Connect with us

Deportes

Un autódromo histórico ante las exigencias del presente

Foto: @luis_cassagnes.

Foto: @luis_cassagnes.

El autódromo Rubén Dumot (ex Aratirí) es un lugar emblemático para los amantes de la velocidad en Paraguay. Un espacio que combina historia, pasión y el desafío de adaptarse a los tiempos. El pasado domingo sumó un capítulo doloroso con la partida de Carlos Oliveira, un piloto experimentado que dejó su huella en cada curva.

Carlos participaba en el Track Day Paraguay, un evento diseñado para que los entusiastas del automovilismo disfruten de sus autos en un ambiente más controlado que las calles. Iba al volante de un Porsche 911 GT3 RS, un auto potente, capaz de superar los 170 km/h en un abrir y cerrar de ojos. Pero esa velocidad, combinada con un circuito diseñado en otra época, tuvo un desenlace fatal.

Dany Candia, expiloto y conocedor del circuito, explicó que el muro donde ocurrió se produjo el impacto no está mal ubicado, pero su diseño no está a la altura de los autos modernos: “Ese muro tiene más de 50 años. Antes era de madera y luego lo hicieron de cemento. Sirve, o servía, para separar a los técnicos que tomaban tiempos a los vehículos que pasaban por la recta, a manera de defensa para que un auto no entrara a boxes, donde hay gente trabajando. El muro cumplió su función a medias. Lo bueno es que impidió que el auto se metiera a boxes, lo que hubiese sido una carnicería”.

En la exclusiva entrevista con El Nacional, Candia identificó cuál es el problema por resolver: “No hay circuitos actuales en los que los boxes estén tan cerca. Este autódromo no tuvo mejoras de seguridad en los últimos 40 años. Al contrario, a algún ‘genio’ se le ocurrió poner columnas hechas de cemento para la iluminación, las cuales hoy no tienen luces y siguen allí, muy cerca de la pista. Un delirio total”.

“El muro está bien ubicado, sólo que es obsoleto para la potencia y velocidad de los autos actuales. Saliendo de la curva, antes del lugar del accidente, se llega fácilmente a una velocidad por arriba de los 170 km/h. Ese auto tiene una potencia cercana a los 600 caballos de fuerza”, agregó el experto en la materia.

El Track Day no es una carrera, sino un espacio donde los aficionados pueden disfrutar de sus autos. Pero, como nos señala Candia, no todos los vehículos ni pilotos cuentan con los elementos de seguridad necesarios.

El Dumot ha sido testigo de décadas de pasión automovilística, pero, como muchas infraestructuras históricas, enfrenta el reto de adaptarse a los vehículos y velocidades de hoy. Carlos Oliveira vivía la velocidad como una forma de libertad, y su legado puede ser el inicio de un cambio positivo. La modernización de circuitos, la incorporación de tecnologías de seguridad y la educación en protocolos adecuados son pasos importantes para honrar a quienes, como él, viven con pasión cada segundo detrás del volante. El automovilismo siempre tendrá riesgos, pero cada mejora nos acerca a un futuro donde esas historias de pasión sean más seguras.

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!