El rol del juguete y su impacto en la vida de los niños: “El consumo desmedido los sobreestimula”

La llegada de las festividades como la Navidad y los Reyes Magos pone en el centro de atención el tema de los juguetes y su verdadero impacto en la vida de los niños. Durante una entrevista, la neuróloga infantil, Dra. Alicia Aldana, señaló que los juguetes desempeñan un rol fundamental en el desarrollo, pero también pueden convertirse en un problema si no se administran con cuidado.

“Un niño que creció en un ambiente sin juguetes, igual crea sus juguetes; cuanto menos tiene, la creatividad es mayor”, destacó Aldana, al comparar la situación de los menos favorecidos o de nuestros ancestros que crecieron en el campo. En esas épocas, cualquier objeto, como una lata o una cajita de fósforos, se transformaba en una oportunidad para crear y jugar. Sin embargo, hoy en día, el consumo desmedido ha llevado a que muchos niños, rodeados de una gran cantidad de juguetes, se vean sobreestimulados.

“Lo ideal es tener pocos juguetes a la vez; en todo caso, guardar otros juguetes e ir dándolos poco a poco”, señaló la especialista, subrayando que el exceso de opciones puede incluso estimular el déficit de atención, ya que los niños saltan de un juguete a otro sin poder enfocarse.

El juego como esencia del desarrollo

Aldana explicó que el juego es una actividad intrínseca a todas las especies con cierto desarrollo cerebral. “Todos los animales juegan; los perros, gatos, lobos, zorros. Es parte del desarrollo. En los niños, el juego es superimportante para el desarrollo del sistema nervioso y la salud mental”, afirmó.

Sin embargo, advirtió que los niños que crecen en ambientes excesivamente restrictivos o sobreprotectores, donde no pueden correr, caerse o experimentar, están siendo privados de un elemento crucial para su neurodesarrollo.

La especialista también recordó cómo, en generaciones pasadas, los niños disfrutaban de una infancia llena de experiencias neurosensoriales y contacto con sus pares en plazas o veredas. “Ahora ya no salen a las veredas a jugar; el único encuentro es en las escuelas”, lamentó.

El peligro de las pantallas

Uno de los puntos más preocupantes señalados por la Dra. Aldana es la sobreexposición precoz a las pantallas, un fenómeno que, según ella, está generando un daño neurológico irreversible. Entre las consecuencias más graves mencionó el retraso en el desarrollo del lenguaje, las habilidades sociales y la capacidad cognitiva.

“Por culpa de la exposición precoz a las pantallas, muchos niños de esta generación van a ser menos inteligentes que sus padres, algo nunca registrado en la historia de la humanidad”, advirtió con preocupación. Esto rompe con el patrón histórico en el cual cada generación se ha mostrado más inteligente que la anterior, marcando un retroceso alarmante.

Un llamado a la reflexión

En estas fechas, la Dra. Aldana invita a las familias a reflexionar sobre cómo los juguetes, el juego y el acceso a la tecnología están moldeando la infancia de los más pequeños. Aboga por un equilibrio, donde los niños puedan experimentar la creatividad y la socialización en ambientes saludables, lejos de la saturación de juguetes y la exposición temprana a las pantallas.