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Fauna nativa en plantaciones

Aguará guazú en paisaje de plantaciones. Foto: Talison Zardin.

Aguará guazú en paisaje de plantaciones. Foto: Talison Zardin.

POR Alberto Yanosky
Biólogo y conservacionista.

He tenido oportunidad de ver varias especies nativas muy susceptibles de cambios en sus ambientes naturales dentro de plantaciones de árboles como el eucalipto. Y esto no deja de llamarme la atención. Puede ser un evento puntual y que con el tiempo estas especies nativas comiencen a desaparecer, lo que es lógico si su ambiente natural desaparece, o con una buena combinación de paisajes que incorporen los sistemas necesarios para el ser humano junto a las necesidades de la fauna en particular y de la biodiversidad en general.

Originario de Australia, el eucalipto es el principal género de árboles nativos de Australia e incluso se considera uno de los más desarrollados y eficientes en las comunidades de manejo forestal natural. Ha habido una importancia en la explotación del eucalipto a nivel mundial, ya que se ha convertido en una fuente de madera que actualmente tiene valor comercial en todo el mundo. Como recurso forestal de rápido crecimiento, la principal utilización del eucalipto es la provisión de madera. Se sabe que su madera posee una variedad de aplicaciones industriales como muebles, celulosa en papel, construcción, postes de electricidad, construcción de césped, pulpa y madera contrachapada.

Las especies de eucalipto se cultivan generalmente en las regiones tropicales y templadas cálidas. En las últimas décadas, las plantaciones de eucalipto se han vuelto populares y generalizadas bajo plantaciones de valor comercial en la mayoría de los países, y nuestra región ha visto estos cambios. En el lado encantador, los eucaliptos son conocidos por su flexibilidad sostenible y su sensible adaptabilidad ecológica. Sin embargo, esto puede traer diversos negativos ambientales si se maneja inapropiadamente. Los investigadores estamos abordando estos temas, y tanto la gestión ambiental como la conservación de la biodiversidad son problemas críticos que deben abordarse, como el cambio de un ambiente en gran parte natural, aun si bien intervenido a un sistema de monocultivo que ocupa grandes superficies.

Varios investigadores han reportado la presencia de especies nativas dentro de las plantaciones de eucalipto. Esta comunidad nativa puede alcanzar tales densidades en nuevas plantaciones que existe la duda de si se trata de una nueva y específica comunidad de flora y fauna autóctona que ha logrado homogeneizar su alta diversidad nativa, o de una zona “contaminada” con numerosas especies potencialmente intrusivas. Por lo tanto, se plantea la cuestión de si la pérdida de la dinámica nativa para las especies nativas en campos dominados por rodales monoespecíficos de unas pocas especies introducidas conducirá a un cambio en el sistema que proporciona lo que tenemos actualmente. La coexistencia de muchas especies generalistas fuertes que representan nuestra diversa flora y fauna puede reducirse a unas pocas.

Ciervo en Eucaliptal. Foto:

Ciervo en eucaliptal. Foto:Talison Zardin.

Las plantaciones de eucalipto dominan grandes extensiones en el territorio vecino brasileño, en Argentina y en Uruguay, también. Los impactos de estas especies exóticas invasoras sobre la fauna autóctona de Brasil han recibido diferentes opiniones. Las investigaciones han sugerido que la fauna podría no ser susceptible a cambios profundos cuando las plantaciones forestales reemplacen a los ecosistemas nativos brasileños. En algunos casos, también se ha sugerido el crecimiento de plantaciones de eucalipto como una cobertura vegetal capaz de permitir la supervivencia de la fauna nativa remanente. Se ha registrado una variedad de interacciones entre los animales nativos locales y estos nuevos entornos introducidos, y los impactos positivos que dependen de medidas de manejo específicas pueden tener un efecto facilitador en estas áreas para las comunidades nativas reestructuradas. Sin embargo, los cambios en la calidad ambiental a partir de la introducción de estos hábitats exóticos podrían provocar la extinción o extirpación de especies nativas, ya que los nuevos hábitats son indiscutiblemente responsables de reemplazar los diversos ecosistemas nativos.

Lo cierto es que la presencia del aguara guasu (Chrysocyon brachyurus) y el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), como mamíferos grandes, con hábitats muy particulares, como el ñandú (Rhea americana), un ave caminadora que nidifica en el suelo con muy notorios nidos, han sido registrados dentro de plantaciones de eucaliptos, como así también otras especies que me llaman un poco menos la atención como el caguaré (Tamandua tetradactyla), el ciervo de las pampas (Ozotocerus bezoarticus) y varios carnívoros como felinos, hurones y otros zorros, además de varias especies de aves y reptiles.

Los animales autóctonos pueden verse afectados negativamente debido a las pérdidas cuantitativas y cualitativas de hábitat y recursos. Y lo cierto es que las plantaciones no están diseñadas específicamente para aumentar la cantidad o la calidad del hábitat de las especies nativas. Este nicho se da en tres niveles de regulación y práctica: consideración de la conservación de la fauna nativa en el diseño de plantaciones, planes y prácticas de manejo; la evaluación de los impactos y el desarrollo de medidas de mitigación para reducir los impactos negativos sobre la biodiversidad faunística; y la provisión de hábitat adicional para mejorar los efectos de la plantación. La conservación de la fauna autóctona en las plantaciones forestales está intrínsecamente ligada a la conservación y mejora de la biodiversidad a nivel de paisaje. En todo el mundo, se han desarrollado estrategias de conservación de la fauna autóctona dentro de los monocultivos de árboles exóticos para responder a este argumento. Todos ellos reconocen que las prácticas de manejo pueden y deben desarrollarse a nivel regional, de paisaje o de plantación para maximizar los resultados de conservación de la flora y fauna nativas, así como los rendimientos de la madera. Aunque existen algunas diferencias en la forma en que se implementan, las estrategias reconocen la dependencia de una variedad de especies nativas de las plantaciones como hábitat.

Nido de ñandu. Foto: Talison Zardin.

Nido de ñandú. Foto: Talison Zardin.

La necesidad de la provisión de elementos derivados de los eucaliptos u otras plantaciones de monocultivos, como la oportunidad de aportar a la mitigación del cambio climático para descontaminar la atmósfera y capturar carbono en forma más permanente, podrían poner en riesgo a varias especies nativas, por ello urge el estudio de estos riesgos e impactos, y de los mejores diseños que hagan compatibles producción y conservación.

Un agradecimiento especial por el apoyo a Talison Zardin por las maravillosas fotos.

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