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Las aves rapaces del Paraguay

Aguilucho colorado - Taguato pytâ (Buteogallus meridionalis) Es una rapaz bastante confiada y fácil de ver. El macho mide 46 cm y la hembra 50 cm. El cuerpo tiene coloración canela, y tanto la cola como el ápice de las alas son de color negro. Es común de registrarla en sabanas, pastizales, campos cerrados y quemados. De hecho, este último sitio es propicio para su actividad de cacería, ya que no le molesta el humo, con tal de atrapar algunas presas pequeñas como roedores o reptiles que intentan huir del fuego. (Villa Hayes, agosto 2020). Foto: Rebeca Irala.

Aguilucho colorado - Taguato pytâ (Buteogallus meridionalis) Es una rapaz bastante confiada y fácil de ver. El macho mide 46 cm y la hembra 50 cm. El cuerpo tiene coloración canela, y tanto la cola como el ápice de las alas son de color negro. Es común de registrarla en sabanas, pastizales, campos cerrados y quemados. De hecho, este último sitio es propicio para su actividad de cacería, ya que no le molesta el humo, con tal de atrapar algunas presas pequeñas como roedores o reptiles que intentan huir del fuego. (Villa Hayes, agosto 2020). Foto: Rebeca Irala.

Las aves de presa o aves rapaces están muy ligadas a nuestra cultura y tradición. Siempre nos han llamado la atención, quizás por sus habilidades, por su prestancia y postura, por su habilidad de cacería. Basta recordar una práctica que tiene diferentes defensores y detractores como la cetrería.

Un ave de presa es una especie que caza para alimentarse, y esta cacería se basa en la utilización de su pico y sus garras. Normalmente tanto el pico como las garras son potentes instrumentos que tienen estas aves para agarrar, sostener, desgarrar y hasta perforar la carne. No todas las aves rapaces son grandes cazadoras y carnívoras, hay algunas aves rapaces que consumen insectos o caracoles.

En la mayoría de las especies, la vista está altamente desarrollada para identificar la presa en el ambiente y lanzarse sobre ella. Algunas de estas aves rapaces solo se especializan en consumir carroña (como nuestros cuervos), lo que hace muy importantes elementos en la naturaleza ya que limpian el ambiente de animales muertos.

Y las rapaces en términos generales se clasifican en rapaces diurnas y nocturnas, estas últimas ya las discutimos en un artículo anterior (las lechuzas y búhos) mientras que nos enfocaremos ahora en las diurnas, o mayormente diurnas – los Falconiformes; es decir, aves que se parecen a los halcones (falco = halcón). Hasta uno podría decir que nuestros halcones son los famosos taguató.

Halconcito colorado – Kiri kiri’i (Falco sparverius). Un halcón bastante confiado y muy probable de verlo “halconeando” o posado en sitios visibles como postes y cables en áreas abiertas y rurales, al igual que en poblados. El macho (25 cm) y la hembra presentan plumajes y tamaños diferentes, siendo la hembra más grande (28 cm). El macho presenta el dorso y cola rufos, las cubiertas con pecas negras y el ventral goteado. En tanto, la hembra tiene el ventral estriado y el dorso rufo barrado de negro. (Concepción, diciembre 2020). Foto: Rebeca Irala.

A nivel mundial hay algo más de 300 especies conocidas de aves rapaces diurnas. En Paraguay, tenemos tres grandes grupos de falconiformes, a) los buitres o yrivu, que se agrupan en la familia de los catártidos, b) los gavilanes, águilas, aguiluchos o taguató, en la familia de los accipítridos, y c) los halcones en la familia de los falcónidos.

En Paraguay, tenemos cinco especies de buitres, 36 especies de gavilanes y águilas, y 12 de halcones, lo que hace que la fauna de aves rapaces diurnas en Paraguay llegue a 53 especies, algo más del 7% de la totalidad de aves que tenemos en el país. Las rapaces están en todo el territorio nacional y se encuentran en todos los hábitats, inclusive en las áreas urbanas y suburbanas.

