Rolando Zuccolillo: “Tarifa técnica está manipulada para favorecer y sostener servicio de bus chatarra”

A pocos días de que se cumpla el anunciado paro del sector transportista, la ciudadanía siente cómo se acrecienta el sufrimiento del deficiente servicio del sector transporte. No solamente sufren los que utilizan el sistema, sino además, todos los que optan por su movilidad particular, ya que el caótico tránsito no hace más que empeorar con el correr de los días.

Entre el “tira y afloje” de los gremios que componen este sistema, el recién asumido viceministro de Transporte ya anunció que el cambio requerirá trabajo de largo plazo y que, el anunciado paro, solo empeorará la situación.

Desde El Nacional, conversamos con el empresario Rolando Zuccolillo, presidente de la Federación de Transportistas del Área Metropolitana (Fetram), cuyo gremio decidió no adherirse al paro de Cetrapam y brindó importantes declaraciones acerca de la problemática.

¿Cómo percibe el gremio la situación de los subsidios estatales?

¿Qué es el subsidio? Es un pago complementario que hace el estado para sostener un sistema que de lo contrario tendría que aplicar sus costos totales a través del pasaje, entonces lo definimos como un pago parcial.

¿Entonces por qué subsidiar?

Si se aplicara hoy una tarifa técnica, el pasajero tendría que pagar G. 7500, es decir, aproximadamente 1 dólar por pasaje y esto haría que el sistema sea prohibitivamente caro para las familias de menos recursos financieros. Entonces, si tuviéramos un sistema de transporte masivo privado, nosotros no circularíamos y no podríamos llevar el negocio por menos con esos precios, ya que los costos exceden los ingresos y eso es comprobable.

Cuando el expresidente Lugo implementó el subsidio al transporte Público lo hizo bajo un régimen de contribución definida la contribución definida significa que el monto de desembolso está definido; sin embargo, el beneficio de ese subsidio queda indefinido, el expresidente Lugo asignó un monto a desembolsar por colectivo sin definir que este colectivo debía trabajar y levantar una equis cantidad de pasajeros o recorrer una equis cantidad de kilómetros.

Todo esto va a la composición de la tarifa técnica, antiguamente la tarifa se componía de coeficientes atados a supuestos como el caudal de pasajeros, para lo cual el estado nunca tuvo una medida objetiva. A partir del Billetaje Electrónico tenemos certeza sobre los dos componentes más importantes de la tarifa que son los kilómetros y los pasajeros del sistema, desde el 2021 el pago del subsidio se calcula con base en los pasajeros reales de cada empresa y eso se verifica cada mes.

En cuanto a la tarifa técnica, que es el documento que avala la composición de costos y la divide entre pasajes y subsidios, la tarifa técnica para noviembre 2023 es 4.431 para el colectivo convencional de más de 15 años en calle y 5.459 guaraníes para el diferencial el pasaje en calle es 2.300 y 3.400 respectivamente que asume el pasajero lo que significa que el estado paga 2.131 guaraníes por cada pasaje convencional y 2.059 por cada pasaje diferencial.

Entonces esta tarifa que se llama noviembre 2023 en realidad es el pago por el trabajo del 01 al 31 de octubre, y, por lo tanto, la empresa siempre está cobrando atrasados los viajes que los pasajeros ya realizaron en octubre, y aparte no hay un mecanismo para disponibilidad los fondos de forma inmediata.

Durante el último año electoral, el Gobierno saliente cesó todos los pagos antes de las elecciones y recién en noviembre pudieron publicar una tarifa para abril 2023. La tarifa técnica está manipulada para favorecer y sostener el servicio del bus chatarra, y nosotros nos preguntamos ¿Por qué el Estado paga más para subsidiar chatarras?

Las modalidades de pago se suelen hacer con base en dos conceptos un concepto de eficiencia y uno de cobertura, para seguir la eficiencia el estado pone incentivos a los operadores para maximizar los pasajeros en el sistema, entonces pagando un complemento por pasaje obligan a las empresas a que persigamos clientes pasajeros.

Este sistema tiene una variante posible que el estado deposite el subsidio directamente a la cuenta del pasajero y que con su validación el pasajero pague la tarifa completa, pero, un “pero” muy importante para ese pago, la pregunta queda como se ajusta la tarifa que el pasajero va a recibir ese día, por las cambiantes de los costos.

Hablemos de subsidio por kilómetros. Para perseguir el objetivo de cobertura, que es lo que ayudaría bastante a los pasajeros en los ramales y horarios nocturnos, el estado puede ofrecer un incentivo a la circulación de km adicionales para garantizar la cobertura. Y esta ecuación dice que las empresas de transporte ya no se preocuparían por la cantidad, sino que buscarían maximizar su disponibilidad de flota y su cobertura, Subsidio por pasajero es igual a colectivo lleno, subsidios por kilómetros es igual a colectivos andando todo el tiempo y eso tendría un costo diferente para el estado por pasajero.

Lo que está pagando hoy día el pasajero y el estado es exactamente el servicio que tienen, un servicio deficiente, que regula con unidades chatarra que es ofrecido por Cetrapam.

¿Alguna vez maduró su propuesta de que el subsidio se abone al pasajero?

Sí, hoy en día el estado paga una parcela de la tarifa técnica por pasajero transportado, la opción de que reciba directamente a su tarjeta es interesante, pero queda la pregunta de ¿cómo se cierra el pasaje ese día?

¿Cuál es el motivo por el cual su gremio adherido no se une al paro de transporte?

Reconocemos que la tarifa técnica no da para sostener un buen servicio, nuestra mirada es a largo plazo y pensamos que el transporte público no puede ser un negocio “para los empresarios” sino más para entregar una propuesta del valor al pasajero, si el pasajero no encuentra valor en el servicio estamos perdiendo el tiempo, el sistema se va a seguir consumiendo y no va a quedar nada.

¿Qué solución considera que puede ofrecer el Gobierno para mejorar el servicio a los usuarios?

La solución consiste en un pacto político para levantar la calidad del sistema, con inversiones.