me llamó mucho la atención es el apoyo, fomento al ciclo de investigación científica, con preguntas de investigación para las que no teníamos respuestas, como por ejemplo el valor nutricional y los componentes de ciertas plantas y sus derivados, y que además de hacerlo en alianza con centros de investigación, también se llegue a la publicación en revistas científicas que permitan compartir el conocimiento.

Visionaria

Estos componentes hacen del emprendimiento algo meritorio que solo una persona visionaria y apasionada puede lograr, trabajando con la gente apropiada y dignificando el trabajo. Escucharla hablar de sostenibilidad también me sorprendió, ya que no son muchos emprendimientos productivos basados en recursos naturales genuinos que tengan presente, por un lado, la conservación de las poblaciones de las que se provee, sino también del esfuerzo que implica para una mujer recolectar frutos que cada vez se encuentran más lejos de su morada.

El algarrobo (Prosopis), la tuna (Cereus) y el mistol (Zizyphus) son los productos que más me han llamado la atención, por la harina de algarrobo, y la transformación de los vistosos frutos de tanto el cactus o tuna como del mistol. Conocía de las propiedades de la harina de algarrobo y del uso de las vainas o chauchas como forraje del ganado, también sabía que varias aves gustan del fruto del cactus columnar y también sabía que cuando abunda el mistol, las iguanas overas o teju hũ, comen muchos frutos y sus estómagos llegan a estar lleno de ellos. Estos tres elementos chaqueños están ahí, son abundantes y como se demuestra en este emprendimiento, se puede lograr producción fomentando lo nativo, conservarlo y dando oportunidades de desarrollo. Seguramente hay mucho conocimiento tradicional y comunitario en nuestras comunidades asentadas en el Chaco, quizás mucho de esto requiera de investigación para poder realmente validar un producto que se lance al mercado y cumpla con los requisitos estipulados como alimentación. Sin embargo, es de esta manera que podremos ir valorando los recursos naturales, agregándole valor a los mismos y mejorando nuestra calidad de vida.

Aproveché la visita y compré algunos productos para regalar y ya mi hermano se fascinó con la pimienta del monte, algo que ya habíamos probado a través de un regalo de unas mujeres Ayoreo. Sin embargo, verlos así, cosechados sosteniblemente, procesados con altos estándares, y presentados al mercado en una forma muy vistosa, le da un gran valor agregado, más aún cuando uno sabe que aporta a la local y fomenta en el desarrollo sostenible.

Quiero agradecer a Aeline por la recepción, por la pasión, por el entusiasmo y por el compromiso de conservar el Chaco y compartir las riquezas del Chaco con todo el Paraguay y el mundo. Deseo que pueda transformar más productos de la vida silvestre del amado Chaco en elementos que nos pueda hacer conocer lo que tenemos, y el compromiso de conservarlo.  

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