Existen aves tan majestuosas como el taguato ruvichá o águila harpía, la que hace muchos años que ya no se ve, con el último registro para el río Jujui en la Reserva Mbaracayú, o las águilas coronada más del Chaco o el águila crestuda negra más en el este de la región oriental, o la misma águila monera en la zona de San Rafael en Itapúa. En zonas más abiertas se pueden ver los taguató akati o gavilán de estero, o taguató pyta o aguilucho colorado.

Águila negra- Yryvutinga (Buteogallus urubitinga). Mide 58 cm, una de las águilas más grandes, entre las comunes. Es negra con la cola blanca y una ancha banda negra en medio, además de largas patas amarillas. Suele posarse en sitios visibles como ramas altas y postes. Está asociada a humedales en áreas boscosas. Se alimenta de reptiles, aves pequeñas e inclusos domésticas, como también de algunos mamíferos (Villa Hayes, agosto 2020). Foto: Rebeca Irala.

Algunas de las rapaces que tenemos en Paraguay son migratorias, es decir que vienen de otras latitudes y comparten solo unas semanas o meses en el territorio, como el taguató yetapá o milano tijereta, o el águila pescadora o taguato rye moroti, o el halcón peregrino o taguato ro’y. Este halconcito como otras especies de halconcitos se suelen ver en zonas abiertas y hasta en zonas urbanas.

Con las 53 especies de rapaces, existen una gran variedad de especies que adoptan diferentes características, entre ellas, el carancho o caracara, tan común en nuestros ambientes o el caracolero que se especializa en caracoles, los que saca de su caparazón con gran habilidad utilizando sus garras para aprender y el pico para sacar al animal.

El halcón guaicurú o makagua es una rapaz que se especializa en serpientes, lo que hace que mucha gente en el campo lo quiera tener cerca de sus viviendas. Si bien la cetrería no está muy difundida en Paraguay, en Asia Central es una práctica muy común y ancestral. Nos guste o no, esta actividad selecciona ciertas especies de rapaces y se las entrena para asociar al ave al humano para la cacería.

Chimachima – Kiri kiri (Milvago chimachima). Es muy común de ver en bordes de bosques, sabanas y pastizales. Es generalmente arborícola, pero también suele estar sobre el ganado comiendo ectoparásitos, como las garrapatas. Mide 37 cm. Tiene el plumaje del cuerpo blanco ocráceo y negro, una línea postocular negruzca y la cola barrada. Cuando es juvenil, su plumaje es muy parecido a otra especie, el Milvago chimango (Kara kara’i). (Sapucái, octubre 2017). Foto: Rebeca Irala

Fuera del hábito como deporte, también la cetrería provee servicios para mantener libres de otras aves en las pistas de aterrizaje, como así también como elementos para ahuyentar palomas u otras aves que causan daños a la infraestructura y la gente. Es clave poder asegurar que continúen existiendo las aves rapaces, por ser carnívoras y estar en la pirámide alimenticia, su presencia nos indica que existen las presas necesarias para mantener sus poblaciones.

Consumiendo carroña o consumiendo serpientes, o consumiendo roedores, las rapaces cumplen un destacado rol en el ecosistema, rural y urbano, y deberían precautelar su existencia en nuestros ambientes y nuestras vidas.

Taguató común – Yndaje (Rupornis magnirostris). Es una de las rapaces más comunes del país. Tiene el capuchón pardo oscuro y la cola barrada de negruzco. En general, presenta un plumaje bastante rufo. Su grito ieee… es comúnmente escuchado en arboledas y bordes de bosques, e incluso en áreas urbanas. Suele vérsela siendo perseguida por algunos pájaros más pequeños, ya que roba pichones. (Concepción, diciembre 2020). Foto: Rebeca Irala.

Fuente:

Fotografía: Rebeca Irala

– Guyra Paraguay. 2004. Lista comentada de las Aves del Paraguay. Asunción, Paraguay. 200 p.

– Narosky, T. e Yzurieta, D. 2006. Guía para la identificación de las Aves del Paraguay. 1ra ed. Buenos Aires: Vázquez Mazzini Editores. 240 p.

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