Opinión
En Marsella se está discutiendo la agenda global de la naturaleza
Alberto Yanosky.
Este 3 de septiembre comenzó en Marsella (Francia), el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, con una alocución del Presidente de Francia, Emmanuel Macron; el anterior se llevó a cabo en Hawái, y este que debía realizarse el año pasado, venía atrasándose por las cuestiones relacionadas con el COVID19 y los desafíos que impuso la pandemia para eventos como este. La UICN es la Unión Mundial para la Conservación de Naturaleza. Eventos que tradicionalmente se realizan en forma presencial y que en el caso del Congreso Mundial de Naturaleza, cada cuatro años, congrega a miles de personas de todos los diferentes sectores ya que es el foro de decisión medioambiental más grande y más inclusivo del mundo. Los desafíos impuestos tuvieron que ver con cómo llevarlo a cabo, pero finalmente está ocurriendo el primer evento medioambiental híbrido, presencial y virtual, desde el inicio de la pandemia de COVID-19, y el Congreso de la UICN apunta a permitir una amplia participación del mundo entero y a salvaguardar al mismo tiempo la salud de los participantes.
Hoy más que nunca el mundo habla de la naturaleza y la necesidad de establecer una estrategia que nos haga menos agresivos con el ambiente y apunte a una mayor armonía, y precisamente es este Congreso Mundial que reúne a toda la comunidad de conservación y ambiente, incluyendo a los más destacados expertos internacionales en ciencias, políticas y prácticas de la conservación. Este foro, que se celebra cada cuatro años, permite a las 1400 organizaciones miembros de la UICN determinar de forma democrática cuáles son las cuestiones más apremiantes en materia de conservación de la naturaleza y qué medidas tomar para abordarlas. Desde Paraguay trabajamos en el comité nacional de la UICN y formamos parte del comité sudamericano, llevamos a Marsella una posición continental para el continente sudamericano, ya que nuestro aporte al ambiente y la salud del planeta y nuestra diversidad natural y cultural, nos hace únicos.
El Congreso discutirá e impulsará la acción en materia de biodiversidad, debatirá sobre la recuperación basada en la naturaleza y los inherentes aspectos del cambio climático. El foro, que reúne a representantes de la sociedad civil, pueblos indígenas y gobiernos, determinará la agenda mundial de conservación de la naturaleza en un momento en el que la pandemia de COVID-19 pone cada vez más claramente de manifiesto los lazos existentes entre la biodiversidad y el bienestar humano. En este Congreso se decidirán a través de mociones acciones concretas que serán debidamente comunicadas, la UICN como aporte a nuestros países, en el que Paraguay no está ajeno, recibirá resoluciones que instarán a las partes a llevar a cabo diferentes tipos de actividades para asegurar la agenda de la naturaleza a nivel mundial. Es importante que las autoridades del Paraguay reciban, agradezcan y reconozcan este “asesoramiento” gratuito y con la más alta experticia mundial, y el mejor reconocimiento es poniéndolo en práctica.
Se discuten cuestiones altamente técnicas y de expertos sobre el estado de conservación de las especies, y de los ecosistemas, las áreas protegidas y muchos otros temas relacionados específicamente con la naturaleza desde el punto de vista político, económico, social y cultural. Por ejemplo, los Pueblos Indígenas ya lanzaron su agenda global, en reconocimiento de toda la UICN de que las metas globales de proteger el planeta y conservar su biodiversidad no podrán lograrse sin el liderazgo, el apoyo y la colaboración de los Pueblos Indígenas.
Y la contribución de los Pueblos Indígenas se reconoce ya que en Hawái se tomó la decisión de alterar una gobernanza la Unión de más de seis décadas para dar cabida a las Organizaciones Indígenas como una categoría diferente, haciendo que la UICN sea la primera organización intergubernamental que reconoce e incluye a las organizaciones de los Pueblos Indígenas como una categoría diferente dentro de su membresía.
Este evento de importancia global continúa hasta el 11 de septiembre, e invito a seguir los debates y acuerdos, ya que lo que allí se decida nos estará marcando el camino para, entre otras cosas, saber si vamos seguir con la pérdida de biodiversidad y causando cambios climáticos, lo que nos llevará a una posible catástrofe planetaria, o si tenemos todavía chances de armar una agenda más armoniosa con la naturaleza que nos permita seguir conservando medios de vida, mejorando nuestra calidad de vida y permitiendo que los ecosistemas y su rica biodiversidad nos aseguren los servicios y los productos que están ahí, si siquiera los reconocemos, a excepción de claro, cuando son escasos o ya desaparecen. Este importante seguir esta agenda para evitar esta crítica situación. Y que el gobierno y el Estado Paraguayo se apropie de las decisiones que allí se tomen.
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