Sentirse solos estando acompañados

POR Sandra Lustgarten

Psicóloga y sexóloga.

El miedo a la soledad y todo lo que trae aparejado, descubriendo que no existe un amor infinito o para toda la vida, y que, desafortunadamente, en algún momento nos vivenciamos solos, estar solos es diferente a sentirse solos estando acompañados. Y no es una diferencia menor, ya que un porcentaje muy elevado de parejas en matrimonios de muchos años se reconocen abandonados y hacen hincapié en el temor que sienten a la soledad.

Algunas personas mencionan que el estado emocional se modifica cuando la soledad real afecta a la persona, y esto se evidencia en parejas estables que pierden su vínculo porque este muere antes, provocando está perdida secuelas serias, y depresiones intensas, también algunas personas cambian su conducta y modifican su forma de vincularse, cuando se sintieron afectados por a soledad o el abandono, la vida social deja de ser una de las actividades prioritarias. Pero dentro de un grupo considerado están los que aun estando dentro de un vínculo sienten que la comunicación, o la conexión está afectada, esto provoca serias dificultades en todo lo que se planea impactando en la forma de ver las cosas, la forma de razonar el vínculo amoroso y de descubrir el origen del motivo de distanciamiento. Algunos somatizan como consecuencia de la soledad, probablemente para buscar atención en el entorno, o tratar de buscar alternativas, a veces dañinas como el alcohol o las drogas.

¿Cómo se desarrolla el sexo en una pareja cuando hay falta de comunicación?

Se sienten desesperanzados, solos, no comparten actividades, evitan la vida social y esto impacta en el escenario amoroso, mostrando efectos en la conectividad.

Algunas parejas se manifiestan en contra de cualquier tipo de intimidad solo de descarga; sin embargo, cuando no existe nada que llene el vacío, el sexo puede ser la excusa engañosa de compañía simulada. Aunque se destaque la insatisfacción y o el abuso sexual.

Buscar compañía es una forma de llenar vacíos, para que la sensación de soledad no afecte otras áreas de la vida. La contra-parte es sobre aquellas personas que llenan esos vacíos a cualquier costo y se quedan donde no quieren o se dejan acompañar con quien no tienen empatía. Otros tapan la vergüenza que sienten estando solos cuando se les pasó el cuarto de hora, o por temor al bullying, buscando disfrazar la realidad, tal vez ocultando su real identidad sexual.

Sentirse solo mientras uno está acompañado es frustrante, tanto como cuando uno elige a la persona inadecuada, nada hará que se modifiquen los sentimientos, quien no está preparado para sociabilizar por más esfuerzo que haga no lo logrará. Lograr una buena convivencia cuando existen dificultades es todo un trabajo terapéutico, siendo fundamental atender al caso en que la soledad es una barrera amorosa para evitar el sufrimiento.

¿Por qué tantas personas acompañadas se vivencian solas?

Estas son consecuencias de la indiferencia en la comunicación, el encuentro es magia, es poder, siempre que esté el deseo de vincular. Los vínculos son sumamente delicados, estar con otra persona requiere un compromiso que no muchas personas se animan a tener y una responsabilidad que logra aterrar a los más sensibles. Siendo las consecuencias claras del amor.

Algunas personas solitarias atraen, cuando esquivan el compromiso, esto provoca cierta atracción, la pregunta que será que no le intereso, o porque se fija en otros y no en mí, se produce un deseo intenso motivado por el desafío de la conquista de lo prohibido, lo que no podemos tener. Por eso muchas mujeres en el consultorio se sienten sumergidas en la atracción que les provoca un hombre infiel, o un hombre que escapa a las relaciones.

Algunas personas tienen tanto miedo a la soledad que se quedan en relaciones donde se sienten infelices, y aun sintiendo frustración siguen viviendo como si no importara el resultado final. La palabra mágica es “detectar”, una palabra misteriosa que sirve para descubrir los signos de una situación peligrosa o amenazante, quedarse en una relación solo por motivos distantes al amor, en este caso no juegan operativamente los sentimientos amorosos, sino excusas que sirven para sostener vínculos enfermos. Cuando logramos detectar algo disfuncional en un vínculo, nos corremos; sin embargo, hay personas que se alimentan de relaciones patológicas y viven entre el placer y el displacer todas sus vidas.

Otros creen que victimizarse es un plan ideal para lograr objetivos, hay mujeres que quieren consolar al triste y sufrido. Tanto es así que la soledad se puede manifestar en distintos momentos de la vida, estando en ciertos lugares y no otros, con ciertas personas, pero no con todas, durante algunas actividades, en diferentes etapas de la vida, etc.

En algunas ocasiones nos olvidamos que el estado anímico puede ser variable y que no siempre debemos ser equilibrados en función de las ideas, que el cambio ayuda a mejorar la perspectiva visual de las cosas, entender por qué hay perfiles interesantes de parejas que, sin embargo, no pueden conectar, o no pueden hacer viable la comunicación sexual, perdieron la atracción, y acallan lo que les pasa, creen que no es necesario pedir ayuda y viven así con ese tipo de vínculos de por vida.

La planificación del futuro abraza la seguridad de estar bien acompañados siempre que podamos planear el porvenir sin culpa, planteando un modelo que permita establecer ciertos cánones fundamentales en el vínculo, imponiendo reglas a cumplir, esto es parte de la modernización, por ejemplo darse cuenta de que sentirse bien es fundamental para crear una relación armoniosa, saber lo que uno quiere, conectar con el otro, haciendo posible el cambio.

Descubrir a que remite el sentimiento de la soledad es un trabajo arduo, que escapa de las posibilidades de muchas personas, pero podemos darles fe a quienes creen que siempre estarán solos y que eso no depende de ellos, hablamos entonces de animosidad para el vínculo.

Por eso abrazamos la idea de que el mejor remedio para la soledad es el amor, la mejor manera de perder el miedo es animarse, teniendo fe en uno mismo.

Instagram: @sandralustgarten