PGN 2025: ¿Un avance histórico o promesas sin garantías?

La Cámara de Diputados sancionó este martes el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2025, calificándolo como “sin precedentes” por los incrementos en áreas sociales y estratégicas. Sin embargo, mientras el oficialismo celebra los aumentos en salud, educación y seguridad, surgen interrogantes sobre la efectividad de estos recursos y su impacto real en la ciudadanía.

Aumentos en sectores clave

El diputado Rodrigo Gamarra (ANR-Central) destacó incrementos significativos, como 117 millones de dólares para salud pública, 90 millones para educación y 511 millones para el programa Hambre Cero. Según el legislador, estos aumentos representan el mayor presupuesto “invertido en la gente” en la historia reciente.

Sin embargo, los avances prometidos enfrentan desafíos estructurales. En salud, el aumento presupuestario llega en medio de denuncias sobre hospitales colapsados, falta de medicamentos y problemas de gestión. Aunque los recursos son bienvenidos, expertos advierten que sin reformas profundas, los resultados podrían ser marginales.

Educación y seguridad, entre el discurso y la realidad

El aumento de 90 millones para educación también genera dudas. A pesar de las mayores asignaciones, Paraguay sigue enfrentando rezagos significativos en infraestructura escolar, calidad docente y acceso equitativo a la educación. Organizaciones civiles cuestionan si este presupuesto será suficiente para atender las necesidades acumuladas del sistema educativo.

En cuanto a seguridad, el incremento de 76 millones para el Ministerio del Interior busca responder a la creciente percepción de inseguridad. Sin embargo, los problemas de corrupción, ineficiencia y falta de capacitación en las fuerzas de seguridad podrían diluir el impacto de estos fondos.

Un presupuesto que genera expectativas, pero también escepticismo

El oficialismo asegura que los recursos beneficiarán directamente a los sectores más vulnerables, pero el historial de subejecución presupuestaria y falta de transparencia en el manejo de fondos públicos siembra dudas. Según analistas, el aumento del presupuesto es solo un primer paso; su éxito dependerá de una implementación eficiente y del control riguroso para evitar desvíos y corrupción.