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Transporte público: “En las paradas y en los buses estamos condenados al sálvese quien pueda”

Imagen de referencia. Foto: Megacadena.

Imagen de referencia. Foto: Megacadena.

Durante el primer mes del 2025, el país reflejó un terrible déficit en materia de transporte público, al punto de que muchos pueden atreverse a decir que el sistema, en sus condiciones actuales, pone en riesgo la vida de los ciudadanos. Mientras los paraguayos siguen esperando la nueva promesa de contar con un servicio nocturno, dos mujeres perdieron la vida por causas relacionadas con la inseguridad y por la falta de buses en el área metropolitana.

Recordemos que el primer caso fue el de una joven madre que falleció por la inseguridad dentro de una unidad y que, al encontrarse con las puertas abiertas en movimiento, se lanzó tras el delincuente, con el desesperado intento de recuperar sus pertenencias. El otro, igual de grave, es el de una mujer trabajadora que esperó por horas un colectivo que le acerque a su hogar, sin embargo, al no llegar, se vio también desesperada en aceptar la “bondadosa”, pero irresponsable oferta de un motociclista, que lamentablemente perdió el equilibrio por estar bajo los efectos del alcohol, derivando en el fallecimiento de la misma.

En ambos casos, la fórmula es la misma: inseguridad y falta de buses, ya que el segundo caso, al no haber aceptado la oferta del motociclista ebrio, también corría el peligro por la exposición nocturna.

Con preocupación y frustración por todo lo que conlleva esta situación, desde El Nacional, contactamos con la ciudadana Griselda Yúdice, integrante de la Organización de Pasajeros del Área Metropolitana de Asunción (Opama), quienes llevan adelante una férrea lucha por mejorar el sistema actual. En la entrevista, habló desde el punto de vista de una usuaria que está cansada de esperar promesas de mejora.

– ¿Cómo describirías tu experiencia diaria utilizando el transporte público en Paraguay?

Los viajes en el actual sistema de transporte público son de penurias e inseguridad, largas esperas por colectivos; los largos tiempos de viaje en buses repletos, sucios, y en malas condiciones; la inseguridad en las paradas, si estas ni siquiera existen, y en los propios colectivos, especialmente por mujeres y niñas que sufren acoso; los buses con aires descompuestos, o que tienen que parar el viaje por fallas mecánicas, poniendo en riesgo a todos los pasajeros y a los demás transeúntes; la falta de accesibilidad para personas mayores o con necesidades especiales; y todo esto sin contar que grandes porciones de nuestras ciudades están totalmente abandonadas, fuera de la red de servicio.

– ¿Qué medidas crees que deberían tomarse para mejorar la seguridad de los pasajeros, especialmente en horario nocturno?

Una de las medidas sería que las Comisarias que tengan en su jurisdicción el paso de los itinerarios nocturnos acompañen con mayor patrullaje y efectivos policiales en las paradas, también mejor iluminación del trayecto y especialmente las paradas.

– La semana pasada, dos mujeres fallecieron por causas relacionadas con el transporte: una por bajarse tras un delincuente cuando las puertas estaban abiertas y otra por esperar por horas ¿Te gustaría describir el miedo o inseguridad por esta práctica en los buses?

Actualmente, en las paradas y viajes en buses estamos condenados al sálvese quien pueda, sin ninguna medida oportuna que garantice seguridad. Los pasajeros y las pasajeras estamos en la constante zozobra de ser víctimas de un accidente o de algún asalto, y las mujeres incluso víctimas de acoso, sin que desde el Gobierno se impulse algún protocolo para paliar la situación.

Lastimosamente, tenemos dos casos de personas fallecidas a consecuencia del pésimo servicio de transporte. Lo primero que se debe exigir, controlar y multar desde las instituciones competentes, VMT y Dinatrán, que los buses cumplan con las normativas como viajar con la puerta cerrada.

– Ante la falta de frecuencias a la noche, muchas personas se ven obligadas a buscar alternativas peligrosas. ¿Alguna vez estuviste en una situación similar?

Siempre que se requiera movilidad a la noche es sufrir la zozobra de si vendrá o no algún bus, o la posibilidad de ser víctimas de la inseguridad, generalmente las personas que requerimos movilizarnos a la noche si se tiene dinero acudimos a plataformas, de lo contrario es esperar en la intemperie con todo el riesgo que implica.

– El servicio nocturno de transporte público ha sido una promesa incumplida. ¿Cómo afecta esto tu vida cotidiana y qué mensaje le darías a las autoridades?

Este es un reclamo reiterado, y esperamos que inicie el servicio prometido, que es el nocturno. Afecta porque las personas que dependen de los buses se ven obligadas a renunciar a la posibilidad de tener una vida social, acudir a encuentros, reuniones, actividades culturales que se desarrollan a la noche, prácticamente viven del trabajo para su casa, y encerrados ante la imposibilidad de contar con movilidad propia.

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