Debate político y social sobre prohibición total de celulares en escuelas: ¿Es un avance o un retroceso?

El diputado José Rodríguez, representante por Capital, presentó un polémico proyecto de ley que busca prohibir completamente el uso de teléfonos celulares y dispositivos electrónicos personales en instituciones educativas públicas, privadas y privadas subvencionadas del Paraguay.

La iniciativa ha generado un intenso debate en distintos sectores de la sociedad y ha abierto la puerta a varias interrogantes como: ¿prohibir celulares en las aulas mejorará la educación o limitará la tecnología? ¿Los celulares son herramientas educativas o distracción? ¿Es un avance o un retroceso?

Esta propuesta, recién se estudiaría en el Congreso Nacional a la vuelta del receso parlamentario en marzo próximo.

Sin embargo, dichas preguntas fueron abordadas con el experto en ciberseguridad, Miguel Gaspar, quien acompaña está iniciativa legislativa argumentando que el uso excesivo y mal uso de estos aparatos causan muchos problemas, desde, un deterioro en el impacto cognitivo en la socialización, daños colaterales como obesidad, trastornos de sueño y diagnósticos depresivos en la población infantil, incluso con medicación para adultos, como también mencionó el ciberacoso.

“Entonces, hay que entender desde el principio que esta tecnología no fue desarrollada para niños. Los smartphones no fueron creados, ni diseñados para niños y su uso y su impacto, es pensado para un público adulto”, apuntó.

En entrevista con el diario El Nacional, el especialista asegura que la tecnología es un auxiliar, un complemento para poder mejorar el proceso de aprendizaje.

“Pero lo que tiene que estar completamente sólido, con bases firmes, es la lectoescritura. No podemos sustituir el contacto con docentes y el conocimiento de la lectoescritura solamente con tecnología y pantallas, creyendo que eso nos va a dar mejores resultados”, indicó.

Refirió que la pandemia del Covid-19, dónde se tuvo que mantener a la población cerrada y poner a la tecnología como herramienta de comunicación principal, ocasionó un retroceso en esta generación.

“Una generación que lastimosamente ni siquiera puede entender lo que lee o no puede explicar lo que lee y es un problema porque nuestro país, ningún gobierno pospandemia se hizo cargo de medir el alcance de este daño, de cuantificar el daño y de ofrecer soluciones y recuperar de alguna forma este período de aprendizaje perdido”, indicó.

Gaspar mencionó que varios países en los últimos meses han tomado la decisión drástica de prohibir el uso de los celulares en las aulas tras varias investigaciones con profesionales médicos, neurólogos, psicólogos, psicopedagogos, psiquiatras, profesores de educación física, encuestas de hogar y compañía que refuerzan la teoría de un retroceso en el desarrollo de los niños y jóvenes.

Objetivo del proyecto

Según el proyectista, el principal argumento es apuntar a mejorar la calidad educativa al eliminar distracciones tecnológicas que no son necesarias en las aulas.

Es cierto que ya existe una Ley N.º 6463 del 2019, que “Regula el uso de dispositivos móviles en instituciones educativas públicas, privadas y privadas subvencionadas en los niveles de la educación inicial, educación escolar básica y educación media”, pero no se cumplen hasta la fecha.

Lo diferente con esta nueva Ley que propone el legislador Rodríguez es incluir sanciones. Estas son: sanciones administrativas, como la retención de los dispositivos y la notificación a los tutores.

La oposición estudiantil

La Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes) manifestó su rechazo al proyecto, argumentando que una prohibición total resulta contraproducente. En su lugar, proponen una regulación que fomente el uso responsable de los dispositivos como herramientas educativas. La Fenaes subrayó que, en un contexto donde el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) enfrenta restricciones presupuestarias para proveer tecnología, siendo de esta manera, los celulares esenciales para acceder a recursos académicos actualizados.

Audiencia pública 

El debate ahora se centra en el Congreso, donde se espera una discusión amplia que incluya la opinión de todos los sectores involucrados en una especie de audiencias públicas que impulsa el parlamentario José Rodríguez con el objetivo de escuchar a todos los sectores antes del debate en la plenaria en marzo próximo.