Celeste Amarilla se ratifica en sus dichos y desafía al cartismo a sancionarla

La senadora Celeste Amarilla reafirmó sus declaraciones y aseguró que no tiene miedo a una eventual sanción impulsada por el cartismo en su contra. En un encendido discurso, reiteró sus acusaciones contra el senador Antonio Barrios y el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón Fernández, a quienes calificó como “perros de Cartes”.

Amarilla sostuvo que la intención de sus detractores es desviar la atención del caso que involucra al expresidente Mario Abdo Benítez. Según la legisladora, la sanción en su contra es una “cortina de humo” para evitar que se siga hablando del tema. “No querían que se siga hablando de Mario Abdo, había oradores todavía anotados. No querían que se hable de los pupitres de Itaipú. Acá es eso, me están usando ahora como chivo expiatorio”, manifestó.

La senadora insistió en que no se retractará de sus palabras, a pesar de la posibilidad de una sanción. “Pueden sancionarme, no hay ningún problema, pero no desvíen la atención de lo que hoy importa. El atropello que están haciendo al Estado de derecho con un fiscal vendido a Cartes, otro perro cartista”, expresó.

Asimismo, acusó a Antonio Barrios de operar políticamente desde fuera del recinto parlamentario y de responder directamente a Horacio Cartes. “Él tiene su oficina en lo de Cartes. ¿Y qué es decirle perro? Es un perro cartista, porque le ladra a Cartes, porque le lame el pie, porque come los restos que Cartes le tira”, enfatizó.

Amarilla también criticó la gestión de Emiliano Rolón como fiscal general del Estado, asegurando que es aún peor que la de su antecesora, Sandra Quiñónez. “Sandra Quiñónez al menos tenía la dignidad de venir y balbucear alguna explicación. Este ni siquiera viene”, afirmó.

En relación con las declaraciones del senador Basilio “Bachi” Núñez, quien señaló que la oposición en el periodo anterior apoyó la designación de Rolón, Amarilla respondió que la decisión fue impulsada por el expresidente Mario Abdo Benítez. “Nosotros pensamos que iba a ser mejor que Sandra Quiñónez. Tenía un buen currículo”, reconoció.

Finalmente, la senadora dejó en claro que no teme las consecuencias de sus palabras. “Que hagan lo que quieran, finalmente. Pero esto es una mariconeada de barrio”, sentenció.