Título de doctor es el máximo grado académico

Una vez más nos encontramos frente a un dilema para algunos que por un lado buscan bajar la vara para mantener la mediocridad, y buscan enturbiar el proceso de crecimiento científico y tecnológico del país. Los títulos de grado son eso, título que se obtiene luego de estudios universitarios de “grado”; sin embargo, el título máximo es el título de doctor, el título máximo es el que se obtiene luego de hacer un doctorado que requiere cumplir con ciertos requisitos.

El mayor grado académico que se puede obtener es el título del doctor, para eso tenemos una carrera del investigador del cual nos enorgullecemos como un paso fundamental en el crecimiento científico y tecnológico a través del cual exigimos ese título máximo, para eso destinamos recursos financieros para que nuestros investigadores se formen en las mejores universidades del mundo con el mayor grado que se puede obtener. Sin embargo, algunos que parecen no tener idea de la educación superior, ni de los esfuerzos que viene haciendo el país para lograr ese crecimiento necesario que requiere cualquier Estado o Nación que se digne de basar su desarrollo científico en profesionales que sean competitivos.

Una vez más estamos creando conceptos con interpretaciones oscuras que nos aísla del resto de los países, la discusión actual de hacer creer a la población de que el título máximo es el título de grado, me recuerda a la discusión de la deforestación, que, si ocurre con una licencia para desmontar, ya no es deforestación, otro concepto endémico, que no nos ayuda, y hasta nos pone en una situación de desigualdad, por carecer del rigor y la comprensión que un concepto mundialmente aceptado tiene. Discusiones como estas, nos ponen una vez más en el bochorno por la ineptitud de las personas que ocupan ciertos cargos para los que no tienen ni la capacidad ni la visión, ni la humildad, ni el coraje de enfrentar un mínimo debate.

En todos los ámbitos queremos que quien nos gobierne o nos administre, sea una persona idónea, y si es salud, deberá ser un referente en salud, lo mismo para la seguridad, lo mismo para la educación, lo mismo para lo ambiental, y lo científico no escapa a esta regla, necesitamos sentirnos representados y debidamente gobernados, los entes que se dedican a la ciencia y la tecnología, deberían tener ese liderazgo, el cual se logra a través de ese título máximo la ley exige.

Hemos venido subsanando errores del pasado como dar títulos de “doctores” a quienes culminan una carrera de grado, y hoy entendemos que ese grado máximo se logra luego de sumar horas, estudios e investigaciones a través de especializaciones que llevan al máximo título profesional que es la maestría o al máximo título académico que es el doctorado. Hoy para ser doctor en medicina, se requiere hacer un doctorado, lo mismo para que ser doctor en química, doctor en veterinaria, doctor en derecho, y hemos venido abandonando la mala praxis que teníamos de otorgar un título de “doctor” a un profesional que no cumplía con los requisitos mínimos de una carrera de doctorado como lo mandan los estándares internacionales.

Deben existir seguramente excelentes químicos, veterinarios, biólogos, ingenieros, abogados, sociólogos, entre otros, que son también buenos gerentes, pero cualquiera de estos profesionales sabe que su máximo título académico es el de doctor, y que alguien que quiera dedicarse a la ciencia, deberá buscar ese máximo título académico. Con más razón si quiere representar y defender la ciencia y la tecnología a nivel nacional, deberá ser “de base” un profesional que haya alcanzado ese grado, y ojalá que tenga las otras cualidades que requiere el cargo, como ser un buen gestor, un buen gerente, y un líder que sea reconocido por sus pares.

Luego de tanto esfuerzo de más de 20 años, de recursos financieros invertidos en diferentes ámbitos, parece que borramos con el codo lleno de ignorancia, la historia reciente escrita con pasos firmes y con una pluma visionaria, necesitamos asegurar que la ley se cumple y que la misma no está sujeta a interpretaciones interesadas, sesgadas y que nivelan para abajo, en lugar de nivelar mirando cómo han hecho otros países para hacer que el desarrollo del país tenga sus bases en conocimiento genuino, autóctono y no plagado de irrelevantes y falsas acepciones que confunden y tiran por la borda los esfuerzos que mucho sacrificio hemos alcanzado.

Muchas universidades nacionales están haciendo esfuerzos por crear sus carreras de doctorado en diferentes disciplinas, tratando de adaptar los estándares internacionales a las condiciones nacionales; con comportamientos y actitudes como las que hoy están en discusión, solo desalentamos los esfuerzos por ser cada vez mejor. Qué honorable actitud tendrían ciertas personas si decidiesen dar un paso al costado, cuando se demuestre que no están capacitadas para ciertos liderazgos.