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Política

Juan Almada: “La política exterior norteamericana no querría a la ANR en el próximo gobierno”

Juan Almada. Foto: Gentileza.

Juan Almada. Foto: Gentileza.

POR Martín Ramírez Machuca
Dr. en Lingüística, Lenguas, Filosofía, Educación y Didáctica. Universidad de Kiel, Alemania.

Es esencial contactar con jóvenes profesionales que están remando con todas las fuerzas para ser visibilizados en esta sociedad que está cooptada por grupos corporativos de un sistema político gastado y que obedecen al viejo engranaje político del país. Es crucial saber qué piensan, qué sienten, cómo analizan la situación sociopolítica actual de nuestro país, pues el tiempo actual pertenece a estos jóvenes, y no el futuro, como dice la vieja cantinela.

En este contexto, El Nacional se ha contactado con el Prof. Juan Almada, joven profesional abogado y docente de filosofía de una prestigiosa institución educativa privada, quien nos da sus pareceres sobre la candente situación política que vive el país.

Estamos viviendo tiempos difíciles en el ámbito político, ¿cuál es tu análisis desde tu mirada como joven padre de familia que busca un mejor país para sus hijos?

En política nunca hay tiempos fáciles, más aún cuando la política logró permear en todos los ámbitos del vivir humano. Es en este sentido donde como padre uno siente mayor preocupación. Hasta qué punto la organización política afectará el desarrollo personal de mis hijos. La política no está de moda, pero aunque no lo esté, no deja de estar. Necesitamos de la política como necesitamos vestirnos. El temor como padre es que la política llegue a incidir en mi hijo hasta en cómo se vista. Tener un hijo en estos tiempos es muy complejo, porque queramos o no, hay una fuerte tendencia a que no dejen a los padres ser padres. De cualquier manera, la actitud que debemos tener es de una tranquilidad firme. Confiar en lo que hacemos como padres, a pesar de nuestras limitaciones. Las pruebas se presentarán, como en todas las épocas. Y acá es donde el rol de la familia se vuelve clave: como criemos a nuestros hijos será la política nacional.

Como joven activista en la política, ¿que pensás de la génesis de un nuevo modelo de política como la Concertación?

Tengo mis reparos sobre el carácter novedoso de la Concertación. Sí, creo en que es una alternativa válida para intentar la alternancia. Además, es un aspecto para resaltar que organizaciones de este tipo requieren para su desarrollo de un nivel de madurez importante. Nunca fue, es, ni será fácil conversar con quien piensa distinto. El inconveniente es el de siempre: cómo hacer que no sea la simple sumatoria de votos para ganar.

En estas elecciones generales de abril, ¿se romperá la hegemonía de la ANR como ocurrió con Lugo?

Supongamos que tenemos que apostar sobre el punto, como si fuese un partido de fútbol. Bueno, te respondería que soy un mal apostante y que, en último término, no es una cuestión azarosa. Creo que hay condiciones como para que se dé la derrota electoral del Partido Colorado. No obstante, mirando para atrás, no es una situación similar a la del 2008. En primer lugar, la principal figura opositora no tiene la fuerza de Lugo. En segundo lugar, la rotura interna del coloradismo no sé si es similar a la que se dio en el 2008. Sí creo que las posibilidades a favor de la alternancia se pueden -sin agotarlas- reducir a tres factores: a) El candidato colorado no logra esa adherencia casi mística con sus bases; b) Sin decirlo de manera directa, creo que la política exterior norteamericana no quiere en el gobierno, por lo menos en el próximo periodo, a la ANR; c) La porción del electorado independiente es cada vez mayor y, si bien no es fácil movilizarlas al voto, si se logra hacerlo es muy probable que decante hacia algún grupo opositor.

A propósito de la ANR, su actual presidente está contra la espada y la pared por las graves acusaciones en su contra por el Gobierno de los EE. UU., de resultar ganador su candidato, ¿qué consecuencias traería esto al país?

Los Estados Unidos juegan -valga la redundancia- su juego y nada más. Si en el camino pueden ayudar y sacarse una foto, perfecto. Pero cuidan sus intereses y nada más que eso (y no lo digo en el sentido critico negativo exclusivamente). En este contexto, no veo a un gobierno norteamericano que dé las espaldas al Paraguay en caso de que gane la ANR. Sí creo que realizarán una política de distanciamiento. No dejemos de tener en cuenta que el actual gobierno norteamericano es demócrata, por lo que su tendencia globalizante ve una espina en nuestro país en cuanto al desarrollo de sus políticas.

Como abogado me gustaría que ilustraras a los lectores si existe realmente intromisión de los EE. UU en los asuntos internos del país. Es un tema recurrente y complejo.

El tecnicismo jurídico es válido, útil y, además, necesario. Sin embargo, para ser lo más claro posible, considero que esta es una cuestión de fondo y forma. En el fondo, en lo que no se dice o sostiene el discurso, hay una intromisión por los sujetos afectados. En la forma, no hay intromisión, pues lo que expresan es la existencia de contravenciones a leyes estadounidenses por parte de personas concretas. Si los EE. UU. me sindicaran a mí como una persona que transgredió una ley norteamericana, no habría reparo alguno por parte de nuestra sociedad, pues sería el pedido de justicia por parte del gobierno norteamericano. Por otra parte, está la parafernalia hecha en las declaraciones, que no son otra cosa de mostrar y demostrar que lo que dicen tiene que ser escuchado y atendido. Sí, considero una intromisión lamentable -pero necesaria para recordarnos lo que ya sabemos- la mención de situaciones realizadas dentro del territorio nacional.

