Cumbres emblemáticas y la inoperancia local

A lo largo de la historia, diversas reuniones de líderes mundiales han tenido un impacto profundo y duradero en el orden global. Estas cumbres internacionales han moldeado las relaciones entre naciones, establecido nuevos paradigmas políticos y económicos, y sentado las bases para el sistema internacional que conocemos hoy.

A nivel local, en este gobierno, que aún no ha completado dos años de gestión, ya se han llevado a cabo dos cumbres importantes entre los poderes del Estado.

A continuación, cito algunos de estos encuentros cruciales que tuvieron un gran impacto en el rumbo del mundo:

1. El Congreso de Viena (1814-1815): Se realizó después de las guerras napoleónicas con el objetivo de reestructurar la región geopolítica de Europa y estabilizar el poder. Desde mi perspectiva, Europa como bloque aún funciona bien, aunque no con la precisión de un reloj suizo. Sin embargo, quienes salieron beneficiados fueron los miembros de las monarquías que habían sido canceladas durante las guerras napoleónicas.
2. El Tratado de Versalles (1919): Estableció duras sanciones a Alemania tras el fin de la Primera Guerra Mundial, entre otras.
3. La Conferencia de Yalta (1945): Celebrada durante la Segunda Guerra Mundial, reunió a los líderes de las potencias de la época: Roosevelt, Churchill y Stalin. Su objetivo fue reorganizar las relaciones internacionales y definir el destino de Europa. Aunque también dio inicio a la Guerra Fría con la sombra del comunismo, de esta reunión nacieron las Naciones Unidas y se consolidó el papel protagónico de la Unión Soviética en la guerra contra Japón.
4. La Conferencia de Bandung (1955): Celebrada en Indonesia, reunió a países recientemente independizados de Asia y África. En este evento nació el movimiento de los países no alineados, que en cierto sentido es similar al actual BRICS.
5. La Cumbre de Camp David (1978): Con la mediación de Estados Unidos, se buscó la tan anhelada paz en Medio Oriente entre Egipto e Israel. Bajo la tutela de Carter, se impusieron plazos estrictos para alcanzar acuerdos, algo similar a la situación actual con Trump y su aparente negociación con Putin sobre la guerra en Ucrania.
6. La caída del Muro de Berlín (1989): Un hecho que marcó la vida de los alemanes y de Europa en general, con repercusiones a nivel mundial. Según la historia, este suceso se debió a un error de comunicación que permitió los viajes libres a la Alemania occidental, provocando una reacción de miles de personas en las fronteras que querían salir, lo que las fuerzas militares ya no pudieron contener. Esto llevó al fin de la Guerra Fría y la unificación de Alemania, además de potenciar la hegemonía de Estados Unidos, aunque también abrió grandes desafíos políticos y económicos. Personalmente, este evento fue muy significativo para mí, ya que, con la fuerza de la juventud, estaba terminando unos estudios en EE.UU. y me propuse viajar a Alemania para ser testigo de su reunificación.
7. La Cumbre de Río (1992): Marcó un antes y un después en la lucha por la protección del medio ambiente, estableciendo acuerdos supranacionales en favor de la sostenibilidad. Hoy en día, este tema sigue siendo motivo de controversia, especialmente bajo el nuevo gobierno de Trump, que ha puesto en la mira a las oenegés ambientalistas.
8. El Foro de Davos (1971): En sus inicios, fue una reunión de ejecutivos poderosos e influyentes, pero con el tiempo se convirtió en un evento clave para la economía mundial, definiendo agendas económicas a nivel global.

Estas cumbres y reuniones han generado cambios en el orden mundial, cuyas decisiones han sido replicadas en varias naciones. No han sido en vano, ya que han impulsado avances en la democracia, la calidad de vida, la salud, la educación y otros temas cruciales que han impactado enormemente a la población mundial.

Este escueto recuento histórico nos ayuda a reflexionar sobre la importancia de las cumbres a nivel global. Sin embargo, como se mencionó al inicio de este artículo, en nuestro país, en un gobierno que aún no cumple dos años, ya se han realizado dos cumbres importantes entre los poderes del Estado sin que se hayan visto resultados concretos. De la primera cumbre no surgió prácticamente nada, y de la segunda, hasta el momento, tampoco.

Por el contrario, recientemente se ha nombrado a un cuestionado congresista como miembro de la Consajzar y otro, también muy cuestionado, ha jurado en el cargo el reemplazante del congresista renunciante Arévalo. Estos dos ejemplos evidencian que, al menos a nivel local, las cumbres no han servido para nada. Fueron dos horas de charla entre los miembros de los poderes del Estado, cuyo resultado fue la redacción de unas pocas líneas con un tenor genérico, sin permitir preguntas de la prensa, a pesar de que se había acordado proteger y alentar la actividad periodística.

A raíz de la publicación de los chats del teléfono del finado congresista “Lalo”, llama especialmente la atención la respuesta del presidente de la Corte, Dr. César Diesel, quien en una declaración difundida por los medios afirmó que no se siente responsable por los mensajes mencionados por terceros. Esta declaración es preocupante. Es la Fiscalía la que debe investigar la veracidad de las pruebas documentales publicadas hasta ahora por los medios de prensa y, tras un estudio exhaustivo, determinar si corresponde o no la imputación de los responsables que aparecen en los chats y hayan cometido hechos antijurídicos.

¿Por qué un miembro de la Corte Suprema de Justicia, la máxima entidad que debe velar por la correcta aplicación de las leyes y administrar justicia en el país, se adelanta a deslindarse de un caso que expone la corrupción que pone en jaque el sistema judicial actual?

Desde mi perspectiva, esto es sumamente grave. A veces, es mejor quedarse callado y esperar que los órganos de control jurídico del país hagan su trabajo. En la cumbre reciente, se llegaron a ciertos acuerdos, pero, en líneas generales, carece de sentido realizar estas reuniones si todo termina en aguas de borraja, sin consecuencias efectivas que logren generar confianza en la población hacia su sistema judicial. Es más, esta cumbre generó más miedo y desconfianza.

Como siempre, se esperan reacciones positivas al final de estas cumbres, pero nuevamente la población tiene que conformarse con los mismos referentes políticos, con un discurso gastado y obsoleto, además de seguir el mismo libreto en contra del desarrollo del pueblo y, en especial, de su calidad de vida y del fortalecimiento de sus libertades democráticas.

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