La gestión socioambiental propuesta de los presidenciables

Quedaron definidas las candidaturas presidenciales que se disputarán en diciembre del corriente año para representar a sus partidos con miras a las elecciones generales que se llevarán a cabo el año próximo. Estos candidatos presidenciables tienen enormes desafíos. Sumada a la crisis política en la que nos encontramos, los presidenciables deberán afrontar una crisis postpandemia y todas las previsiones necesarias para aprender de la experiencia de estos dos años y prepararse para cualquier otra situación con un enfoque de “una sola salud” en la que se conjuguen la salud humana, la salud animal y la salud ambiental. Entonces este próximo 18 de diciembre será clave en las internas para saber quiénes pujarán por el sillón presidencial, y es ahora la oportunidad para asegurarnos que los más capaces y los más comprometidos con nuestra salud en general.

Es entonces en este marco que creo conveniente exigir, preguntar, entender y hasta valorar lo que los diferentes candidatos entienden y desean hacer con el ambiente. Si bien hace unos años, los temas ambientales parecían algo lejano y no clave para el desarrollo y la subsistencia, hoy día sabemos que no es así y nuestras autoridades deben claramente indicarnos cuáles son sus proyectos y planes concretos, qué van (¡o vamos!) a hacer que esté pendiente, qué hay que mejorar, y qué hay que mantener ya que lo venimos haciendo bien. Esta es la instancia que tenemos para asegurar que lo propio, lo autóctono, lo originario, se gestione bien, y no sólo está lo natural, sino también lo cultural, que van de la mano.

Es el momento en los pocos meses que nos quedan de pedir sus planes ambientales y evaluarlos a la luz de nuestra supervivencia como sociedad, valorando y conservando los aspectos naturales que nos dan resiliencia, apoyándonos en lo más natural y las soluciones que tengan en cuenta las condiciones naturales de nuestro territorio, y que todas las acciones apunten a reducir la vulnerabilidad, sea que hablemos de pandemia, de incendios, de sequías, inundaciones, bosques y pastizales como así también humedales, pensando en el bienestar de la gente. Exijamos que nos convenzan de sus pertinentes aspiraciones y controlemos luego la gestión, si no tomamos esta responsabilidad y obligación como ciudadanía, luego queda poco ético quejarse.

Hoy las cuestiones ambientales ya no son temas complementarios, ni asuntos de una sola Cartera de Estado sino aspectos transversales que involucran los tres poderes del estado, el manejo de los recursos naturales y su sostenibilidad deberían considerarse como asuntos de seguridad nacional, de hecho, existen tres hidroeléctricas que existen gracias a las riquezas naturales del Paraguay, más una producción agrícola y pecuaria que tiene también sus bases naturales como la incipiente producción forestal. Es hora de que los temas socioambientales comiencen a tener un espacio en la agenda nacional y que no sean asistidas o impuestas por factores externos. La sostenibilidad de la gestión ambiental debería ser parte del primer frente de atención de nuestros presidenciables. Cada uno de nosotros desde nuestros lugares, debemos pensar en los recursos naturales que deben ser priorizados, como el agua, el suelo y la biodiversidad. Y tener presente que no podemos errar, cada especie que desaparece del ambiente, desaparece para siempre, cada recurso que contaminamos o degradamos, significa la pérdida de capacidad nacional y la necesidad de inversiones muy superiores que si los hubiésemos conservado.

Comencemos a exigir a nuestros presidenciables que nos aseguren calidad ambiental, base para nuestra salud y de todos los sistemas productivos y energéticos, base de nuestra economía.