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Agenda Cultural

Gran Foro Nacional de Artesanía: hacia una política de Estado

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

En el Banco Central del Paraguay se desarrolló recientemente el Gran Foro Nacional de Artesanía, con el objetivo de discutir la necesidad de diferentes políticas que reconozcan e impulsen la importante contribución de la artesanía a la economía, la cultura, la conservación ambiental y la promoción de derechos de la ciudadanía en Paraguay.

El encuentro fue convocado por el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) y contó con la participación de artesanos y representantes de la sociedad civil, pueblos indígenas, y sectores público y privado. Se sumaron al evento más de 34 instituciones del Estado, con 61 representantes, y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en busca de establecer por primera vez una política de Estado en torno a la artesanía, que estará alineada al Plan Nacional de Desarrollo 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Cynthia Melgarejo, presidenta del IPA. Cortesía

Cynthia Melgarejo, presidenta del IPA, exponiendo en el Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

“Contar con una política pública en materia de artesanía, con visión de Estado, a mediano y largo plazo, permitirá colaborar de manera significativa con el desarrollo del país. La artesanía constituye una valiosa fuente de subsistencia —si no la única— de decenas de miles de personas en el país, principalmente mujeres en áreas rurales, lo cual contribuye además con el sostenimiento de familias y comunidades enteras. Desde esta política de Estado buscamos articular con las diferentes políticas públicas existentes; queremos que la artesanía sea un eje dinamizador de lo que hoy ya está ofreciendo el Gobierno nacional, que pueda crear sinergia, que se puedan diseñar estrategias innovadoras a través de nuestra artesanía”, dijo Cynthia Melgarejo, presidenta del IPA.

La institución emitió un documento en el que expone la situación de miles de artesanos y artesanas en el país y los alcances que su labor puede llegar a tener con la aplicación de una política nacional de artesanía. A continuación, el texto compartido con la prensa.

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

La dimensión económica y social de la artesanía

Más de 15.000 artesanos, 50.000 beneficiarios directos e indirectos como familias, comunidades y localidades de todo el país, dependen de la artesanía. El 70 % del emprendimiento en artesanía es llevado a cabo por mujeres. Ellas, además de constituir el principal sostén del hogar, se dedican a labores de cuidado y a la transmisión de los diferentes saberes —muchos en peligro de extinción— que se traducen en este invaluable acervo cultural.

Los artesanos, muchos de pueblos indígenas, perciben alrededor de G. 500.000 a G. 2.000.000 al mes. Un 75 % no está formalizado. La consolidación de un modelo de comercialización exitoso tendrá un impacto significativo en toda la cadena de valor, desde la materia prima, hasta quien produce la artesanía y la comercializa. El modelo de comercio justo logrará un triple impacto social, ambiental y económico significativo en localidades rurales. En la actualidad ya se está comenzando a exportar principalmente a países como Argentina y España.

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

La artesanía genera un efecto multiplicador en familias, comunidades y localidades del interior del país, especialmente en zonas rurales. Un 60 % de las artesanías se producen en entornos familiares. El potencial de emprendimiento y de generación de empleo a lo largo de la cadena de valor artesanal permite la aparición de numerosas oportunidades valiosas en las áreas que más lo necesitan. De esta manera, la artesanía constituye un importante foco económico, capaz de articularse con otras políticas públicas, para abordar la pobreza y prevenir la migración del campo a la ciudad.

En la actualidad existen tres fondos estatales para el fomento de esta actividad: los Fondos de Cultura para Proyectos Ciudadanos (Secretaría Nacional de Cultura), los Fondos no reembolsables del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fondec) y el Fondo de Artesanía Paraguaya (FAP) del IPA. Por otro lado, cabe señalar la disponibilidad de créditos del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) y los fondos propios para el sector artesanal del Banco Nacional de Fomento.

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

Foro Nacional de Artesanía, un espacio de diálogo. Cortesía

En cuanto al impacto social, es pertinente destacar la organización de los artesanos en diferentes figuras como asociaciones, comités o coordinadoras —muchos de pueblos indígenas— que tienen un gran potencial de participar activamente en la incidencia y toma de decisiones en los asuntos públicos.

La dimensión ambiental y cultural de la artesanía

El cambio climático está afectando la existencia de diferentes materias primas clave para la labor artesanal, como el karaguatá, el palo santo, el karanda’y, el barro negro (ñai’u), el ysypo. La modificación de las condiciones climáticas, tales como sequía, mayor o menor humedad, la desaparición de bosques, entre otros, constituyen riesgos para la preservación de la artesanía paraguaya. Para contribuir a contrarrestar esto, el IPA ha puesto a disposición de los artesanos dos premios que buscan ayudar con fondos para la obtención de materia prima: Jajapo Artesanía Experimental, para jóvenes artesanos; y Capital Semilla, para proyectos con impacto comunitario.

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

Foro Nacional de Artesanía. Transmitir los saberes a las nuevas generaciones. Cortesía

La Política Nacional hace hincapié en la importancia de contribuir al acceso y la conservación de las diferentes materias primas. Por otro lado, las piezas artesanales, respetuosas con el medioambiente, fomentan un consumo responsable y ético ya que constituyen una alternativa para sustituir objetos de consumo único.

Otra dimensión clave es la de salvaguardar el patrimonio cultural de los pueblos vinculados a la artesanía. En la actualidad existen técnicas y trabajos en peligro de extinción como el auténtico ao po’i, el sombrero de fibra de jata’i, el poncho para’i de 60 listas, la hamaca de fibra de coco, la colcha de cuatro lisos, los tejidos con bordados costumbristas y otros que buscan ser rescatados. Un modelo de gestión para esta necesaria labor de preservación es la Escuela de Salvaguarda del IPA, con la participación de maestros artesanos de manera a enseñar los conocimientos tradicionales a las nuevas generaciones.

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

Foro Nacional de Artesanía. Cortesía

“El Plan Nacional de Artesanía pretende fijar metas a largo a plazo, con todos los datos sistematizados como herramienta que pueda permitir a los siguientes gobiernos emprender un buen camino, exitoso para la artesanía y para las demás instituciones y políticas públicas que promueven nuestro desarrollo”, subrayó Cynthia Melgarejo.

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