Se hablaba mucho de que no había nuevos rostros en la política, pero aparecieron unas 14 duplas con nuevas caras. El electorado debe elegir al mal menor en esta ocasión. ¿Cuál es tu reflexión sobre esta problemática?

Nuevas caras hay todos los días. En la calle, en política, en las redes. El punto es si vemos esos rostros y esos rostros nos responden. Sí, hay 14 duplas, muchas de ellas slo con el afán de agregar una línea al currículo vital. Pero sean 14 o 2, no tenemos que caer en el discurso común de todos son lo mismo, porque no lo son. Tampoco debemos caer en la ingenuidad moderna de ver todo lo nuevo como automáticamente bueno. El problema va mucho más allá de quienes se candidatan. Por ello, siempre terminamos optando por el mal menor. De cualquier manera, acá subyace la pregunta sobre “qué es el bien”. Esa es la pregunta que no nos hacemos. Solo nos preguntamos qué nos conviene y esto no siempre se identifica con el bien.

Vinculando con la pregunta anterior, ¿estamos en un quiebre del Estado de Derecho?

No. Afirmar lo contrario es asumir el caos o, simplemente, tirar fuegos artificiales para llamar la atención. Esto no quiere decir que el Estado de Derecho funcione a la perfección. La quiebra del Paraguay proviene no solamente de una manipulación del sistema legal para fines particulares, sino principalmente de la decadencia en la manera en la que vivimos en sociedad. En el Paraguay pasamos de convivir a coexistir. Es decir, el otro no es un semejante que se merece dignidad, buen trato y justicia. El otro es “un alguien” que es importante en cuanto sea funcional a lo que yo quiera. No es solo el “sistema” o la “estructura” lo que está mal. Son los valores y virtudes, que se encarnan en personas concretas, los que se pervirtieron.

¿Qué roles desempeñan hoy en día los jóvenes en la política?, ¿se involucran?

En general, forma parte de la juventud no saber qué rol se desempeña, en casi cada una de las facetas de la vida. El joven es -y casi me animo a decir que debería ser- una persona que “no sabe dónde está parado”. Esto no es lo más sano, pero tampoco podemos exigir a los jóvenes una madurez que no les corresponde tener, incluso por una mera cuestión cronológica. No pretendo defender la común apatía -en general- de la juventud ante la política. A lo que apunto es que no podemos exigir un rol, cuando no le damos insumos para hacerlo. El mundo actual es el mundo de lo inmediato, del ahora ya. Y hay pocas cosas que son más transitivas, procesuales, generacionales que el devenir político. Entonces es normal que la política sea un ámbito extraño, oscuro e innecesario. A pesar de todo, expreso mi total rechazo al cliché de que a los jóvenes no les interesa la política. Esta, a través de sus políticos, muy astutamente deja a los jóvenes para el discurso, sin hacer el esfuerzo de explicarles y mostrarles la dimensión de lo que la acción política puede realizar.

Un tema que se vincula con la política es la Transformación Educativa. Como docente, ¿cuál es tu mirada hacia este plan?

Tengo que admitir que no leí en su totalidad el documento. Considero de mi parte un error enorme. Pese a ello, en general, tengo una idea de lo que está detrás. Considero que lo fundamental está en reflexionar sobre los siguientes puntos (sin agotarlos, claro está):  a) No caigamos -como ya dije- en el error común de identificar lo nuevo como lo bueno. La educación por el hecho de ser transformada, no quiere decir que mejorará; b) No tengamos miedo de las palabras que se usan, pero tampoco las “ninguneemos”; c) No dejemos llevarnos solamente por la disponibilidad o no de los recursos económicos. Sé que esto es de fácil decir, pero es tan fundamental como obvio, si tenemos un mínimo de decencia y claridad en lo que se persigue; d) No demos al Estado lo que no le corresponde. La subsidiaridad del mismo es la garantía de su no omnipotencia; e) La educación nunca es unidireccional. Se tienen que matizar las realidades a las que se acerca.

¿Qué te dice el oráculo de cómo serán los próximos cinco años con el nuevo gobierno?

Primero debería saber quién estará a cargo del nuevo gobierno, je. De cualquier manera, no soy muy optimista en cuanto a cambios significativos. No somos un pueblo que cambia ciento ochenta grados con facilidad. Esto supone -cómo no- una ventaja y una desventaja. A pesar de que mi optimismo no es muy alto, tampoco puedo dejar de ver a mi alrededor tantas realidades que van mejorando y para bien. De cualquier manera, creo en la primacía del futuro, pues es la que genera el esfuerzo y la mejoría personal y comunitaria.

*Correo electrónico: [email protected]

1 Comment

1 Comentario

  1. Josemaría Espínola

    21 de febrero de 2023 at 02:12

    Excelente apreciación del escenario actual. Mucha profundidad de la mano de un sentido de practicidad para interpretar con bastante acierto ese escenario. Pero respecto a la cuestión de intromisión soberana de la administración actual en USA, creo que es indiscutible. Sin necesidad de juzgar la veracidad de las acusaciones, creo que el mecanismo fuerza una materialización de injerencia foránea inaceptable. Por muy noble que sea el fin, éste no justifica los medios. El respeto absoluto de los mecanismos jurídicos, otorga la materialización de la justicia que se pretende. De lo contrario se incurre en un prejuzgamiento para poner en desventaja al oponente, y luego, la fuerza de la muchedumbre con rastrillos y antorchas, se encarga de ejecutar una condena social injusta. Las convocatorias de rueda prensa de la Embajada, generando una expectativa de morbo, son la nuestra más clara de que se busca generar una opinión popular de desacreditación.

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