Disfunción sexual femenina

¿Por qué me cuesta excitarme, doctora?

La mayoría de las mujeres pasaron por períodos de falta de deseo, algunos desencadenantes externos son los causantes de la apatía, el temor a ser mal vista, la vergüenza, la culpa son factores que determinan una DES. Sin duda, las mujeres tardan más en pedir ayuda, reconocer que necesitan del placer sexual para sentirse bien, que ocultar la falta de disfrute solo las lleva a generar otras consecuencias en su vida personal que afectan todas las áreas y su desenvolvimiento.

¿Qué papel juegan las emociones?

La depresión o la tristeza son factores que provocan un alejamiento de la intimidad, es fundamental tener armonía interna para poder recibir y dar en la intimidad y si esto no es así, desequilibra la forma en que se perciben los estímulos, como se sienten y cómo funcionan en nuestro cuerpo. Hay mujeres que sienten una caricia como algo desagradable o que no les resulta placentera, o una presión como dolorosa, la forma en que se percibe esa sensación es rechazada y no resulta dar la respuesta esperada por la pareja, les cuesta decirlo, lo disimulan o pasan por alto lo que sucede e intentan continuar de esta forma hasta que el encuentro sexual se torna absolutamente imposible, claramente el estímulo no resulta excitante, algunas mujeres se extrañan de vivirlo así, como si antes era sumamente divertido y placentero. ¿Por qué entonces me resulta? tan extraño, ¿y no me produce disfrute?

¿Otras cuestiones que me distraen de la experiencia?

Hay mujeres que también utilizan pensamientos distractores como el eyaculador precoz, y eso parece hasta intencional, no jugar con sus emociones evitando desconectarse de la situación. Algunas veces lo hacen por venganza, la ira hacia su compañero infiel, también… ¿por qué no?, una forma de castigo por no conseguir alguna atención, mimo o mirada masculina. Hay muchas mujeres que desconocen la naturaleza de la propia genitalidad, ¿cómo funciona?, ¿cómo tocarse, estimularse y que zonas son más aptas como receptores del estímulo?

“Soy la mejor actriz”: simular el orgasmo

El orgasmo no se hace presente y por más que ella se esfuerza no aparece ninguna manifestación de excitación, sin embargo la mujer lo finge para en su caso, seguir estimulando al varón, ocultar su dificultad, evitar la vergüenza, que no crean que está enferma. A su vez las consecuencias de esta compleja simulación de éxtasis producen mucha ansiedad y culpa en la mujer, lo que también repercute en las emociones de su pareja ya que se siente frustrado, o intuye falta de amor, o tiene fantasías de infidelidad de su pareja, aquí su machismo y afecta su narcisismo.

¿Cuándo consulto a mis pacientes sobre por qué fingen, y qué intentan lograr con esta conducta?

La respuesta circula entre inseguridades y temores de abandono de su pareja. No hay que dejar de lado a las mujeres víctimas de abusos sexuales, o presas de violencia de género, estas mujeres que apenas pueden hablar de sus dolorosas y traumáticas experiencias , son las más perjudicadas en su intento de desplegar una sexualidad placentera, y principalmente lo que acallan las hace tener sentimientos muy culpógenos hacia sus parejas, de alguna manera reconocen que no pueden expresar lo que les pasa, el miedo las gobierna en toda su conducta, pierden el deseo sexual, experimentan lo sucedido repetidamente, en forma de re vivencia de la situación. Vivimos en sociedades que reprimen estos acontecimientos y muchas mujeres prefieren ocultar la experiencia y anular cualquier tipo de deseo de goce.

¿Y qué de las mujeres que han tenido una nefasta educación sexual?

En definitiva: “Acallar, no preguntar, no tener educación sexual, no tocarme solo me ha llevado a una experiencia tremendista de lo que implica la sexualidad. Tener miedo de ser rechazada socialmente, de ser víctima de la horrible experiencia de no poder construir una pareja, de no ser deseada por un hombre, de tener que lidiar con percepciones erróneas sobre mi persona…”.

Esta apreciación de la vida sexual entre tantas es la forma en que viven muchas mujeres la inexperiencia en este terreno.

La disminución del deseo sexual conjuntamente con la ausencia de orgasmo, llevan en general a problemas en la disfunción de la excitación sexual, ya su vez ocurre lo inverso. Cuando las mujeres llegan a la consulta lo primero que se interviene es la forma de estimularse que practican y se averigua sobre los conocimientos que tienen respecto a cómo es su sexualidad, básicamente la mayoría de ellas narran que no conocen su vagina ni su vulva, ni siquiera la denominación que acabo de dar. sobre la genitalidad femenina. Claramente una forma de quitar presión a los miedos en estos casos de padecer una disfunción es explicar a la paciente que la falta de información y de cómo mejorar los estímulos y la forma de utilizarlos dará un alivio a la angustia provocando una respuesta sexual favorable.

“Qué rico sabe el sexo oral”

El camino a la lujuria para muchos, sobre todo aprender que es una de las formas que aumentan las probabilidades de lograr el orgasmo, en el caso de los varones el sexo oral es muy recomendable en eyaculadores precoces quienes disfrutan de este momento ya que los ayuda mucho a poder controlar por más tiempo la eyaculación, sin embargo en la mujer ocurre lo contrario ya que e una buena estimulación oral de la vulva aumentará las sensaciones de placer y permitirá a la mujer estar óptima con su lubricación a la hora de la penetración.

Hay otras cuestiones que se pueden relacionar con el diagnostico de disfunción sexual en el caso de las mujeres, que lindan con la clínica médica también y se detectan con la revisión ginecológica, como el caso de la insuficiencia vascular, la congestión genital que puede ocurrir por enfermedades temporarias como hongos vaginales, y nuevamente por la falta de lubricación necesaria para la penetración sin dolor, lo que ocurre generalmente con el vaginismo que lleva a que la mujer se cierre y tenga dolor en la penetración, la infección urinaria es otra causa común y debe ser investigada, esto entre otros diagnósticos posibles, de fácil solución clínica.

Mejorar la clínica en cuanto a un tipo de diagnóstico, permite incorporar en forma interdisciplinaria la psicología; ya que toda sintomatología clínica provoca efectos en la psiquis y también puede darse inversamente, como ser problemas de inseguridad y de autoestima que afectan el deseo sexual, por ende la posibilidad de llegar al orgasmo, así como también la existencia de conductas de evitación de los encuentros íntimos para que la pareja no se de cuenta de la ausencia de reacción frente a los estímulos.

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