Futuro político incierto se refleja en negocios vacíos, lamentan empresarios

Distintos gremios empresariales se vienen pronunciando en tono preocupante por los efectos de la crisis política sobre el tambaleante ámbito de los negocios y un consumo familiar que no termina por levantar cabeza.

Desde que arrancaron las protestas en reclamo por la corrupción y la falta de gestión sanitaria, los clientes desaparecieron de las tiendas en Asunción. De por sí rubros como  bazar, electrodomésticos, vehículos, confecciones, hoteles y restaurantes ya arrastran caídas de facturación  que en algunos casos llega al 70% como efecto de la cuarentena, el miedo de la gente al Covid-19  y por supuesto, la falta de dinero.

Con una caída de ingresos en el 68% de los hogares, los gastos de los paraguayos se concentran en lo básico: alimentación; movilidad y comunicación. El resto puede esperar ya que el ambiente para contraer deudas grandes no es el más propicio por la incertidumbre.

Los pagos con tarjeta de crédito, pese a la baja tasa de interés (13%) llevan 6 meses de caídas sucesivas, otro indicador que da cuenta que la economía real, la de la calle, sigue en terapia.

De hecho, en las actuales jornadas de menifestaciones, muchos ciudadanos se quejaron de la acusiante situación de sus bolsillos. Vale recordar que hay unos 300 mil paraguayos desempleados y para empeorar la inflación está llamando a la puerta de los hogares, en especial de los sectores más vulnerables que no tienen un colchón.

El Equipo Económico emite mensajes optimistas de modo a que los consumidores recuperen la confianza y la rueda de los negocios vuelva a moverse; sin embargo el crecimiento proyectado se sustenta en los buenos resultados del agronegocio, un sector con mucho peso en el PIB pero con limitada incidencia en la economía del día a día de la gran mayoría paraguayos.

Crisis de valores

“La crisis real es de valores éticos, la baja credibilidad de los tres Poderes del Estado por corrupción, ineficiencia e impunidad, nos lleva a penurias ciudadanas inaceptables. Hacemos un llamado a exigir al Presidente de la República a que tome decisiones de fondo” señaló el Club de Ejecutivos del Paraguay, comunicado mediante.

Es una guerra contra un virus y la pobreza, para ello debemos trabajar en el campo de batalla todos juntos… eso es imprescindible. Muchos de los líderes políticos están aplazados. Es hora de servir al país y no servirse de él. Cambiemos la forma de defendernos del enemigo, agregó a reglón seguido.

Con la firma de su presidente, Enio Quevedo, la Cámara Paraguaya de la Industria del Hormigón Elaborado también emitió un comunicado que sienta posición ante los últimos sucesos, expresando su «profunda preocupación ante el avance de la inestabilidad política».

El documento, puesto a disposición de los medios de prensa, dice cuanto sigue: «La gestión de la pandemia, teniendo en cuenta los suficientes recursos que han sido puestos a disposición del Ejecutivo en tiempo y forma, debería haber convergido en la configuración de un escenario controlado desde el punto de vista epidemiológico. Lastimosamente no vemos que así suceda. Este gremio ve con asombro, día a día, personas vendiendo sus bienes para poder afrontar la compra de medicamentos básicos que deberían estar a disposición de los pacientes en los distintos centros de atención a lo largo de la República».

Otros poderosos gremios como la Unión Industrial Paraguaya, la Cámara de Anunciantes de Paraguay y la Asociación de Mipymes (Asepy) también se sumaron a la preocupación. De hecho las mipymes son las más golpeadas.