Opinión
Nuestro planeta, nuestra salud
El pasado 7 de abril conmemoramos el Día Mundial de la Salud (DMS), recordando el origen de la fundación de la Organización Mundial de la Salud en 1948. El tema de este año 2022 fue “nuestro planeta, nuestra salud”, para destacar un área prioritaria de preocupación de salud pública en el mundo. Para conmemorar ese día organizamos una charla debate con expertos internacionales, para aportar y discutir temas de actualidad en la salud del planeta, y decidí centrar la discusión en el enfoque de Una Sola Salud (One Health), en las Soluciones basadas en Naturaleza (Nature based solutions), las Salvaguardas ambientales y sociales (Safeguarding), y las metas para la biodiversidad (Biodiversity goals). Un debate que fue muy rico en ideas y análisis de la situación, y con un centro común, la salud del planeta, el buen estado de los ecosistemas, y su biodiversidad y de los elementos, productos y servicios que el ambiente tiene y nos provee.
Fue un debate abierto al público con mucha participación paraguaya pero también participación de extranjeros desde diferentes países de América Latina y también de las Américas en general. Una científica nacional, Antonieta Rojas de Arias, nos demostró desde el conocimiento cómo la interacción entre la salud animal, la salud ambiental y nuestra salud, la salud humana, están íntimamente relacionadas, y que más que tres tipos de salud, es una sola salud, aprendimos sobre el efecto de la degradación de la naturaleza y los efectos en la salud humana, aprendimos cuestiones relacionadas con las zoonosis, es decir la transmisión de patógenos de animales a humanos y viceversa, y nos sorprendimos con el origen de la fiebre amarilla en Paraguay, hablamos del Chagas y su relación con el ambiente, y obviamente las cuestiones relacionadas con los virus y la actual pandemia.
Otra experta, ecuatoriana ella, Karen Podvin, nos habló seguidamente con una exposición que de haberse planificado no podría haber salido más sincrónica e interrelacionada, ya que nos explicó que las Soluciones basadas en Naturaleza que son ese conjunto de acciones para proteger, gestionar sosteniblemente y restaurar los ecosistemas naturales o modificados para hacer frente a los desafíos de la sociedad de manera efectiva y adaptable, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad. Con ella, pudimos ver que la salud de ecosistemas se está deteriorando más rápidamente que nunca, y esto amenaza la salud del planeta y de las personas, tiene también efectos en la seguridad alimentaria, hídrica, y con el caso particular de la biodiversidad, se incrementa el contacto entre la vida silvestre, el ganado, los patógenos y nosotros, las personas. Se destacó que la evidencia científica actual y creciente, además con el conocimiento cultural, tenemos una sólida base para actuar, sabiendo de antemano que el contacto con la naturaleza es fundamental para nuestra salud y bienestar físico, mental, social y espiritual.
Evidentemente para avanzar con estas cuestiones tiene diferentes formas ya que debemos conservar los bosques y otros ecosistemas, debemos restaurar los daños a estos ecosistemas, pero también debemos seguir apoyando al desarrollo con la infraestructura necesaria, y para ello, nada mejor que la siguiente experta, mexicana ella, Jacive Castañeda que nos habló de las salvaguardas ambientales y sociales. Salvaguardar, sinónimo de defender, proteger, cuidar, amparar. Y las salvaguardas son un sistema de políticas, estándares y procedimientos, que aseguran que las acciones sean social y ambientalmente apropiados y sostenibles, mejoran así la toma de decisiones, permite el aprendizaje y la participación, mejora la calidad de la intervención, maneja el riesgo social y ambiental, y reduce el riesgo reputacional y el desarrollo institucional. Algunos podrán ver estas salvaguardas como condicionamientos, a mi me gustan entenderlas como mecanismos que aseguran la sostenibilidad, y no solo permite que sean económicamente viables, pero también social y ambientalmente sostenibles. Cada vez más, los estándares de calidad y de desempeño cuentan con diferentes instancias que aseguran una sostenible preparación de un proyecto como también asegura la sostenibilidad de su implementación.
Y finalmente, para poder entender esa relación entre la naturaleza y la salud, el canadiense Ian Davidson, nos habló de las metas globales para lograr que la biodiversidad deje de reducirse y comencemos a restaurarla y mejorarla. La exposición de Ian fue muy clara, demostrando cómo la biodiversidad contribuye a la salud en muchos aspectos, con las medicinas tradicionales, ayudando a la salud mental con paisajes intactos, a la salud del suelo y su fertilidad, con los invertebrados que posee, con la nutrición proveyendo carnes, frutas, y otros alimentos naturales, y mitigando las inundaciones, con humedales saludables y hasta asegurándonos el vital elemento, el agua y sus fuentes (como en los bosques, pastizales y humedales).
También nos introdujo al Sexto Gran Evento de Extinción, en el que estamos, ya que se están perdiendo más especies ahora que en cualquier otro momento en los últimos 100 millones de años. Con esta pérdida, nos enfrentamos a brotes de enfermedades infecciosas y socavamos el progreso del desarrollo, la nutrición, la seguridad y la protección contra los desastres naturales (como la sequía). Gran parte de esto está asociado con la degradación del hábitat y la sobreexplotación de la biodiversidad. Nos habló del acuerdo mundial que hicimos en el 2010 para conservar la biodiversidad y que el reciente análisis demostró que una década después, pocos avances se lograron. Reconociendo que habíamos avanzado poco en la salvaguarda de la biodiversidad en la última década, los países establecieron nuevos objetivos más realistas. ¿Y qué significa esto? Para hacer frente a la destrucción masiva de nuestros ecosistemas (mar y tierra), la pérdida catastrófica de la biodiversidad y el uso insostenible de los recursos naturales, se estableció un nuevo conjunto de objetivos más realistas para convertirse en Naturaleza Positiva para 2030. Los gobiernos de los diferentes países y otros sectores (productivos, ONGs, Academia, y otros) buscarán proteger y restaurar hábitats (p. ej., el 30 % de un área nacional se considera protegida y el resto se mantiene gestionado de forma sostenible), salvaguardar la diversidad de la vida (por ejemplo, detener las extinciones y restaurar las poblaciones), y reducir en un 50 % el impacto humano/la huella de la producción (p. ej., promover sistemas y agricultura más sostenibles).
Estos son objetivos enormemente ambiciosos – pero todos y cada uno de los beneficios son importantes a la salud humana y al bienestar, asegurando que la salud del planeta es una sola, si logramos avanzar hacia meta de Naturaleza Positiva, en la que detengamos la pérdida de biodiversidad y comencemos a restaurarla. En fin, honrado de tener a estos cuatro expertos de cuatro nacionalidades diferentes, hablándonos e interactuando desde cuatro sitios diferentes de las Américas y uniendo así Ottawa, Ciudad de México, Quito y Asunción para conmemorar y asegurar que la salud de nuestro planeta es nuestra salud.
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