Agresión en el Martín Torres casi termina en pérdida de un ojo

Lo que debía ser un partido tranquilo entre Sportivo Trinidense y Nacional terminó en una de las escenas más lamentables del fútbol paraguayo. En la parte final del primer tiempo, una botella arrojada desde una terraza vecina al estadio Martín Torres impactó contra el rostro de un aficionado tricolor, quien debió abandonar el lugar para ser atendido por personal médico debido a la gravedad de su lesión. El partido estuvo detenido alrededor de 20 minutos, pero, increíblemente, se reanudó.

Víctor Espínola, padre del joven agredido, habló con la 730 AM minutos después del suceso: “Mi hijo tiene 31 años, es ingeniero agrónomo. Estoy yendo ahora al hospital junto a él. El reporte inicial que me dan es que perdió un ojo. Es increíble que el árbitro haya reanudado el partido”, manifestó con indignación. Además, anunció que tomará acciones legales contra Trinidense y los responsables de la agresión.

Más tarde, tras la atención médica, la doctora Tamara Vera, del hospital Santa Bárbara, reveló a la 1080 AM: “El paciente ya fue dado de alta. No pasó a mayores, pero sufrió mucho sangrado en el párpado. Le dimos analgésicos. Se acercaron muchos amigos a preguntarnos por él, pero por suerte ya está bien”.

Finalmente, Espínola, en nuevas declaraciones a la 730 AM, confirmó la información: “Ahora mi hijo llegó a casa. Por suerte no perdió el ojo, pero tampoco fue un rasguño. Querellaremos a los responsables y vamos a pedir la clausura del estadio”.